Gentleman Jack: una don juan del siglo XIX

Irene Ibáñez//

Anne Lister fue una mujer lesbiana en el Yorkshire del siglo XIX y el personaje protagonista de la serie de HBO Gentleman Jack. Fue una mujer valiente y decidida, que supo entrar en los negocios del carbón y explorar su homosexualidad a pesar de la época. Rompió corazones y nunca dejó de perseguir el conocimiento. 
Anne Lister

Dejar escritas nuestras memorias en las páginas de un cuaderno es algo que nos ha tentado a todos en algún momento. Describir nuestro día a día, nuestras amistades, nuestras relaciones y, en definitiva, nuestros secretos. Un cuaderno cerrado con llave para que nadie pueda leer nuestros pensamientos jamás, aunque no fuesen nada relevantes.

Anne Lister escribía un diario desde que era pequeña. Estudió en un internado desde los 7 años donde la envió su madre por ser diferente, por no comportarse como una buena señorita de la época. Pero Anne seguía siendo Anne, aunque la aislasen en la buhardilla del colegio para no contagiar su comportamiento al resto de internas. En su diario escribía sus pensamientos, sus rutinas, sus lecciones… Era una mujer inteligente, resuelta, decidida, confiada, valiente y lesbiana, en la sociedad tremendamente machista y homófoba del siglo XIX.

En su diario también escribía sobre sus experiencias más íntimas, y a falta de llave y candado, Anne inventó un código a partir del griego, el latín, símbolos matemáticos, puntuación y elementos del zodiaco. En aquellas páginas podía expresarse libremente, mostrar su verdad interior, aunque de puertas afuera estuviera en “cuarentena” en el ático de un internado inglés.

Diario de Anne Lister

Fue en este colegio donde Anne conoció a su primera amante, Eliza Raine. Ella era otra interna que, como Anne, sufría el aislamiento del resto por ser la hija ilegítima de algún inglés adinerado. Ambas comenzaron una relación amorosa clandestina, que reflejaban en sus diarios con la palabra felix, feliz en latín. Pero Anne Lister era también una mujer ambiciosa que aspiraba a hacer fortuna y vivir cómodamente sin depender de nadie y sin casarse con un hombre. Pronto se interesó por otras mujeres, por experimentar su sexualidad, su “rareza”, como ella lo definía. Pasaba la mayor parte de su tiempo estudiando e investigando. Quería saber de dónde venía lo que sentía, su atracción por el sexo femenino. No encontró respuesta, pero nunca rechazó sus sentimientos. Entendía su sexualidad como su derecho divino, así que siguió experimentando con nuevas amantes dentro de su círculo de amistades de mujeres adineradas de la alta sociedad.

Su pasión eran las mujeres, satisfacer su apetito sexual con distintas amantes, pero también ansiaba conocer el mundo, salir de Halifax. Se marchó a París en 1824 para conocer su cultura, su idioma, sus costumbres… También vivió allí aventuras amorosas antes de regresar a Yorkshire. Así surgió su otra pasión, los viajes, que la llevó a recorrer gran parte de Europa durante los 15 años siguientes. Pero su hogar siempre fue Shibden.

Anne no se contentaba con tener varias amantes, asistir a fiestas elegantes y viajar por el mundo. Quería conseguir todo lo que cualquier hombre de su época podía obtener. A los 41 años quería casarse con una mujer y asentarse en Shibden Hall de forma prolongada.

A diferencia de otras mujeres adineradas de clase alta, Anne Lister era una mujer práctica y astuta para los negocios y las finanzas. Supo ver y entender la nueva industria en auge en Halifax, lo que le llevó a invertir en minas de carbón e imponerse ante los hombres de negocios que dirigían la industria local. Es entonces cuando se reencontró con una conocida del pasado, Ann Walker. 

Es así como comienza Gentleman Jack, la serie de HBO. Anne Lister regresa de uno de sus grandes viajes por Europa a Shibden Hall revolucionándolo todo; su casa, su familia, los altos círculos de la sociedad de Halifax y los negocios del carbón. 

