Motorland, la fuente de oxígeno para una provincia en la UCI
Eduard Peralta //
Durante la última década, el circuito alcañizano se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos para la economía local.
MotorLand empezó siendo un sueño para los bajoaragoneses. El Ayuntamiento de Alcañiz, la DPT (Diputación Provincial de Teruel) y el Gobierno de Aragón apostaron fuerte –unos 100 millones de €– para construir en el Bajo Aragón el mayor espacio destinado al mundo del motor a nivel nacional. Cuenta con un parque tecnológico de más de 20 hectáreas y además posee en su interior seis circuitos para competir en diferentes disciplinas como karting, motocross, o en campeonatos de velocidad.
Siendo realistas, era difícil pensar que una población como Alcañiz -situada en Teruel y con poco más de 15.000 habitantes- podría ser la elegida para albergar un complejo deportivo de tal entidad. Y mucho menos que consiguiese organizar varias citas mundialistas en un mismo año.
Finalmente se dio, y tanto Alcañiz como Aragón empezaron a ser reconocidos a nivel internacional con la llegada del campeonato del mundo de MotoGP en 2010. El australiano Casey Stoner venció con su Ducati el primer GP de Aragón el 19 de septiembre de aquel año, día en el que también falleció José Antonio Labordeta. Aquella jornada terminó siendo inolvidable para muchos, y supuso un antes y un después tanto para la población local como para la Comunidad Autónoma en sí.
Ya en 2011, llegaron las Superbikes e incluso se coqueteó con la posibilidad de que también lo hiciese la F1, aunque esta última se tuvo que desechar por su altísimo coste. La oportunidad volvió a surgir en el pasado 2020 debido al problema de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) para encontrar trazados disponibles tras la pandemia del COVID-19. Terminó por no darse, aunque sí se albergó una prueba del Mundial de Turismos. De esta manera, MotorLand se convirtió en el único circuito del mundo que consiguió organizar en 2020 cinco pruebas mundialistas: MotoGP y Superbikes, ambas por partida doble (GP de Aragón y GP de Teruel), y el Mundial de Turismos.

Pese a las múltiples dificultades con las que se ha encontrado MotorLand desde su inauguración en 2009 el circuito alcañizano ha ido funcionando y ha conseguido, poco a poco, reactivar una zona que estaba -y sigue estando- en muerte súbita debido a la ausencia de grandes empresas y al éxodo rural.
Estas dificultades se pueden apreciar en diferentes ámbitos. Uno de los principales problemas con los que se encuentra el circuito es el acceso por carretera al mismo. A día de hoy, aunque lleva años esperándose, todavía no hay autovía que una Alcañiz con ninguna otra gran ciudad cercana, ni siquiera con Zaragoza. Por otro lado, la carencia en la zona de profesionales relacionados con la actividad que se da en MotorLand supone otra gran losa. Por último, tampoco podemos olvidarnos de la escasez de población que puedan llenar las gradas de los circuitos así como los pocos servicios hosteleros para los visitantes.
Aún con todo ello, MotorLand resiste y sobrevive. Eso sí, lo hace en un paradigma de crítica constante. La gran inversión que se ha ido realizando en MotorLand está siempre en boca de todos y a día de hoy, aunque con menos ruido, se sigue cuestionando si realmente es necesario seguir adelante con este con el proyecto.
Más allá de la inversión económica, el impacto que tiene MotorLand se debe valorar desde una perspectiva mucho más amplia y observando muchos otros factores. Por ejemplo, la importancia que tiene en la provincia o la publicidad ‘gratuita’ que tiene Aragón en todos los medios de comunicación durante los días que MotorLand alberga grandes competiciones.
Importancia de MotorLand para el Bajo Aragón
Antes del 2009, pocas personas en España conocían Alcañiz. Ni falta hace decir fuera del territorio nacional. Los grandes atractivos de la provincia se podían reducir al Jamón de Teruel, a la Ruta del Tambor y el Bombo, y al Melocotón de Calanda. Poco más. Si vamos más allá de estas cosas, la provincia resistía a través de pequeñas empresas locales y gracias a la agricultura.
Con la llegada de MotorLand la radiografía cambió ligeramente. Desde su creación, el circuito cuenta con casi 300 días al año de actividad, con todo lo que ello conlleva. Flujo de personas, dinero, y lo más importante, la apertura del Bajo Aragón a los ojos de todo el mundo. Así lo explica el periodista local, Javier Vílchez:
– “La actividad del circuito se ha visto reflejada en la ampliación de la hostelería, así como en la economía local en general. La restauración y la hostelería está mucho mejor. La gente ha ido viniendo como público a los grandes eventos deportivos, pero eso no es todo. También vienen profesionales de todo el mundo durante todo el año para realizar sus actividades dentro del circuito. Además, hay gente que ha venido de público a MotoGP y luego ha vuelto con más tranquilidad en otro momento del año para visitar la zona. MotorLand es un punto de atracción interesante, y ha podido influir y apoyar tanto a la hostelería como al turismo en toda la comarca.”
Más allá de este importante impacto económico, MotorLand también se ha convertido en el gran símbolo y en el orgullo de todo bajoaragonés. La tradición por el motor viene de lejos en Alcañiz, y el poseer en sus tierras un trazado referente a nivel mundial es algo muy especial, sobre todo para los más veteranos. En 1965 se empezó a fraguar esta pasión por el motor en Alcañiz. Ese año se empezó a competir en el Circuito Guadalope, que constaba de un recorrido urbano, y en el que llegaron a competir grandes pilotos como Carlos Sainz Sr.
Dicho esto, es más que obvio que para la zona y para los propios alcañizanos, MotorLand es mucho más que un lugar donde se realizan pruebas de motociclismo y automovilismo. Para muchos es su gran pasión, y para otros su sustento económico. Sin embargo, ¿realmente es rentable la importante inversión que se realiza cada año para que el circuito funcione?
Inversión a fondo perdido, ¿o no?
Si se tiene en cuenta simplemente el dinero que se ha invertido en MotorLand durante estos años, se podría decir que el proyecto es un fracaso. Las cifras ofrecidas por las fuentes oficiales suponen unas pérdidas cercanas a los ocho millones de euros cada año. Por tanto, está más que claro que los ingresos por la venta de entradas en las principales competiciones o el alquiler del trazado para realizar tandas privadas ni se acercan a los gastos que supone tener todo el complejo en funcionamiento.
Por esto, es importante mirar mucho más allá de lo que los números dicen de manera directa. Santi Abad, gerente del circuito, explicaba hace unos meses en una entrevista concedida a El Periódico de Aragón que pasan por el Bajo Aragón más de 100.000 personas el fin de semana de MotoGP, lo que genera más de 30 millones de euros que aportan a la economía local. Estas palabras de Abad permiten entender a la perfección la riqueza que MotorLand produce en la comarca. Las pérdidas no son más que una inversión destinada a una zona que realmente necesitaba algo así.
Por ello, el Gobierno de Aragón, la DPT, y el Ayuntamiento de Alcañiz siguen confiando y apostando por el proyecto. Lo explica el periodista alcañizano Javier Vílchez:
– “Mirémoslo en perspectiva con otras inversiones. La Expo de Zaragoza, por ejemplo, se cae a pedazos. MotorLand al menos tiene una utilidad en el presente, y la seguirá teniendo en el futuro. El problema aquí es que se vende solamente como MotoGP, y hay más de 250 días de actividad al año en el circuito. Esto es en gran parte culpa de los propios dirigentes de MotorLand. Deberíamos hacer todos un esfuerzo por darle visibilidad al gran uso que se le da a este sensacional complejo deportivo.”
Un 2020 difícil, y un futuro incierto
En la actualidad, la realidad es que el provecho económico que sacaba la provincia de Teruel de MotorLand se ha venido abajo debido a la pandemia del Covid-19. Ya no hay público que acuda a las competiciones. Tampoco hay la misma cantidad de trabajadores dentro de las instalaciones, ya que su número se ha reducido considerablemente. Como es lógico, el golpe para un circuito así es muy grande.

A esto se le suma la incertidumbre ocasionada por el rumor de que a partir de 2022 los Grandes Premios que se disputen dentro de la Península Ibérica deberán ir rotando en el calendario del mundial de MotoGP. Las pistas de Montmeló (Cataluña), Motorland (Aragón), Cheste (Valencia), Jerez (Andalucía) y Estoril (Portugal) son las afectadas. La organización del campeonato del mundo quiere que estos cinco trazados dejen dos huecos para que entren otros nuevos, y así poder crear nuevos mercados. Esto supondría que el mayor campeonato de motociclismo a nivel mundial pasaría a correr en Alcañiz cada dos años, en vez de cada año.
La situación a la que se enfrentan los responsables del trazado alcañizano es muy complicada, ya que además este 2021 es el último año para el que el circuito tiene firmada la presencia de las MotoGP. Ante tal escenario, se deberán buscar otras competiciones que puedan suplir a la categoría reina, al menos durante el año que no corran en Aragón. Desde la capital bajoaragonesa se llegó a plantear la posible llegada de la F1, pero el canon de entrada supera los 25 millones de euros, una cifra completamente desorbitada para las posibilidades de los responsables del trazado aragonés. Sin embargo, aún con esta situación, Vílchez sigue teniendo esperanzas con el futuro de MotorLand:
– “Pase lo que pase yo sigo siendo positivo. En 2020 no hubo casi carreras, pero MotorLand ha seguido trabajando. Indudablemente, si MotoGP deja de venir cada año se notará. Van a tener que trabajar para sacarse de la manga alguna otra competición como las nuevas que ya han ido llegando: Mundial de Turismos, etc.
Tras doce años de lucha, MotorLand Alcañiz se encuentra ahora en una posición realmente delicada. Tampoco se encuentran en mejor posición ni la provincia de Teruel ni el Bajo Aragón en su totalidad, que serían los grandes perjudicados en caso de que el circuito tuviese que echar el cierre. Los dirigentes deben pensar y encontrar una salida que consiga mantener el apoyo del Gobierno para seguir adelante.
Pero existe una gran ventaja que llama a ser positivos: el trabajo y la profesionalidad mostrada por el personal. Durante la última década, el GP de Aragón ha sido declarado el mejor del año en varias ocasiones. Pequeños reconocimientos como este pueden ayudar a sobrevivir tanto a Alcañiz como a MotorLand, y así poder seguir en lo más alto.