Delitos y cine: programación de la Filmoteca para la próxima quincena

Jorge Marco, Pablo Gracia y Julio Beltrán//

Programación cinematográfica para la próxima quincena disponible en la Filmoteca de Zaragoza

 

  •  ¿Te acuerdas de Dolly Bell? (Emir Kusturica, 1981)

En los suburbios de Sarajevo a finales de la década de los ’60 nos topamos con Dino, un joven rebelde —como todos— que sueña con ser famoso junto a su banda de rock. El problema es que no ha nacido en Estados Unidos sino en Yugoslavia y que su barrio está repleto de matones, chulos y prostitutas. A esto, además, hay que añadirle un padre que se mueve entre la tiranía y el cariño y que acrecienta aún más el agobiante calor del verano bosnio. Por si fuera poco, Dino terminará por enamorarse de una señorita de compañía llamada Dolly Bell, acto que pondrá en grave peligro su propia existencia.

El primer largo de Kusturica ofrece ya algunas de las claves de su cine posterior, a partir de ¿Te acuerdas de Dolly Bell? exagerará las situaciones inverosímiles sucedidas en un marco completamente real, dotando a la película de una especie de realismo mágico que se convertirá en sello de toda su filmografía. En la película que nos ocupa, esta manera de hacer cine es mucho más comedida y, por tanto, más aburrida. Los intentos de Kusturica por narrar una historia de juventud y rebeldía se acaban disolviendo en una especie de quiero y no puedo, alargando las situaciones hasta un máximo que acaba por resultar algo pesado.

Aun así, nunca está de más ver la ópera prima de un director, aunque en este caso sea solo para alabar su mejora posterior, como ocurriría con su siguiente película, Papá está en viaje de negocios, mucho más lograda.

Lugar: Filmoteca de Zaragoza

Proyección: Finalizada

  • Papá está de viaje de negocios (Emir Kusturica, 1985)

Rodada en Yugoslavia y estrenada en 1985 con el favor absoluto de la crítica, esta película añadió varios premios al ya por entonces gran palmarés del director Emir Kusturica.

El fondo argumental consiste en un período triste y políticamente revuelto. En 1950, habiendo roto Tito sus relaciones con Stalin, reina la inseguridad entre la población Yugoslava hasta tal punto que los propios comunistas no saben a veces qué pueden decir y qué no. Este motivo ya es conocido en el ámbito del cine, y nos puede recordar por ejemplo la magistral La Oreja, dirigida por el checoslovaco Karel Kachyna. Sin embargo, aquí la inestabilidad política se traduce en la condena de Mesa, con mujer y dos hijos, tras la denuncia de su amante por un comentario crítico sobre la política del momento. Mientras está destinado a trabajos forzados, su mujer intenta mantener a los dos hijos al margen diciéndoles que está de viaje de negocios. Más tarde vuelven a vivir juntos fuera del país, cuando Mesa es enviado a trabajar en el extranjero. Finalmente, volverán a Sarajevo.

Por otra parte, esta película pretende algo más que narrar una situación política, y por ello está vista desde el punto de vista de Malik, el hermano menor que tiene seis años. Allí entra en juego el ámbito de las emociones, de las esperanzas, y de la alegría inimitable que deja la infancia. Quizá el momento más poético tenga lugar cuando en el extranjero Malik se enamora por primera vez. Lo importante es que es en esta frescura donde se reconoce el estilo del director y la influencia de directores como Truffaut y Renoir, ampliamente reconocidos por él. Siguiendo esta idea Kusturica también afirma hacer un cine «a la antigua», porque cree que «hace falta rodar» aquel arte de Fellini, Tarkowsky, o Renoir.

En resumen, recomendamos sin reservas el visionado de esta película. No diremos, sin embargo, que es uno de los clásicos del cine. No se va a recordar a Malik como uno de los grandes personajes infantiles, y en ocasiones, echamos de menos cierta continuidad en motivos fuera de lo político, que parecen pasar a veces demasiado rápido uno después de otro, sin llegar a tocar un fondo que solo se nos llega a prometer.

Lugar: Filmoteca de Zaragoza

Proyección: días 24 y 25 de octubre a las 20:00 y 18:00 horas, respectivamente

  • Verano 1993 (Carla Simón, 2017)

Cuando, una vez apagado el televisor, lees que Verano 1993 es una historia real, no puedes hacer otra cosa más que creértelo. Todo en la cinta es verdadero y autentico. Todo es cotidiano, anodino y… trascendente. Aclamada por la crítica y algo polémica entre el público general, Verano 1993 se erige, a nuestros ojos, como una de las obras más importantes, magistrales y discretas de nuestro cine nacional reciente. Una opera prima de la directora Carla Simón que ha puesto el listón muy alto para el futuro inmediato de su filmografía.

La sinopsis sería muy sencilla y muy breve: la película narra el verano de 1993 desde las vivencias de Frida, una niña de seis años que ha perdido a su madre. No hay más. No necesita más. Rodada con una brutal sinceridad, la película se resume en una serie de secu

Verano 1993 cartel

encias familiares y cotidianas que, poco a poco, irán desvelando la disimulada y desgarradora lucha de Frida contra un mundo que aún no comprende. Porque el tener que encontrar tu lugar en el mundo a una edad en la que aún no lo conoces es una desgracia que muy pocos se ven obligados a afrontar. Oír hablar de muerte, dioses y enfermedad y no entender su significado. Tendemos a olvidar y a subestimar la capacidad de los niños para escuchar, una tragedia finamente reflejada en el metraje.

Por otro lado, si algo se le puede echar en cara a esta obra es que requiere un ejercicio muy activo de empatía por parte del espectador. Casi un “esfuerzo” de empatía, podríamos decir. Sin esta condición, la película podría resultar tremendamente cargante y aburrida. Exige mucho a su espectador y, aunque no hay nada de malo en ello, es conveniente tenerlo en cuenta a la hora de asistir a su proyección. Ahora bien, si nosotros cumplimos nuestra parte de este contrato, extraño será quien no sienta que ha sido ampliamente recompensado. Debemos esforzarnos para descubrir la auténtica trama a través de las escenas cotidianas y anodinas de la vida familiar de Frida y sus tíos. Supongo que, de todos modos, no puede uno enfadarse con una película que en ningún momento promete ser algo distinto a lo que es.

Verano 1993 es conmovedora sin necesidad de caer en lo cursi ni relamido. Minimalista. Aquellos que decidan acudir a su proyección, podrán acompañar a Frida a lo largo de la sobria y emotiva batalla que supondrá cerrar el primer capítulo de su vida para dar paso al segundo.

Lugar: Filmoteca de Zaragoza

Proyección: día 25 de octubre a las 20:30 horas

 

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