Cultura Cannábica: El enraizamiento del Cañamo (II)

Pablo Torres Almunia//

El Cannabis es una planta milenaria que ha formado parte de la historia de la humanidad. Estudios recientes demuestran que el Cannabis está ligado directamente con usos medicinales y terapéuticos, a la vez que con usos lúdicos o recreativos. En los últimos años muchos son los países que han decidido escoger una alternativa a la prohibición dar luz verde a la legalización, obteniendo resultados sorprendentes.
Cogollo de marihuana
Cogollo de marihuana

Las tres especies de la planta,  la Cannabis Sativa Sativa, la Cannabis Sativa Indica y la Cannabis Sativa Ruderalis, poseen una serie de características que han sido replanteadas en los últimos años.  Ésta última variedad está de moda por sus altos niveles en CBD (Cannabidiol), y sus bajos niveles en THC (Tetrahidrocannabidol). El primer componente tiene beneficios medicinales significativos y el segundo añade el estímulo psicoactivo en el consumo, ambos son la base fundamental de la genética de la planta. Descubrimientos como éste han supuesto un cambio de paradigma en cuanto a la percepción social del Cannabis.  Los usos recreativos o lúdicos que también se contemplan en textos académicos, ligan esta planta con la reflexión y el placer. Los beneficios para usos medicinales que posee esta planta se han transmitido a lo largo de los años, pero tras las prohibiciones de finales del siglo XX arrojaron un halo de invisibilidad sobre sus diferentes aplicaciones. «La prohibición del cultivo del cannabis tuvo su origen en Estados Unidos y está llena de prejuicios raciales,  desconocimiento y también intereses económicos de grandes empresas», así lo indicó la eurodiputada Estefanía Torres. 

La introducción del cannabis y de uno de sus componentes, el Tetrahidrocannabidol (THC), dentro de las listas de estupefacientes de la ONU en 1961 y 1971 junto con otras sustancias muy diferentes como la heroína o la cocaína; expandió  la consideración de la planta de cannabis como un material peligroso y sin ninguna importancia médica o terapéutica. La politización del asunto del consumo de drogas ha arrojado también un halo conservador de desconocimiento nada acertado.  La criminalización de la marihuana contribuyó en gran medida a mantener la ignorancia acerca de la planta. Un senador estadounidense de Texas pronunció en una sesión parlamentaria esta frase: «Todos los mexicanos están locos y es esta hierba la que los vuelve locos». La ilegalización en España fue directa tras la adopción de la convención de la ONU. 

La castigada industria del cáñamo

Las industrias farmacéuticas y petroquímicas desestimaron su valor medicinal y apostaron por materiales como el nylon, el neopreno, o la lycra; para mediados del siglo XX. Éstos fueron competidores efectivos en el mercado de la industria textil del cáñamo, un material bastante más ecológico que los derivados del petróleo. La lucha contra las drogas incluyó algunos titulares que desinformaban y generalizaban el temor. Se divulgaron eslóganes como: «La hierba, un trampolín hacia la heroína» o «Fume usted cigarrillos de marihuana durante un mes y lo que una vez era su cerebro, no será más que un almacén de horribles espectros». Actualmente en España más del 7% de la población afirma consumir marihuana (como mínimo) mensualmente, según datos del periódico El Mundo. Además, casi el 3% de la población se manifiesta consumidor habitual, un dato que demuestra una consolidada existencia en España de la cultura cannábica. 

La planta del Cannabis enraizada en España 

Es tradición habitual que los municipios y las localidades posean escudos en los que salen reflejados armas y banderas pero llama la atención cuando comparten espacio con  una planta con mucha historia que ha sido perseguida en los últimos 100 años: El Cannabis. Una o varias hojas verde oscuro con siete o cinco puntas representan una larga tradición de su cultivo. Cañamares es un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca, a 60 kilómetros de la capital y con menos de 700 habitantes.  Sus habitantes son conocidos como «cañamareros», debido a que uno de sus cultivos principales siempre ha sido el cáñamo.  

Callosa de Segura es una localidad alicantina con algo más de 18.000 habitantes, históricamente se ha conocido como la capital del cultivo del (cáñamo, la variedad del cannabis) en España.  A principios del siglo XX, el municipio manufacturaba las varillas y fibras de las producciones vecinas de la zona de la Vega Baja y las exportaba. Esas fibras sirvieron para la creación de cuerdas, velas, zapatos o incluso alimentos. Un sinfín de utilizaciones que le otorgó una reputación durante el siglo XVI que les convirtió en exportadores fundamentales para América del Sur. Anteriormente en el siglo XV, el cáñamo les sirvió para fabricar las velas de la Pinta, la Niña y la Santamaría; los barcos de Cristóbal Colón.

