DialogArte, una nueva vida en un territorio despoblado
Yago Hernández, Génessis Palma //
Pueblos en Arte tiene como objetivo el desarrollo territorial de Torralba de Ribota
La actriz caspolina Lucía Camón encontró en el arte una manera de dar valor a los pueblos y combatir su despoblación. Cinco proyectos innovadores como el Festival Saltamontes, la Butaca Rural, Ruta 234, Cosechando Identidades y Residencias Artísticas consiguen reactivar la actividad demográfica de este entorno rural.
La ecografía y el fuerte latido de su futura hija. El vientre de Lucía en el que se va gestando. El abrazo maternal. Un largo viaje por carretera Soñando un lugar. Son el nacimiento de Pueblos en Arte.
Muchos de los habitantes de las zonas rurales parten de sus hogares hacia las ciudades para encontrar nuevas oportunidades de vida abandonando sus orígenes. Lucía Camón realizó el camino inverso. Dejó su vida urbanita en Madrid y volvió a sus raíces rurales en Torralba de Ribota, un pueblecito de la comarca de la Comunidad de Calatayud. Allí cría a su hija Greta en la casa de su bisabuela y da a luz su proyecto.
Un encuentro entre el arte y el entorno natural
Música, teatro, poesía, arte y cine. Esta combinación cultural ha formado parte de la vida de Lucía desde joven. En 2003 fundó su propia compañía K Teatro y ha escrito el libro de poesía Siete veces sí. El arte lo lleva en la sangre. Durante toda su vida ha estado en un dilema entre lo urbano y lo rural, por ello quiso buscar la forma de unificar ambos entornos.
Pueblos en Arte se fundó con el objetivo de poner en valor el ámbito rural y producir nuevas ideas desde el campo. Apuesta por el arte y la cultura como una herramienta esencial para rehabilitar aquellos territorios afectados por la despoblación. Como cuenta la poeta: “Quería conseguir que hubiera un movimiento cultural y que las cosas que a mí me estimulan el cerebro y me permiten estar viva las pudiera tener aquí. Para eso teníamos que inventar algo que fuera realmente atractivo para que la gente de la ciudad pudiera venir”. Asimismo, fomentan la participación de la gente en sus proyectos para conseguir un intercambio sociocultural, donde los artistas se mezclen con los habitantes. Toda una programación de eventos potencia Pueblos en Arte. Vayamos uno a uno conociéndolos.
Festival Saltamontes
Una de las maneras de promover el intercambio sociocultural es mediante el Festival Veraniego Saltamontes en el que crean un espacio de encuentro entre la población de la comarca de la comunidad de Calatayud y los visitantes. Gracias a este festival el público puede acceder a aquellos lugares que no conoce. Lo que les permite acercarse a la vida rural. Con el Saltamontes se intenta reactivar el territorio, cautivar a los ciudadanos urbanos y crear puentes entre el pueblo y la ciudad. Tiene una duración de tres días, este año se celebra del 15 al 17 de julio. Con música en vivo y representaciones teatrales como telón de fondo desarrollan una serie de actividades: talleres de jabón, extracción de semillas, cocinar compota de tomate, entre otras muchas.
Ruta 234
Con la N-234 y un vehículo como protagonista, Pueblos en Arte lleva a cabo la Ruta 234. Esta carretera nacional poco transitada comunica Burgos con Sagunto y sus finas arterias son el hilo de unión entre cientos de territorios en riesgo de despoblación, conocidos como la Laponia Española. En esta iniciativa, los artistas emprenden un viaje por carretera que les hace vivir experiencias y reflexionar sobre la realidad de estos lugares yermos. Esta vivencia les permite reanimar espacios de estas características. Hasta la fecha han realizado tres viajes con los que han desarrollado una exposición, un fotolibro y una revista. Esta última publicación consta de 1.000 ejemplares que se repartirán por todos estos pueblos. Según comenta Camón, el principal objetivo de la Ruta 234 es: “Regenerar los vínculos que ya existían entre estos pueblos que tenían como unión esta carretera”.
La Butaca Rural
La pasión por el cine de Lucia le hizo crear La Butaca Rural, en la que mediante la visualización de cortometrajes y películas de difícil acceso para el público lleva las últimas tendencias y reflexiones del entorno urbano al medio rural.
