Harley Quinn, el Joker y otros desamores

Dani Calavera//

Escuadrón suicida nos ha parecido más bien flojita, pero nos ha servido para algo: construir la lista de las mejores parejas anti-romanticismo de la historia del cine. Allá van

Pero qué coñazo Escuadrón suicida. Más allá de la opinión de los más expertos en el mundo del cómic y los superhéroes, que la defienden con argumentos como «es fiel al espíritu» o «no es tan mala como la pintan», por mi parte no pude evitar compararla con los Batman de finales de los 90 dirigidos por Joel Schumacher. No soy ningún experto en cómics, no me he leído uno entero en la vida, así que mi opinión sobre el film de David Ayer –imaginad que la hubiesen hecho Mathew Vaughn y su equipo… podría haber sido brutal-– supongo que no tiene la misma relevancia que la de muchos otros que sí son expertos en el tema.

Advertido esto, la encontré aburrida, excesiva, poco elegante y mal construida –¿a qué viene tanto temazo? Que pongas una buena canción no te garantiza una buena escena ni una buena película–. Me quedo con lo que se ha quedado todo el mundo: con Harley Quinn. Y más que con la actriz, con el personaje, aunque Margot Robbie está insuperable en el papel de la psicópata novia del patético y carente de carisma Joker de Jared Leto.

Pero, al menos, la relación amorosa entre los payasos criminales de Ghotam nos da pie a hablar de las mejores parejas anti-románticas del cine, tan destructivas como atractivas y tan pasionales como malignas.

DesAmor nº1: Richard Burton y Elizabeth Taylor en ¿Quién teme a Virginia Wolf?. Un par de almas torturadas que ahogan sus frustraciones con el otro ante invitados y sin ninguna vergüenza. Los dos están geniales en esta horrible aventura romántica, siendo los protagonistas de un amor que todos hemos sufrido alguna vez. En ocasiones te enganchas a alguien que sabes que no te conviene, que sabes que saca lo peor de ti… pero del que no puedes desprenderte. Este film de Mike Nichols ganador de cinco Oscar es perfecto para todas aquellas parejas cuya pasión haga imposible la idea de vivir (sufrir) junto al otro… Y con mucho, mucho alcohol de por medio. Parecido al desamor número 2.

DesAmor nº 2: Jennifer Jones y Gregory Peck en Duelo al sol. El mismísimo Oliver Stone, el drogata que mejor escribe cine del mundo, se fijó –casi calcó– en el final de este film para su resolución en Giro al infierno con Sean Penn y Jennifer López, aunque sin el romance que desprenden los dos últimos minutos de esta gran historia de amor dirigida por King Vidor. Sangre, sudor, fotografía acalorada y un tiroteo para el recuerdo–-que no voy a destripar, DEBÉIS verlo y sentirlo por primera vez o rememorarlo–, con uno de los finales más salvajes, tiernos y memorables de la historia del cine. Eso sí que es amor, joder.

duelo al sol

DesAmor nº 3: Chloe Webb y Gary Oldman en Sid y Nancy. ¿Cuánto hay de verdad en el romance entre el Sex Pistol Sid Vicious y su Nancy? John Lydon afirmó que hay muy poco de verdad en el film de Alex Cox sobre el ex-Sex pistol; sin embargo, es innegable que la historia nos mola. La versión jodida de John Lennon y Joko Ono, la pareja más atípica del mundo de la música; siguen siendo tan sexys y envidiados como el talento para amargarse la vida de Kurt Cobain y Courtney Love. El final de esta tragedia está salpicado –como ya sabéis– de drogas, paranoia, asesinato, sexo, amor y violencia… es decir, puro punk.

DesAmor nº 4: Ryan Gosling y su muñeca comprada por Internet en Lars y una chica de verdad. La relación más atípica de la lista. Y qué mala, divertidamente negra y extraña es la soledad del individuo. Un individuo encarnado por un Ryan Gosling que se aleja de las gilipolleces que le caracterizan como actor, para regalarnos uno de sus mejores papeles en esta infravalorada comedia dramática de Craig Villespie no me malinterpretéis, me encanta este tipo, pero que deje ya de hacer de «canalla sexy con buen corazón» y siga la estela de este film o de Dos buenos tipos. ¿Queréis ver cómo la amargura puede hacer florecer un extraño y bienvenido amor? Poned Lars y una chica de verdad.

DesAmor nº 5: Michael Douglas y Glenn Close en Atracción fatal. Qué buena es Glenn Close y qué injusticia haber vivido y trabajado bajo la inmensa sombra de Meryl Streep. Pero cuando se trata de mujeres torturadas, malignas y atractivas, nadie mejor que ella. Su pérfida condesa de Las amistades peligrosas y su relación con John Malckovich también podría estar en esta lista, pero nos quedamos con su psicópata solitaria que, como bien dice Tom Hanks en Algo para recordar: «¡Hizo que todos los hombres nos acojonásemos!». Y es que la relación puramente pasional de esta «pobre» y solitaria urbanita con un marido infiel hace que Glenn Close eleve a arte el adjetivo de «la otra» convirtiéndose, junto a Rebecca De Mornay, en La mano que mece la cuna, y Kathy Bates, en Misery, en nuestra psycho killer favorita. Qué duro es enamorarse sin que te correspondan… cuando estás completamente loca.