Santa Cruz de los Cáñamos es el nombre de otra pequeña villa, situada esta vez en el Campo de Montiel (Ciudad Real), que adquirió este nombre debido al importante cultivo del Cannabis que allí se encontraba. Hoy tiene alrededor de 530 habitantes, el ayuntamiento estima que su población puede desaparecer en 20 años. 

Un nuevo proyecto de repoblación ligado al Cannabis

Un vecino del pueblo ha decidido promover una iniciativa que puede tener un importante resultado en el futuro del pueblo, así lo reflejó el periódico Lanza (Diario de Castilla La Mancha). Con la colaboración del Ayuntamiento, se ha creado la Organización No Gubernamental Lazos Verdes, que defiende el desarrollo rural de Santa Cruz de los Cáñamos. El plan propuesto consiste “a través de un desarrollo económico y social sostenible” entre empresa privada y municipalidad, en establecer el Cannabis como especie de cultivo principal para aprovechar el abanico de usos y beneficios que ofrece la planta. Se pretende concretar la producción en la localidad para posteriormente comercializar al exterior, sin la existencia de intermediarios. El proyecto integrará la participación de la población en los diferentes procesos y defenderá su objetivo de preservar los recursos históricos, culturales, turísticos y recreativos que tiene el Cannabis. El proyecto persigue la transversalidad  y pretende desarrollarse de manera apartidista y recibir subvenciones de la Unión Europea. 

La ancestral cultura cannábica 

Los primeros registros que se tienen del cannabis proceden de las zonas de Mongolia, la zona sur de Siberia y China, donde el cannabis era utilizado desde el 4000 a.C. para extraer fibras vegetales. El primer registro que se tiene de su uso medicinal aparece en la literatura China y data del año 2737 a.C. La India y las poblaciones ubicadas en torno a la cordillera del Himalaya consideran esta planta sagrada. La Amritao Bhang es una bebida espiritual hindú elaborada a base de Cannabis Sativa Indica que se ha tomado tradicionalmente para paliar entre otros, los síntomas del delirum tremens causado por el alcohol.  El imperio Persa registró los usos de la planta del Cannabis, tanto del macho de la planta el cáñamo, como de la hembra, la marihuana; en Avesta, la colección de sus libros sagrados. De igual manera que la China del emperador Shen Nung lo había hecho en una farmacopea oficial y en su literatura.

Su llegada a Europa no tardó tanto como puede imaginarse. 1500 años antes de que se registrara el nacimiento del hijo del dios cristiano , la sociedad escocesa ya utilizaba fibras vegetales de cannabis. La cultura islámica, introducida en España durante los 500 años que permaneció Al-Andalus en la península, ha utilizado el Cannabis de diferentes formas en los diferentes países que la conforman. Sus integrantes fueron grandes agricultores y maestros de los sistemas de regadío utilizados a posteriori en todo el mundo.  “Hashish”, que significa hierba en árabe, es también el nombre utilizado para designar a la resina de cannabis, sustancia ilegal bajo la prohibición existente. Marruecos país separado tan solo por 5 kms de mar de nosotros,  es actualmente el primer productor del mundo de hachís. Un informe nacional estableció en 2017 que la resina de cannabis, fue la sustancia incautada a los españoles en mayor cantidad, alcanzando los 380.361 kilos en total. 

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Cannabis

En el continente Europeo, y en concreto en países donde actualmente existen leyes prohibicionistas casi totalmente como Bélgica, Francia o Suiza, hay zonas en las que se han dedicado al cultivo del Cannabis de manera tradicional. Sin embargo, actualmente las leyes limitan el cultivo de la planta exclusivamente a unas variedades concretas con unos niveles de THC mínimos.  En Francia en la región de Île de France, se encuentra la localidad de Chennevières-lès-Louvres. Aquí el vino y el cáñamo eran los principales productos que se exportaban, tal y como refleja actualmente su bandera. Además la región belga de Hamme en Bélgica y el escudo de Wangen- Brüttisellen en Zúrich, demuestran su arraigado uso.  No sólo encontramos algunas referencias puntuales sobre espacios o territorios donde el cannabis ha sido relevante en Europa. La historia de la humanidad ha estado acompañada en un momento o en otro, por esta planta y por la cultura cannábica que le rodea.  