Gentleman Jack

Gentleman Jack es una serie producida por la BBC en colaboración con HBO. Sally Wainwright es la creadora que se basó en los diarios codificados de la verdadera Anne Lister del siglo XIX. La Gentleman Jack del siglo XXI es la actriz Suranne Jones.

Esta serie nos presenta a una mujer inteligente, decidida, astuta, vibrante, apasionada, que regresa a su hogar, Shibden Hall, tras viajar por Europa. Viste siempre de negro, con ropas muy distintas a las de las señoritas de alta cuna que la rodean, siempre con su sombrero y sus guantes negros. Nada más llegar lo pone todo patas arriba. Se lanza a invertir en el negocio del carbón y desafía a los grandes hombres de negocios de Halifax. Vuelve a Shibden para quedarse, pero no solo eso, regresa al hogar para sentar la cabeza y escoger a la que será su esposa, a pesar de no estar ni siquiera en el siglo XX.

Ann Walker (Sophie Rundle) es una joven de unos 30 años, tímida y enfermiza, guiada constantemente por lo que ordenan sus familiares, que forma parte del círculo de conocidos de los Lister en Halifax. Anne ve en ella a una mujer bella, dulce y maleable, perfecta para ser su futura mujer. Poco a poco se van aproximando en una relación más cercana e íntima, hasta que Ann se enamora y nuestra protagonista se muestra más sensible y vulnerable de lo que aparentaba.

Don Juan 

Don Juan no escribía un diario detallado y concienzudo como Anne Lister. Era Leporello, el criado de Don Giovanni en la ópera de Mozart quien llevaba siempre consigo un catálogo en el que reflejaba todas las amantes que habían pasado por las manos de su amo. Leporello cantaba, “En España ya son mil y tres” en la famosa aria a las afueras de Sevilla. Como en el diario en código de Anne, quedaban reflejadas las conquistas del protagonista. La Anne Lister de Gentleman Jack es una Don Juan del siglo XIX en el condado de Yorkshire, pero ¿qué tipo de Don Juan?

En el Renacimiento, como afirma Diego Marín en la Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, este seductor es un “héroe del erotismo que se explica por la tendencia a exaltar la individualidad en todas sus facetas por encima de la colectividad y sus normas. Frente a estas, el individuo excepcional, sea un príncipe maquiavélico, un Quijote o un Don Juan, proclama su voluntad de obrar conforme a su razón o instinto natural”. 

Podemos referirnos aquí a esa “rareza”, ese “derecho divino” del que habla nuestra protagonista para referirse a su sexualidad. Anne, a pesar de vivir en una sociedad en la que las relaciones homosexuales están penadas por ley, no considera sus deseos como un pecado. De hecho, ella ve todo lo contrario. Ese “instinto natural” es un don que le ha sido concedido y que le otorga una individualidad excepcional frente a la sociedad establecida y sus reglas.

Sin embargo, el Don Juan de El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina no busca lo mismo que Gentleman Jack en sus escarceos amorosos. Como escribe Marín, el burlador “parece gozar más con el engaño de que hace víctima a la mujer que con el encuentro erótico mismo”. Anne Lister no pretende humillar a las mujeres con las que comparte alcoba, busca satisfacer su apetito sexual, experimentar y sentir placer.

De hecho, lo que busca Anne en Gentleman Jack al regresar a Shibden es el matrimonio. Al principio, su intención no es encontrar el amor verdadero con una sola mujer, es simplemente asentarse en Shibden Hall y hacer fortuna. Pero con el tiempo se enamora de Ann Walker y deja atrás esa vida de libertinaje. Aquí se aproxima más al Don Juan de José Zorrilla que es capaz finalmente de enamorarse de Doña Inés.

En el siglo XVIII el personaje de Don Juan se ve de forma más positiva. “(…) Aparece el nuevo tipo de galán refinado que vence la resistencia de las damas con su ingenio más que con su mero atractivo sexual”, escribe Marín. En la serie, el personaje de Anne es atractivo. Tiene grandes círculos de amistades allá donde va. Con su ingenio y su labia, deja embelesados a mujeres y hombres, ya no solo en el ámbito sexual. Es un personaje admirado por ambos sexos, e incluso envidiado, sobre todo por los hombres a los que desafía.

Pero la característica principal de Gentleman Jack es la rebeldía en contra del orden establecido. Anne Lister es una mujer lesbiana que en el siglo XIX se pasea por los lujosos salones de baile de Londres y París del brazo de la que es su amante tras las puertas cerradas de su habitación. Es el Don Juan del Romanticismo, “un símbolo del individualismo rebelde e idealista frente a los prejuicios y convencionalismos de una sociedad aburguesada”.

Cabe destacar el hecho de que Anne Lister, es un Don Juan creyente que quiere contraer matrimonio, estar unida a una mujer ante los ojos de Dios. En la serie, Anne le pide matrimonio a Ann Walker, pero ésta en un principio la rechaza ya que la presión de la sociedad que ve el lesbianismo como un pecado puede con ella, hasta el punto de llevarla prácticamente a la locura. Finalmente, Ann Walker consigue dejar a un lado esa concepción de su sexualidad como algo impuro y antinatural, y ambas se casan en secreto. 

Este final sí es una cierta salvación de la protagonista de su vida anterior como amante apasionada y despreocupada, pero al mismo tiempo supone el triunfo de esa rebeldía contra el orden establecido.

Prometeo

Como ya hemos visto, Gentleman Jack no es simplemente una mujer que salta de alcoba en alcoba para disfrutar del placer sexual. Anne Lister rompe con las reglas de la sociedad en la que vive. Es, en este sentido, Prometeo. 

Mitad dios mitad titán, es un héroe rebelde que roba el fuego a los dioses para iluminar a los hombres y convertirlos en seres independientes. Como escribe Franz Hinkelammert, el mito de Prometeo encarna, a partir del Renacimiento, “la rebeldía y emancipación humanas” realizadas por la sociedad moderna. Zeus y el resto de dioses son en el siglo XIX la sociedad machista y homófoba a la que se enfrenta Anne Lister.

Gentleman Jack es el Prometeo de Voltaire en su obra Pandora, como un “símbolo de la libertad y la filantropía que combate todo tipo de opresión e injusticia”, según explica Santiago Carbonell en Estudios Neogriegos. 

Además de luchar contra lo establecido, Anne Lister, como Prometeo, es una mujer de gran inteligencia y astucia, de manera que es capaz de desenvolverse en la alta sociedad inglesa a pesar de vestir, andar y comportarse de forma completamente distinta al resto de señoritas de su clase y edad. Cuando llega a Shibden Hall para asentarse allí y encontrar esposa, empieza a ocuparse de las finanzas de la familia y a invertir en el negocio emergente del carbón. Es una mujer ambiciosa que no se conforma con lo que tiene. Quiere pertenecer a la alta sociedad y enriquecerse, y se vale de su inteligencia y resolución para lograrlo. Prometeo es el dios-titán que crea a la humanidad a partir del barro, pero no se queda ahí. Él también aspira a algo más y llega más lejos, hasta el punto de robar a los mismísimos dioses del Olimpo el fuego sagrado para regalarlo como dádiva a los hombres.

Este espíritu prometeico se observa en Anne Lister no solo como enfrentamiento ante la cerrada sociedad del siglo XIX, sino también como salvadora de Ann Walker. En la serie, cuando sus familiares sospechan la íntima relación entre las dos mujeres las separan y recluyen a Ann en casa de su hermana al norte del país. Una vez allí, intentan separarla de nuestra Gentleman Jack también a nivel sentimental, enfatizando esos sentimientos de culpa, vergüenza, duda y arrepentimiento que atormentan a la delicada Ann al pensar que todo lo que siente y desea son graves pecados antinaturales. Pero Anne, como un auténtico Prometeo que lucha por liberar a su creación, consigue declarar su amor por ella hasta convencerla de que pueden estar juntas ante los ojos de Dios, y que lo que sienten la una por la otra no es ninguna vergüenza, sino un regalo divino.

Anne Lister fue una adelantada a su tiempo que, a pesar de haber nacido en la época equivocada, se mantuvo siempre fiel a sus sentimientos y a su naturaleza. Desde que era solo una niña marginada en la habitación más apartada del internado hasta que murió junto a la mujer que amaba en 1840, no dejó de guardar en su diario sus pensamientos, sus viajes y sus pasiones.

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