«El gordo que la pisa bien»
Luis Vallejo y Eduard Peralta//
Javier Ibarra (Kase.O) es uno de los principales raperos españoles del momento. Su éxito viene, en gran parte, vinculado a su evolución como compositor. Ha pasado de ser “La palmera que se dobla pero aguanta el huracán” a “El gordo que la pisa bien”.
Pese a su aspecto desaliñado, algo desatendido y a esa imagen de “malote” que siempre ha mostrado, Javier Ibarra ha demostrado a lo largo de su carrera su faceta más amigable y cercana. Como no podía ser de otra forma, eso termina siendo reflejado en sus creaciones. Sus exitosas letras recogen un emotivo y personal trasfondo. Probablemente, una de las claves del éxito del compositor zaragozano reside en estas canciones tan cargadas de fuerza interior del autor. Esta imagen de sí mismo es lo que representa el personaje de “Kase.O”. Un tipo que se ha convertido en un referente para muchos, y en un ser entrañable y querido por otros tantos.
Javier Ibarra Ramos (Zaragoza, 1980) -más conocido como Kase.O– es uno de los raperos españoles más importantes de la historia. Para muchos, no ha habido uno mejor de habla hispana. El zaragozano, siempre orgulloso de su tierra, -su tema Soy de Aragón lo evidencia– ha ido creciendo año tras año a través de sus rimas y ritmos. Con solamente trece años, influenciado por su hermano mayor, comenzó a adentrarse en un mundillo que le terminaría engatusando y del que ya nunca saldría.
https://www.youtube.com/watch?v=VfEgaiiuhWo
Después de vivir una infancia, según él mismo, “superguay”, el bueno de Kase.O terminó convirtiéndose en uno de los componentes de “Violadores del Verso”, donde saltaría al estrellato junto a Sho-Hai, R de Rumba y Lírico durante la primera década de los 2000. Un lanzamiento al estrellato previo a la separación del grupo y sus proyectos individuales, época en la que “Jodeculos” Ibarra no ha frenado su crecimiento, incluso llegando a ser el pregonero de las Fiestas del Pilar en 2017.
https://www.youtube.com/watch?v=AF7qiDJ7DMI
Kase.O conforma un personaje que va mucho más allá del propio rapero. Desde el joven furioso con ganas de cambiar el mundo hasta el amigable adulto que fusiona estilos, el aragonés ha ido enlazando su música con las distintas etapas vitales que ha experimentado. La palmera que se dobla pero aguanta el huracán se ha terminado convirtiendo en El gordo que la pisa bien. Esa persona mayor que da el resto en las pachangas de barrio que continúa gustándose cada vez que tiene el balón.
https://www.youtube.com/watch?v=1vbZMpRTT5M
Dentro de ese proceso de conversión personal y creación de su figura legendaria del rap, el gran éxito del cantante zaragozano fue llevar el hip-hop a un público global y sobrepasar los márgenes del rap, muchas veces impuestos por el propio género. En ‘El Círculo’, el mejor disco de su trayectoria, combinó ecos del Javier Ibarra adolescente (‘Viejos ciegos’) con canciones de amor (‘Amor sin cláusulas’), eróticas (‘Mitad y mitad’), divertidas (‘Mazas y catapultas’) y llegó a desnudarse emocionalmente (‘Basureta’). Un recopilatorio de temas que, como él mismo reconoce, le colocó en lo más alto de su vida profesional y, por tanto, inició su descenso. Una caída que no le impide seguir estando en lo más alto.