Jamaica, país que ha recibido desde el siglo XX una aclamada fama por el cultivo de Cannabis, en realidad tan solo es el resultado de una confluencia armoniosa de diferentes culturas e intereses que se han ido integrando entre ellos. Frente a los deseos frustrados de los colonos ingleses de establecer en la isla cultivos de cáñamo para el uso industrial, los indios de orillas del Ganges, desplazados como esclavos hasta el lugar,  fueron quienes aplicaron sus conocimientos tradicionales y lograron cultivar marihuana y cáñamo con buenos resultados. Ambas variedades de la planta son esenciales para el Cannabis, ya que ambas son casi imprescindibles para el proceso de polinización y de reproducción natural. A su vez, los esclavos africanos introdujeron el movimiento rastafari, el cual considera Etiopía un lugar sagrado y utiliza la ganja (marihuana) como herramienta sagrada y terapéutica. Cientos de años después de la invasión extranjera, la población jamaicana se conformó como una comunidad con raíces diversas pero con unos intereses sociales muy claros y arraigados junto con la cultura cannabica, que difundió internacionalmente durante el siglo XX el cantante rastafari Bob Marley a través de su música reggae. 

El grado de adicción

Entre sus innumerables características se encuentra el inconveniente de la adicción. El estímulo adictivo que puede causar, puede no ser controlado en ocasiones. Por ello, se le ha categorizado desde finales del siglo XX como una droga. Algo que entra en duda tras conocer los usos y beneficios históricos tan extendidos. En comparación con otras drogas de la lista de la Convención de la ONU de 1971, el Cannabis (o más en concreto los cogollos de esta planta, lo que se denomina marihuana) posee unos niveles de adicción extremadamente más reducidos. Mientras que en la marihuana en concreto, el índice de adicción apunta entre el 5% y el 10% , el caso del tabaco o de la cocaína alcanza cifras del 32% y del 20% respectivamente. Además como indica la Universidad Complutense de Madrid, ni siquiera «un 90% de consumidores, no desarrollan un cuadro de abuso». 

Las utilidades del Cannabis desde tres puntos de vista

Uso medicinal. La Organización Mundial de la Salud recientemente ha reconocido el uso del Cannabis en medicina. Asegura que «su desconocimiento será el ocultamiento de una práctica milenaria que se conserva hasta el día de hoy». En la actualidad conocemos algunos de los beneficios del uso medicinal del cannabis que puede paliar los síntomas de:  glaucoma, autismo, quimioterapia o parkinson. El cannabis reduce el riesgo de obesidad y diabetes, funciona eficazmente en algunos tipos de epilepsia, aminora el dolor menstrual, e incluso es beneficioso para controlar y paliar procesos de de ansiedad y depresión. 

Uso recreativo, o el también llamado uso lúdico del Cannabis, se manifiesta  mediante diferentes actividades tantos físicas como mentales. El abanico de sensaciones y pensamientos es muy amplio, tanto de forma individual como de conjunto. Los usos clásicos versan desde la reflexión argumentada hasta la risa descontrolada. La contemplación sea con un análisis general o uno más detallado, es una de las aportaciones. Además otro rasgo conocido es que aumenta el estado de conciencia y de sensibilidad. La creatividad también está estrechamente relacionada con estos usos y beneficios del cannabis. Los estímulos del uso recreativo son tan amplios y variados que el conocimiento sobre ellos es una gran virtud. Algo que se ha llegado a denominar: meta-cognición (el conocer sobre el conocimiento) y con lo que el Cannabis tiene mucho que ver. 

El uso industrial ha decaído en las últimas décadas con la implantación de materiales plásticos. Sin embargo, la cantidad de innovaciones puestas en marcha tras la legalización en algunos países ha revolucionado el mercado global. Las propiedades que guardan la marihuana (obtenida mayoritariamente de la hembra de la Cannabis Sativa Indica) y el CBD (obtenido normalmente del macho sin semilla de Cannabis Ruderalis), pueden aplicarse y consumirse de múltiples formas. Puede inhalarse el humo de la combustión de la marihuana, como si se tratara de un cigarrillo o con un moderno vaporizador sin combustión. Puede consumirse también en gastronomía, donde hay un amplio abanico de recetas, desde platos principales hasta postres como los muffins o los brownies, tan comercializados en Ámsterdam.  En la capital de los Países Bajos, se distribuye la marihuana únicamente de manera legal en coffee-shops desde el año 1976, tras la distinción de drogas «duras» y «blandas». La cosmética también es un campo de innovaciones en pleno crecimiento donde se han producido desde bálsamos, cremas y jabones hasta lubricantes.

 

 

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