Fatal-Attraction_l

*El contrapunto Douglas: La guerra de los Rose de Danny DeVito, con Katheleen Turner. Un divorcio, paté de perro y pescados meados.

DesAmor nº 6: Juliette Lewis y Woody Harrelson en Asesinos natos. No quiero faltar al respeto a Warren Beatty y a Faye Dunaway… Pero olvidad a Bonnie y Clyde, Dick y Mallory se los cargarían a la mínima de cambio. Mi pareja favorita. Los adoro, ¿y quién no? No importa que liquiden a todo el que se ponga por delante –aunque sea el mejor Robert Downey Jr–, que se carguen a quien quieran, lo importante es que estén juntos para siempre. Oliver Stone realizó la mayor patada en los huevos a Estados Unidos con este film que, a día de hoy, sigue ostentando el récord de mayor número de planos, convirtiendo el guión de Quentin Tarantino –para disgusto de este, no le gustó nada el resultado– en la historia de amor más bonita, sangrienta, verdadera y genial que puedas ver una madrugada en la MTV escuchando a los Guns and Roses… Porque no se trata de mandar a la porra la sociedad y el consumismo estadounidense, se trata de que Dick y Mallory nos pillen haciendo uso de este y que nos manden a la porra ellos… con un testigo para que lo cuente.

DesAmor nº7: Jean Reno y Natalie Portman en León. El profesional. Coger el mito de la Lolita de Nabokov y Kubrick, quitar la suciedad del relato –un hombre adulto y una adolescente– y convertirla en una historia de amor verdadero. ¿Hace falta talento? Muchísimo. Porque, ¿acaso la película no nos cuenta la relación entre un asesino a sueldo y una niña? Pues sí, en parte sí. Pero, ¿recordáis verla con incomodidad, quizás con algo de desconfianza ante tal premisa? No. Os diré por qué: él también es un niño. Un niño asesino, como ella, que desea matar a los responsables de la muerte de su hermano pequeño. No hay sexo, hay amor. Ellos se quieren porque se complementan y él la protegerá por encima de todo. Uno de los planos finales más significativos que recuerdo –»Aquí estaremos bien, León»– ponen el broche de oro perfecto a una relación tan atípica como conmovedora. Luc Besson nunca creó nada mejor.

DesAmor nº 8: Gary Oldman y Winona Ryder en Drácula de Bram Stocker. Coppola se sirvió de su amor por el cine más puro –¿efectos especiales? Para qué, podemos hacer trucos con la imagen– y adaptó el espíritu –que no el texto– del inmortal libro. Siempre lo diré: este film es el mejor que he visto de amor, que no romántico. «He recorrido océanos de tiempo para encontrarte», «Te amo demasiado para condenarte»… Mucho antes de que los pedantes y vergonzosos vampiros de Crepúsculo copiasen descaradamente este sentimiento –Stephanie Meyer… qué horrible todo lo que has hecho y que tanta gente te haya seguid–-, Oldman y Ryder lo hicieron auténtico y con una banda sonora que incluía a Annie Lenox. Ni Romeo y Julieta acabaron tan mal, pero ni Richard Gere y Julia Roberts acabaron tampoco tan bien como Mina Harker y su príncipe de las tinieblas.

Amor_a_quemarropa-729763502-large

DesAmor nº 9: Christian Slater y Patricia Arquette en Amor a quemarropa. True romance de Tony Scott tiene la historia romántica más guay que podáis encontrar, por algo el inmejorable tema principal del film se titula You are so cool de Hans Zimmer. ¡Y de nuevo escrita por Tarantino! Qué romántico es el de Tennesse. Ella sabe a chocolate y él habla con Elvis Presley… y ambos harán lo que sea por estar juntos; y tranquilos, acabarán juntos. Aunque sea a base de tiros y cocaína esparcida encima de los cadáveres de unos productores y polis sin escrúpulos. «La única diferencia es que, quizás, mi hijo no se hubiese llamado Elvis… ¡Eres tan guay!». Hay mucha gente que no ha visto este film con brillantes secundarios. Haced el favor de ponerlo, pero ya, porque es el más encantador de la lista.

Autor:

Sandra Lario foto Sandra lario nombrelinea decorativa

Crítico de cine en ZTV y Heraldo.es. Creador, presentador y realizador del programa más extra-elegante de cine: «Unas cuantas Pelis». ¿Lo único que importa? Cine, música, escribir, mucho café, cine y música. Apasionado de la música y el cine tanto escrito como realizado, rodado y proyectado. Emocional y moralmente incapaz de escoger un género ¡Todos son buenos mientras sea buen cine!

Twitter Blanca Uson


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *