Puente aéreo Zaragoza-Tokio
Santiago Peribáñez//
Madama Butterfly recoge la sensibilidad propia del país nipón
En ocasiones, el arte va mucho más allá de la simple belleza. Puede denunciar una injusticia o ensalzar un héroe que había permanecido anónimo. Otras veces el arte se convierte en puente entre personas o incluso culturas, como es el caso de la ópera Madama Butterfly. Esta ópera, compuesta por Puccini en 1904, narra el matrimonio entre un oficial norteamericano y una geisha japonesa. Desde el día de la ceremonia el choque cultural se hace patente, postrándose Madama Butterfly a los pies de su marido y siendo repudiada por su familia. El comandante estadounidense parte en su navío y la joven geisha permanece a la espera durante tres largos años, cuando su marido vuelve solamente para recoger al bebé que ambos tuvieron.
Ikebana y lirismo italiano
A pesar del reducido elenco y la corta trama, esta ópera se mantiene entre las más representadas del mundo, además de contar con una de las arias (pieza musical italiana) más conmovedoras: Un bel di vendremo. Buena parte de su éxito radica en saber conjugar la delicada belleza nipona con el lirismo habitual en las composiciones italianas. Todo el argumento se desarrolla en un único escenario, el hogar del matrimonio, por lo que la puesta en escena ha de cuidar hasta el último detalle. La mayoría de las representaciones se sirve del ikebana, el arte floral japonés, para mostrar la singular belleza del país asiático. En esta mezcla de orden y delicadeza bajo una aparente normalidad subyace el encanto de Madama Butterfly. Como las flores, la pequeña geisha es delicada y tímida, siempre de rodillas e inclinada ante su marido. Sin embargo, cada uno de sus gestos otorga una belleza sin igual a su porte. Las líneas musicales que representan a esta muchacha mantienen la delicadeza gracias al destacado papel del metalófono.

La fragilidad nipona contrasta con la arrogancia del oficial americano, que se manifiesta en sus diálogos y también en el predominio de las trompas y demás instrumentos de viento metal. A pesar de partir del mismo material, los dos instrumentos suenan tan diferentes como distintas son las pretensiones de cada miembro de ese matrimonio. Esta ópera es una gran oportunidad no solo para conocer una cultura tan exótica como la japonesa, sino también para sentirla. Con frecuencia, nos acercamos a otra civilización tratando de aprender datos y ritos sin darnos cuenta de que lo esencial son los sentimientos que hay detrás. Madama Butterfly es la suma de ambos elementos bañados en lirismo.