Entre los metrajes proyectados se encuentra Soñando un lugar, un documental de Alfonso Kint en el que muestra su vida en Torralba de Ribota durante los últimos 7 años junto a Lucía Camón y su hija Greta. Son los habitantes del pueblo quienes muestran las crudezas diarias del lugar en el que tiene que reinventarse una y otra vez para sobrevivir. En este largometraje podemos ver la evolución de Pueblos en Arte desde sus inicios hasta hoy.
Cosechando identidades
Un día, Pilar, una vecina del pueblo, le pidió ayuda a Lucía Camón para hacer su curriculum:
Pilar: Si es que no he hecho nada. Si yo solo he trabajado en las conservas -señaló la mujer.
Camón empezó a poner la infinidad de cosas que sabía hacer en el currículum. Pilar quedó sorprendida al darse cuenta de la cantidad de habilidades con las que contaba.
Pilar: Esta soy yo -comentó orgullosa.
Para Lucía estos detalles no se valoran y es importante trabajar en la visibilización de la mujer en el entorno rural. Y el arte es una herramienta muy potente para hacerlo.
Mediante su proyecto Cosechando Identidades destaca el papel de la mujer y desarrolla nuevas feminidades y masculinidades en el entorno rural. De la misma manera, promueven nuevas perspectivas de género con el uso del arte y la interacción entre distintas generaciones, es decir, entre los artistas provenientes de las ciudades y la gente de los pueblos. Durante la pandemia pusieron en práctica un taller dirigido principalmente a mujeres. Cada una de las participantes realizaban un collage con sus referentes sobre la libertad de las mujeres. Y con todos ellos editaron un libro llamado Notas libres de lo público y lo doméstico. Como la actriz manifiesta: “En este libro todas ellas tienen su propia impronta, pone en valor su vida”.
Residencias artísticas
Otra manera de crear puentes entre lo urbano y lo rural es a través de las residencias artísticas en las que acogen a artistas con el fin de ser fuente, parte y razón de las obras que producen estos. De esta manera, consiguen incorporar dentro de estos discursos el problema de la despoblación. Así dejan en el pueblo una muestra de estos proyectos, ya sea mediante un concierto, una exposición, un recital de poesía o una obra de teatro. Cuatro apartamentos con cocinas y baños para 15 personas, un pajar y unas cuadras reformadas son el hogar de los artistas que buscan la pureza del aire rural para inspirarse y expresarse.
La ausencia de financiación para las residencias artísticas imposibilita a Pueblos en Arte acoger de manera gratuita a estos visitantes. Ellos pagan por su alojamiento mediante alguna ayuda o de su propio bolsillo. Para poder colaborar con los gastos de los artistas, esta asociación organiza bolos y representaciones teatrales para recaudar fondos.
Los dos mecanismos de financiación del proyecto
El Festival Saltamontes, la Ruta 234, la Butaca Rural, Cosechando identidades y las residencias artísticas son los cinco pilares que componen Pueblos en Arte. Colaboran con distintos ayuntamientos, entidades privadas e instituciones para crear nuevos proyectos culturales para la comunidad. Asimismo, elaboran una programación cultural para todo el año en el que se unen el entorno natural con el arte.
Esta iniciativa cultural cuenta con una financiación privada y pública. Colaboran con empresas privadas que actúan como patrocinadores, ya sea económicamente u ofreciendo sus productos para sus diversos programas. Desde el ámbito público reciben pequeñas subvenciones por parte de las diputaciones y ayuntamientos. Del mismo modo, las actividades culturales se financian con el dinero que estas recaudan. Para Camón: “Es importante inventar actividades que se puedan financiar con lo que la gente paga, aunque sean 3 €. Siempre intentamos que la gente pague un poquito para que se acostumbren a que la cultura no es gratis”.
Voluntarios extranjeros llegan a Pueblos en Arte
Irlanda, Inglaterra, Francia, Serbia, Argentina, Bolivia y Colombia, estos países han llegado a Pueblos en Arte. El sistema de voluntariado de este programa ha permitido que personas nacionales y extranjeras aporten su granito de arena para combatir la despoblación. Estos voluntarios se alojan en las residencias artísticas, se les da una formación previa y ayudan al desarrollo de los proyectos. Por ejemplo, la reforma de un pajar, la construcción de una tarima de teatro, la colocación de vallas o trabajos en el huerto. Además, las personas pueden ofrecerse como voluntarios para el Festival Saltamontes.
