Delitos y Cine: Entrevista a Diwa Shah

Jorge Marco, Julio Beltrán, Pablo Gracia//

Bahadur the Brave, dirigida por Diwa Shah, fue presentada en esta 71ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián dentro de la sección New Directors, que recoge los primeros trabajos de prometedores cineastas seleccionados. 

Su retrato sobre la situación de los trabajadores inmigrantes de origen nepalí que sobreviven como pueden en el norte de la India, le valió a su directora nada menos que el premio a Nuevos Realizadores. Lo que confirma la fuerza de una creadora al inicio de una carrera que esperamos sea larga y prolífica.

Diwa Shah 4

Aunque decir que es la primera aproximación de Shah al cine no sería contar del todo la verdad, ya que tras estudiar Escritura Creativa en la Universidad de Durham —situada en Reino Unido— ayudó y colaboró con su madre, la también cineasta Shalini Shah, en varios de sus trabajos antes de dar ella misma el salto a la dirección.

Su origen privilegiado dentro de un país como la India no impidió a Diwa Shah ser consciente de la falta de oportunidades y las dificultades a las que se enfrentaba la comunidad inmigrante que vivía en su región de origen. El impulso por filmar algo que se aproximara lo máximo posible a la verdad dio como resultado Bahadur the Brave. Donde se nos cuenta la historia de Hansi y Dil, nepalíes —y cuñados entre sí —que trabajan en lo que pueden con tal de conseguir el dinero suficiente para poder mantener a sus familias una vez consigan volver a su país de origen.

Por si fueran pocas las dificultades a las que debe enfrentarse de por sí un trabajador migrante, la realizadora india escogió centrar su historia durante la pandemia de COVID-19 que convirtió la vida de este grupo humano, ya de por sí difícil, en algo asfixiante.

Fotograma Bahadur the brave 2

Uno de los grandes aciertos de esta película es la forma en la que presenta a Hansi, Dil, y sus compañeros, obviando cualquier tipo de aproximación lacrimógena para despertar el sentimiento de culpabilidad en el espectador. Las situaciones de injusticia, la corrupción policial y el trato a estos trabajadores ya son lo suficientemente reveladoras como para introducir moralinas y mensajes condenatorios.

Los protagonistas de Bahadur the Brave viven en chabolas donde duermen, cocinan y juegan a las cartas. Cuando no ocupan ese espacio sobreviven a base de hacer chapuzas en las casas de los indios pudientes o aceptando trabajos mal pagados en pequeños negocios. Siempre pendientes, además, de llevar puesta la mascarilla o bordear la legalidad del toque de queda si no quieren recibir una multa y unos cuantos palos por parte de unos representantes de la ley que pueden ser tachados de todo menos de empáticos. 

Fotograma Bahadur the Brave 3

Fotograma Bahadur the Brave

Pero Diwa Shah, de forma muy inteligente, presenta su vida con toda la riqueza y matices que existen. Con un estilo muy cercano al documental, somos testigos de los peores momentos de Hansi y Dil, pero también de sus bromas, de su ternura y de su amistad. La película rehúsa situarlos únicamente como víctimas —que también lo son y que queda claro, por ejemplo, en la dificultad que encuentran para comunicarse en un idioma que desconocen— para elevarlos a la categoría de seres humanos, que no es poco. Con sus flaquezas, debilidades, aciertos y errores, los inmigrantes nepalíes también miran vídeos graciosos en el móvil y de vez en cuando le dan a la botella para calentar el espíritu. En definitiva, viven.

Las condiciones vitales de este grupo de trabajadores extranjeros son además sorprendentemente parecidas a la que podemos observar en nuestro país. Algo que Diwa Shah confirma al afirmar que los inmigrantes se enfrentan a los mismos problemas en todos los lugares del mundo, da igual de donde vengan y a donde vayan.

Diwa Shah junto a su equipo

Bahadur the Brave es, por tanto, una obra muy rica en detalles, cuya aparente simpleza no hace sino hacernos empatizar mucho mejor con los protagonistas de la película —interpretados por actores no profesionales— a los que vemos sobrellevar algunas de las situaciones más complicadas que uno pueda imaginar, pero sin perder nunca unas ganas de vivir que resultan contagiosas.

De esto y de mucho más tuvimos la oportunidad de hablar con la propia Diwa Shah en la entrevista que sigue a continuación:

Pregunta: Nuestra primera pregunta es acerca del título de la película, ya que no lleva el nombre del protagonista, sino el de su compañero, ¿por qué esta decisión?

Respuesta: El título del film no está basado en ese personaje secundario, sino que todos los inmigrantes nepalíes que viven en esa región de la India reciben el nombre de bahadur. Por lo tanto, es un título que hace referencia a toda esa comunidad de trabajadores inmigrantes. 

P: ¿Y qué es lo que más te llamó la atención sobre esta situación de inmigración para dedicarle una película?

R: Durante los tiempos más difíciles del COVID-19 en esa zona no había trabajadores disponibles, así que dependíamos mucho de estos inmigrantes nepalíes. Lo cual es muy triste porque en ese momento de la pandemia todos estaban en casa con sus familias, así que me pregunté por qué elegirías salir de tu país natal para trabajar en el extranjero.

P: Como españoles y europeos, al ver tu película no hemos podido evitar pensar en los fenómenos migratorios que también se viven aquí. ¿Crees que lo que vemos en tu película puede compararse con la situación que viven muchos inmigrantes de origen africano y latinoamericano en nuestro país?

R: Sí, creo que en todo el mundo se dan situaciones parecidas. Dejan a sus familias atrás para salir de la pobreza y conseguir mejorar su vida trabajando en el extranjero. Pero muchas veces sus nuevas condiciones de vida son igual de malas. Como muestro en la película, viven en sitios sin electricidad, muy oscuros, cocinan en el mismo lugar en el que duermen… Y sobreviven a todo esto para poder mantener a sus familias, enviándoles todo el dinero que ganan. Además, se encuentran en un lugar en el que no entiendes la lengua y las costumbres son distintas, por lo que echas en falta tu lugar y relacionarte con los tuyos. Hansi, el protagonista de la película, trabaja en casas donde toda la familia come junta, los niños juegan… al mismo tiempo que él no puede hacer nada de eso con sus seres queridos. Creo que este tipo de situaciones las viven todos los inmigrantes del mundo.

P: Centrándonos un poco más en la película, nos ha parecido que se sitúa muy próxima al género documental en cuanto al tratamiento de los temas, la elección de actores no profesionales, la forma de mostrar la vida de Hansi y sus compañeros migrantes… ¿por qué elegiste realizar la película de esta forma?

R: Queríamos ser muy realistas y ajustarnos lo máximo posible a las verdaderas experiencias que viven los inmigrantes nepalíes. No queríamos que hubiera nada que se sintiera inventado, por eso no hay música de acompañamiento y los sonidos que se escuchan están tomados directamente en el momento de la grabación. Así los personajes pueden ser entendidos como seres completamente reales.

P: ¿En su opinión cuál es el estado actual del cine independiente en la India respecto a industrias tan potentes como Bollywood?

R: Es muy difícil reunir fondos para un film como Bahadur the Brave en la India, porque no hay música, ni estrellas, ni actores conocidos. Últimamente es un poco mejor, por lo menos permiten que se hagan. Hay documentales a los que les ha ido muy bien, como All that breathes (Shaunak Sen, 2022) en Cannes. Poco a poco hay películas que están saliendo, pero es complicado porque nadie quiere arriesgar dinero en películas como esta. 

P: ¿Cuál ha sido su trayectoria académica para llegar al cine?

R: No he ido a ninguna escuela de cine. Pero mis padres son cineastas. Mi padre es director de fotografía y mi madre es directora de cine. Crecí viendo muchas películas, pero no quería hacer películas ni me atraía ese mundo, lo veía un poco desconcertante. Mientras estudiaba hacía teatro, e hice un máster en escritura creativa en el Reino Unido. Escribí mucho, pero mis libros no se publicaron nunca, y estaba orgullosa de ellos. Mis amigos estaban haciendo una película y me preguntaron si tenía alguna historia, así que vi videos de YouTube sobre cómo escribir un guion, lo escribí y se lo enseñé a mis amigos. Ellos encontraron el dinero para rodar el cortometraje. Tras esa experiencia mi madre me dijo: ¿Por qué no investigas un poco más? Y así me metí en el mundo de las películas.  

P: ¿Cuáles son tus influencias en esta película?

R: Me inspiraron muchos autores como Chaiyanya Tamhana, que hace películas independientes en India. También amo a Alfonso Quarón, he visto Roma una y otra vez y siempre la encuentro muy inspiradora. O el director canadiense Xavier Dolan, y muchos otros autores. 

P: Volviendo al tema de la película, has dicho que la inmigración es un tema global muy serio y que involucra mucha soledad. Sin embargo, el tratamiento que da la película no es muy dramático, tiene toques de comedia y de humor. Nuestra pregunta es: ¿Qué importancia tiene el humor en esta película?

R: Creo que todos estábamos tratando de hacer un retrato de la situación lo más realista posible. El protagonista de la película está inspirado en una persona que es genuinamente divertida y extremadamente graciosa. Él no termina de entender bien el hindi y eso da lugar a situaciones cómicas. En el área del mercado, le encargas un trabajo, el que sea, y lo más probable es que haga exactamente lo contrario. Aun así, él es extremadamente trabajador, y la gente le adora. Le encargan constantemente trabajos por los que protesta al considerar que no está bien pagado… Tal vez, cuando miras la situación global, desde lejos, todo parezca trágico, y lo es, pero en las situaciones individuales hay más riqueza de emociones. La forma en la que la gente vive y ama, pese a todo, es muy real.

P: Ya para terminar, ¿tienes en marcha algún proyecto para el futuro? ¿Un segundo largometraje, tal vez?

R: De hecho, sí. Estoy trabajando ya en mi segundo guion, que estamos desarrollando en la India. El tema principal será, esta vez, la tercera generación de refugiados tibetanos. 



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *