¿Qué coño pasa si mezclas mujeres artistas, feminismo y fanzines?
El primer número del fanzine de Quién coño es ya es una realidad. Esta iniciativa nació en mayo de 2015 en Zaragoza y reivindica el papel de las mujeres en la historia de la creación artística.
¿Dónde coño están las mujeres en el arte? Y en los museos, ¿dónde se encuentran? ¿Dónde están los cuadros de aquellas que con sus pinceles narraron el curso de la historia? En las pinacotecas somos las musas, los objetos de deseo, las odaliscas, las venus y vírgenes. Nuestras obras no cuelgan de las paredes y en los tratados de arte pasamos de puntillas o directamente somos ignoradas. La Historia del Arte se ha dibujado durante siglos en masculino, en masculino singular, y las mujeres artistas han sido relegadas a musas, esposas de o simplemente han caído en el olvido.
Hasta que, un día de mayo, la historiadora zaragozana María Bastarós decidió desempolvar las vidas extraordinarias de estas artistas olvidadas. Y así surgió Quién coño es, que como otras muchas buenas ideas, nacía fruto de un enfado. María estaba acabando la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza y se sentía indignada con el temario que impartían en la Universidad. No solo no se enseñaba la obra de mujeres artistas sino que tampoco se mostraban los contextos históricos que habían llevado a que las mujeres no hubieran podido desarrollar esa faceta artística. Así que, un buen día, decidió diseñar unos carteles donde apareciera la biografía de una artista olvidada y los colgó en el departamento de Historia del Arte de la Universidad.
-¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de crear Quién Coño es?
-No me basé en algo en concreto. Hay mucha gente que me pregunta por Guerrilla Girls porque lo identifica un poco con esto, pero no estaban en mi cabeza a la hora de crear Quién Coño es. Igual lo estaban a un nivel subsconciente o de bagaje pero…así, fuertemente, lo que más me influyó fue el artículo de la historiadora del arte Linda Nochlin, que en el 71 reflexionó sobre por qué no ha habido grandes mujeres artistas. También la obra de Patricia Mayayo, Historias de mujeres, historias del arte, que muestra una visión feminista de la historia del arte, o el libro de la escritora Virginia Wolf Una habitación propia. Además, tres días antes de empezar la campaña fui al cine con una de las colaboradoras del fanzine a ver Una plegaria punk, eso me dio un subidón y ganas de hacer algo.
La primera figura que reivindicaba Quién Coño es era la de la artista cubana Ana Mendieta, asesinada por su pareja, el también artista Carl Andre. Justo coincidió que en ese mismo momento el museo Reina Sofía dedicaba una exposición a Andre, acusado del asesinato de Mendieta y que luego fue absuelto por falta de pruebas. María decidió denunciar esa situación y empapeló con la biografía de Mendieta los pasillos, despachos, ascensores y baños de la planta de Historia del Arte. Pese a que estos primeros carteles duraran solo 20 minutos, esta acción urbana no había hecho más que empezar. “A los pocos días hablé con una profesora de ese departamento que es feminista y para la que yo había hecho algunos trabajos de mujeres artistas y me dijo que ella ni siquiera los había visto”, explica la precursora de la campaña.
Por lo tanto, esa repercusión que buscaba María dentro del campo académico, aquella que serviría para llamar la atención de los profesores, no fue tal. “Sin embargo, hice una página de Facebook y a través de las redes sí que tuvo mucha repercusión. De hecho al día siguiente me llamaron para una entrevista en el Periódico Diagonal”, cuenta María. Quién coño es siguió creciendo. María fue haciendo más carteles y, a través de Facebook, comenzó a crearse una red de mujeres que querían colaborar con el proyecto. “Yo no sabía cómo dar pie a esa colaboración, así que lo que hice fue disponer los carteles para libre descarga en Media Fire y así todo los que quisieran las podían descargar, imprimir y difundir”. Pronto comenzó a recibir fotografías de gente que había decidido colgar estas biografías por distintas Universidades de España e incluso de Latinoamérica. “Una Universidad del País Vasco lo colgó en el departamento de Historia del Arte, donde a mí me los habían quitado, y ahí los pusieron en una vitrina”. La campaña fue creciendo y cada vez más mujeres artistas eran rescatadas del ostracismo al cual la historia del arte les había relegado.
