Fanfics: ¿Literatura o robo? Desde La biblia, pasando por Jane Austen, hasta Fanfiction
Alejandra Porras Monguilod //
¿Y si Hermione Granger se hubiera enamorado de Draco Malfoy, o Daryl Dixon encontrara el amor en su mundo rodeado de Zombies? ¿Y si Harry Styles o Justin Bieber se fijan en la chica que está comprando un disco en la tienda del centro de la ciudad? ¿Ivar the Boneless o Kai Parker pueden llegar a enamorarse? Todas estas dudas te las resuelven los Fanfics.

Lucha legal y apropiación
En el mundo de la invención existen dos leyes que protegen las creaciones. En primer lugar, “la ley de propiedad intelectual” se ocupa de proteger los derechos que adquiere un autor por el hecho de crear una obra. Esto se extrapola a dominios literarios, artísticos y científicos. En consonancia con la ley vienen los “derechos de autor” que aúnan los “derechos patrimoniales y morales”, que protegen el aprovechamiento, la propiedad y la integridad de una obra.
Hasta aquí la legalidad vigente en la mayoría de países. Pero en los últimos tiempos ha emergido con fuerza un fenómeno denominado fanfiction que, si bien no es nuevo, internet le ha dotado de unas dimensiones extraordinarias.
El fandom: fanfiction.net
La palabra fanfiction técnicamente significa ficción de fans, que algunas veces se abrevia a “fanfic” o “fic”. Estos nacen en la web, comunidad y/o espacio lúdico y de trabajo, fanfiction.net, que comprende todo tipo de escrituras literarias, de cine, televisión, cómics… sobre personajes, mundos o relatos ya creados y publicados por autores.
Los fanfics son una creación del usuario, no conocido, que emplea obras públicas de otros autores como referencia para su propia creación, ya sea esta por necesidad de continuar el trabajo, cambiar aspectos que no los satisfacen o explotar su imaginación en un aspecto nuevo de la creación.
Hay algunos fanfics que merecen ser mencionados: Eres mío por Amante nautico, Lado frío de la Luna por RZZMG o Nuevos comienzos por Higgles123.

Algunos autores están en contra o son poco tolerantes con este sistema. La norteamericana Anne Rice, famosa por “Crónicas Vampíricas” entre otras obras, manifestó su descontento ante la situación de los fanfics y prohibió la creación “de obras a través de las suyas”: “No permito los fanfiction. Los personajes tienen derechos de autor. Me molesta terriblemente incluso pensar en un fanfiction con mis personajes. Aconsejo a mis lectores que escriban sus propias historias originales con sus propios personajes. Es absolutamente esencial que respetes mis deseos «.
Su testimonio no caló como debía en su comunidad de fans y muchos se enfadaron y llegaron a los insultos. Sin embargo, tras estas declaraciones los fans hacen caso omiso de la escritora y continúan realizando fanfics como es el caso de Cruzando una línea más de Eirena Grau wolf.
Pero no todos los autores están en contra de esta iniciativa. Es más, son más numerosos los que apoyan la creación de fancfics y la creatividad que hay detrás de ellos. La escritora británica J. K. Rowling, famosa por la saga de Harry Potter, se siente halagada por la cantidad de fics que ha generado su producción.

También aclaró que apoyaba el Fanfiction siempre que este no llevará consigo una remuneración económica. Isabel Albert, fan de la lectura y miembro de la comunidad de Fanfiction, aclara la realidad económica que subyace a la creación de un fanfiction, “No se cobra por leer ni se paga por escribir y esto es lo que hace tan bello a Fanfiction, ayuda a promover la lectura sin economizar este arte, y da posibilidad de seguir su pasión a aquellos que no pueden permitirse una media de 15€ por libro”.
Además, la comunidad fanfiction tiene una serie de normas y métodos redactados en el apartado legislativo de su página web. Entre ellos, destaca el empleo de un término clave como es el “Disclamer”. El término se traduce en un descargo de responsabilidad de personajes, mundo ficticio, etc.

Un paseo por esta comunidad
La web Fanfiction tiene muchas puertas abiertas al público. La comunidad cuenta con versiones de libros, películas, cómics, anime entre muchas otras. La plataforma comprende un montón de categorías que clasifican los relatos: desde la angustia, que no es un apartado muy común, en Traición por Ensueños de café, a la comedia en Nunca he sido besado por Black Electric, también contamos con categorías como el suspense en Sin remordimientos por Kelsiee.
Asimismo, existen ciertos términos específicos que deben conocerse para poder entender el fenómeno a la perfección. Uno de ellos es “One shot”, que literalmente significa “un disparo”, pero que se refiere a un solo capítulo o breve relato. Tampoco debemos olvidarnos del “AU”, en español “UA”, que significa Universo Alterno y que indica que el relato no transcurre en el mismo universo ficticio de la obra en la que se basa el fanfic, sino que se ha creado un mundo paralelo en el que se desenvuelve esta creación.
“El cossover”, término de éxito de la comunidad, alude a la unión de dos mundos ficticios y a sus personajes haciendo una explosiva mezcla que encanta a los usuarios, por ejemplo Vampirismo de Enn Arr, que une el mundo de Harry Potter y Crepúsculo en un mismo relato que trata el inicio de una relación entre Edward Cullen y Hermione Granger. “En este tipo de relatos puedes llevar el fandom al límite” reza Celia Suescun, una lectora de la web.
Finalmente y, a pesar de existir cientos de términos de gran interés, no podemos olvidarnos del “Smut”, que ha causado un profundo éxito entre los lectores y que hace mención a un texto con contenido maduro o sexual.

Junto a estos términos específicos para la Comunidad, tal y como se ha apuntado, existen una serie de leyes de relevancia. Según explica Sleigh Bell Pixie, escritora de la comunidad Fanfiction, existen unas reglas tácitas sobre un tipo de “derechos de autor” en esta comunidad.
Para evitar el plagio entre autores, en la propia comunidad se emplea “El traductor”, una vertiente muy valorada que permite a un lector escribir sobre el relato del que es fan al traducir la obra de un idioma a otro. Por ejemplo, Difícil de Amar de Lady Cere, autora inglesa, que fue traducido al español por Corazón de Cristal.

Tampoco debemos olvidar el papel clave de los Beta, usuarios que leen una obra escrita con una mirada crítica y con el objetivo de mejorar la gramática, ortografía, caracterización y el estilo general de una historia antes de su lanzamiento al público. Es decir, llevan a cabo el papel del editor tradicional, realizando correcciones y dando consejos para mejorar el relato.
Además, su trabajo es altruista y por amor a la literatura, por lo que no acogen ninguna remuneración económica, aunque sí son mencionados al comienzo de la obra y reciben el agradecimiento por parte del autor. Algunos de los más conocidos y valorados son FanficManiac186 o Dios olvidado de todos.
De fan a autor de éxito
Muchos son los autores que se han hecho famosos con sus fanfics. Dos de los casos más conocidos son los de Anna Todd, con la serie literaria After, una saga de cuatro libros de amor que dio sus primeros pasos en la comunidad Wattpad, y E.L. James, el conocido autor del libro 50 Sombras de Grey.
En el primer caso, el libro trata del romance entre Hardin y Tessa al comienzo de la etapa universitaria. Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver con fanfiction? Todd comenzó su obra en Wattpad, una plataforma hermana de fanfiction.net que entraña mucho más contenido original y no basado en obras ya creadas, como fanfiction.press. La historia original trata de cómo Harry Stiles, en quien se basa Hardin Scott, se enamora de una chica común.

Todd encontró la fama gracias a su fanfic, “Al principio eran cinco personas leyendo mi historia y luego crecieron a cientos y cientos y miles y miles… Fue un poco apabullante, en el buen sentido». La autora no entiende por qué siquiera ha tenido tanto éxito. Lo que sí comprende y apoya es la existencia de fanfics, ya que está fue su cuna. “Creo que la gente siempre quiere más de lo que aman, añade Todd. “Incluso cuando tu libro favorito acaba, quieres más sobre esa historia, por lo que creas tu propio mundo».
El caso de E.L. James, cuya obra, 50 sombras de Grey, ha convertido en otro de los Best Sellers del siglo XXI, fue diferente. Esta novela erótica dio sus primeros pasos en fanfiction.es, donde la autora creó su propia versión de la historia de Crepúsculo, el famoso libro de vampiros de Stephenie Meyer. James comenzó en este mundo bajo el seudónimo Snowqueen’s Icedragon y creó un universo alternativo para Edward y Bella, protagonitas de Crepúsculo que, posteriormente, se convertirían en Christian Grey y Anastasia Steele, protagonistas de la nueva obra.

Existen otros muchos autores que no han saltado a la fama, pero cuyas obras son de las más reconocidas en la comunidad. Uno de ellos es Dormiens de Dryadeh, un fic que recrea los personajes de Harry Potter y cuenta la historia sobre el naciente romance entre Draco y Hermione durante la guerra contra Voldemort.
Otra de las obras más reconocidas es La bendición y la maldición de The Black Arrow, una obra en la que el mundo de Edward y Bella se corrompe poco a poco hasta llegar a ser un relato que no tiene nada que ver con el libro original de Meyer. Asimismo, no debemos olvidar el popular libro Found a Way, de Asskicker13, donde se crea un crossover entre Daryl Dixon de The walking dead y Addison Carver de Nation Z. Sin duda, un relato para los fans de los Zombies.
Los fanfics son criticados y alabados por ser copias de creaciones originales, pero en ocasiones, pueden llegar a ser incluso mejores, convirtiéndose en verdaderas obras de arte. El mundo de los fancfics ha creado una comunidad que es un estilo de vida y que trasciende los criterios de los procesos de creación y lectura convencionales. Un universo propio por el que dejarse seducir.