Otra de sus metas es incorporarse a proyectos europeos para acoger a voluntarios de distintos países del continente europeo. La ventaja de ello es que la asociación recibe dinero para mantenerlos, al igual que los voluntarios son remunerados.
La lucha contra la despoblación y el desarrollo territorial
Durante los diez años en activo de Pueblos en Arte, este ha ayudado al desarrollo territorial de Torralba de Ribota y de muchos otros pueblos, y a hacer frente a la despoblación.
Para luchar contra la España vaciada, han logrado vender diez casas y quince personas se han trasladado a vivir a la localidad, todas ellas se encuentran dentro de la edad de población activa. Como afirma la creadora de esta plataforma: “Esto en el pueblo antes no existía. La mayor parte de la gente tiene más de 70 años”. Entonces, hay un aumento de la población activa y también hay un incremento de movimiento. Sus actividades proporcionan beneficios económicos a la comarca y aunque no pretenden generar turismo, atraen a la población urbana a conocer la riqueza de estos lugares.
En estos territorios desérticos es como si el tiempo se hubiera parado y la única conexión con el mundo es cuando sus hijos y veraneantes los visitan, pero siempre son las mismas personas. Pueblos en Arte permite abrir un nuevo horizonte y cultivar lo de dentro y lo de fuera, hacer que estas personas no se sienten desconectadas del mundo. De repente aparece gente distinta, que viste, que habla y tiene una cultura diferente, creando un ambiente intercultural.
En el festival de Saltamontes las personas pasean y disfrutan de un concierto al aire libre. Mientras, los artistas urbanos se entremezclan con el entorno natural y la población, y se crea un punto de encuentro entre lo rural y lo urbano, lo tradicional y lo moderno, lo extranjero y nacional. “Parece una tontería, pero gracias a Pueblos en Arte he conocido por ejemplo a una japonesa, si no nunca habría conocido a una”, cuenta con entusiasmo una de las señoras del pueblo.
Pueblos en Arte cultiva flores de otros lugares a la vez que cuida lo de dentro para que broten flores autóctonas. Ponen en valor el pueblo, sus creencias, las vivencias de sus habitantes, su forma de vida y su patrimonio inmaterial. El resultado es el nacimiento de un entorno híbrido en el que se fusiona el campo con la ciudad. Todo ello a través de la mirada artística de Camón que ha empleado el arte para construir algo nuevo.
Lucía Camón: Encontré en este proyecto una forma de continuar dando al mundo algo que a mí me llena. Es bueno reflexionar sobre esos territorios que a mí me han visto crecer, tanto el rural como lo urbano y hacerlos dialogar. Al final, el arte tiene muchos caminos y yo he encontrado aquí una manera de expresarme y de seguir. Esta labor es una parte creación propia y otra parte de servicio, quería dársela a los demás para mejorar el mundo.
En este espacio deshabitado, la directora ha dado a luz y ha criado dos nuevas vidas: la de Greta y Pueblos en Arte. Al igual que ha visto crecer a su hija, ha contemplado cómo su proyecto ha madurado y evolucionado en un terreno donde no había mucho que hacer. Ella, que siempre ha estado a medio camino entre lo rural y lo urbano, ha encontrado una manera de unirlos. Para la artista, cuando tienes pasión por algo y sientes que mejora el mundo, eso te dará alas y al final, Pueblos en Arte no es más que su manera de vivir.
Este reportaje se incluye en el Proyecto Innovación Docente 2021 PIIDUZ_1 “Comunicar buenas prácticas de desarrollo territorial en la Unión Europea en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible” de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza.
Además pertenece al Proyecto OTRI 0497/2021 «Identificar, localizar, caracterizar y analizar las actuaciones de emprendedoras bajo la metodología leader (medida 19 del pdr de Aragón) para el conjunto de la comunidad autónoma de Aragón» de la Universidad de Zaragoza, financiado por el departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Para más información, visita la página web de Zero Grados: http://www.zgrados.com/