Tras Ana Mendieta llegaron Faith Ringgold, Angelica Kauffmann y otras tantas artistas que la historia había olvidado injustamente. Además, Quién coño es no solo se limitaba a hablar de la artista, sino que en él cada mujer servía para abordar un tema transversal. Ana Mendieta le permitió a María hablar sobre cómo los agentes del mundo del arte cerraron filas en torno a Carl André cuando fue acusado del asesinato de Ana y de cómo la cultura machista en la que vivimos seguía proponiendo exposiciones de Carl André y marginaba la obra de Mendieta. El segundo cartel hablaba de la artista afroamericana Faith Ringgold y denunciaba de la doble discriminación que sufrían las mujeres artistas por el hecho de ser mujeres, y a la vez no ser blancas. La vida y obra de Angelica Kauffmann sirvió para destacar que también hubo mujeres de clase alta que sí que pudieron acceder a una educación artística. Sin embargo, tal como explica María, les eran vetadas ciertas facetas de esa educación. “Kauffman estuvo en la Royal Academy pero no podía asistir a las clases de pintura al natural, por lo cual no pudo aprender a dibujar desnudos”. En esa época, los grandes formatos que permitían a los artistas mantener cierta independencia económica eran los mitológicos e históricos que estaban repletos de desnudos. Por lo tanto, si no sabías dibujar una figura desnuda estabas condenada dentro del mundo del arte.
Pero Quién coño es no solo se limitaba a pegar carteles. Desde las redes sociales, esta iniciativa hizo un llamamiento a artistas pidiéndoles que enviaran sus collages. La idea fue todo un éxito y recibieron numerosas obras basadas en las mujeres artistas. Más adelante surgió la posibilidad de hacer un fanzine. María había estudiado ilustración y luego Historia del Arte. Estaba en asambleas feministas, como Feminismo Unizar, pero sin embargo no había hecho ninguna iniciativa que mezclara feminismo y arte.
-¿Y por qué el formato fanzine?
-Por un lado, el formato fanzine siempre me ha encantado. Con veinte años ya hice un fanzine muy cutre que se llamaba Macabro de comer un zombie, ese era el nivel… pero me gustaba porque te da una libertad absoluta. Este de Quién coño es, es cierto que sí que es un poco más de diseño, pero me encantan los fanzines en los que hay trozos coloreados a mano, cada uno es diferente, y el objeto en sí mismo es como unas una pieza artística.
Por otra parte el fanzine te da libertad, no solo en el diseño, sino también en los contenidos. Creo que todo lo que contraviene un discurso ortodoxo, ese discurso oficial dado desde la academia y desde la disciplina de historia del arte, tiene que ser autogestionado porque si no te coartan a un nivel u otro. Con lo cual, si quieres decir algo como tú consideras que debe decirse, tienes que currártelo tú, pagártelo tú, moverlo tú…porque si no es muy difícil.
-Me pregunto si a través de los fanzines se puede llegar al público general…
-Ese es el gran problema. Los fanzines te dan una libertad absoluta de contenidos pero el circuito es bastante reducido. Tú puedes ir a la Feria de Autoedición Anarquista de Madrid y puedes encontrar cosas muy chulas pero tú vas allí porque quieres, porque ya sabes lo que te vas a encontrar. En una mesa redonda en la Complutense dije que el feminismo tiene que usar todos los instrumentos que tenga a su alcance, aunque no nos gusten. Por ejemplo, ahora Moderna de Pueblo está publicando viñetas feministas en la Cuore, que es el medio más nocivo para las mujeres…tanto por cómo nos refleja, como por cómo hace que nos sintamos hacia las demás. Es una revista terrible. Pero sin embargo, ahí precisamente es donde tienen que estar esas viñetas. Que esas viñetas estén en mi fanzine, realmente no tiene relevancia. La gente que accede a Quién coño es tiene ya ese tipo de ideas, ha gestado ese tipo de pensamiento. Pero en la Cuore, donde las chicas están disfrutando viendo los Uggg y los Arg que les ponen porque se les ve un pelo o tienen ojeras…allí es donde tienen que ir realmente los contenidos feministas. No hay que rechazar eso. Mucha gente considera que es un insulto que esas viñetas se incluyan en una publicación así. Yo creo que ahí es donde son necesarias. Si nos encerramos en nuestra casa okupa realmente conseguimos muy poco
Una vez decidida la idea, María hizo una convocatoria abierta a través de Facebook. “También hubo gente a la que recluté como Ana Quintana, que forma parte de Chavalas Zine y mi amiga Melanie Aliaga. Más adelante me llamó Mónica, ella trajo a Mery y luego llegó la maquetadora Geraldina”. María reunió a un grupo de mujeres feministas y entusiastas del arte que comenzaron la dura labor de la creación del fanzine.
El primer número de Quién coño es vio la luz en el mes de octubre, y cuenta con artículos de María Bastarós, Ana Quintana, María Añover, Mónica Cano, Sandra Á. Sánchez, Laura Dalmau y Melanie Aliaga. En ellos, las autoras profundizan sobre temas tan diversos como el collage asociado a lo revolucionario, a los fanzines y al feminismo; la maternidad y el aborto; el arte transfeminista; la obra de las fotógrafas Claude Cahun y Marcel Moore; el papel de las mujeres en la música electrónica a través de la figura de Delia Derbyshire; la obra de Stefanie Sargent y el asesinato de Mía Zapata, cantante de The Gits); el colectivo Hits with Tits, que edita recopilatorios formados por al menos una componente femenina; y la artista Coco Riot.
-¿Cómo os financiasteis?
-Los primeros que imprimimos hace un mes los pagué con dos joyas mías que vendí. Así lo financié. Ahora está yendo muy bien y hemos recuperado dinero. Lo que me gustaría es que esto se convirtiera en algo sostenible, que pudiera pagar a la maquetadora, y un poco por cada artículo. Parece que cuando hay una base ideológica cada uno lo hace porque quiere y no se merece ningún tipo de remuneración. Pero yo creo que lo verdaderamente bueno sería encontrar trabajos en los que tu ideología no se pusiera en cuestión. No hacer eso en tu tiempo libre y luego trabajar en un medio capitalista que te reviente.
La historiadora explica que no ha tenido críticas y que la acogida del fanzine ha sido muy buena. Ella considera que el arte no es un tema tan peliagudo como otros que se tratan desde el feminismo. María cree que cuando se dice que las mujeres artistas están subestimadas, la gente que oye el discurso igual se identifica más con el concepto artista, porque todos somos artistas frustrados, que con el concepto feminismo. “Sin embargo, si yo digo ‘las mujeres mueren todos los días asesinadas por su pareja’, eso sí que provoca muchas críticas porque hay gente que se siente directamente interpelada… entonces, protestan”. Cuenta que cuando ha hecho otro tipo de activismo más social, sí que ha recibido críticas muy fuertes. “Pero bueno, es mi campo y creo que el feminismo debe estar en todos los frentes”.
La idea de María tras este primer número de Quién coño es, es seguir haciendo convocatorias para que todas las chicas que quieran puedan participar en el fanzine, tanto artistas como gente que quiera redactar artículos.
-Con estas primeras redactoras que han querido colaborar se ha formado un núcleo duro, en mi cabeza tienen prioridad para continuar siempre que quieran escribir pero lo que me interesa es que cualquier persona que quiera colaborar pueda hacerlo. No cerrarnos como colectivo sino que esto vaya mutando y evolucionando. A la maquetadora me la quedo, eso sí.

Como bien dice su declaración de intenciones, Quién coño es aspira a reescribir la historia del arte con una perspectiva de género. María cree que es necesario, y que no solo pasa por respetar la estructura actual de la historia del arte simplemente añadiendo mujeres, sino por que se eliminen también los conceptos claves en los que se basa, como por ejemplo el de genio.
-El término genio hace referencia a una persona que tiene un talento, que vence todo tipo de obstáculos y acaba alcanzando la fama y la celebridad. Ese término, que se utiliza mucho en la historia del arte, es un mito, una tergiversación de cómo suceden realmente las cosas. Lo que hay que hacer es reescribir la historia del arte desde una perspectiva social, teniendo en cuenta los contextos históricos que han llevado a que haya habido ciertos tipos de personas que han desarrollado arte y otro tipo de personas que no tengan acceso a una educación artística ni tampoco a la contemplación del arte. Por ejemplo, a muchas mujeres de clase alta del siglo XVIII se les enseñaba a tocar el piano, pero solo para entretener a los invitados. No había un contacto creativo con el arte, porque no se les permitía.
-Los hombres son los genios, las mujeres las musas.
– Eso es. Mira, en el Museo del Prado pusieron en marcha un proyecto llamado “Museos en Femenino”, que pretendía dar una lectura de género dentro de los museos. ¿Qué sucede? Que en el Prado, de las casi 8.000 pinturas que alberga, solo cuatro son de mujeres. Ese proyecto lo único que hace es reflejar los retratos de mujeres campesinas, obreras…no simplemente el de odalisca desnuda y tumbada en un bosque. Pero falta esa contextualización, que no se asimile que la mujer no siempre tiene que ser el objeto retratado de una forma u otra, sino que también puede ser productora de arte.
Además del fanzine y de Quién Coño es, María sigue buscando otras acciones concretas con las que reescribir la historia del arte. Actualmente lleva a cabo un proyecto ficticio, por ahora, dentro del máster de Gestión Cultural que estudia. El proyecto consistiría en la ocupación de un pueblo del Pirineo donde pudieran venir artistas, así como historiadoras del arte que pudieran dedicarse a reescribir cada periodo cronológico teniendo en cuenta esa visión de género.
También había pensado en presentarse a la bienal Mujeres en las Artes Visuales 2016, organizada por la Asociación Mujeres en las Artes Visuales, una convocatoria abierta a propuestas artísticas en diversos formatos. María ha pensado organizar través de la página de Quién Coño es un proyecto de comisariado online, y un catálogo que reuniera obras de distintas mujeres.
Más allá de todos estos proyectos de futuro, el fanzine de Quién Coño es seguirá recorriendo la geografía española reescribiendo y redescubriendo el arte feminista, página a página.
Autora:
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![]() 22 años en el DNI,17 para los porteros de los bares.Me gusta cundir, hablo mucho, soy un imán para catástrofes y anécdota andante. Cualquier día publico un libro y me hago famosa, mientras tanto escribo sobre las vidas de los demás. Colecciono recuerdos a través de postales y cuando tengo dinero viajo para ampliarlos.
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