Ciencia ciudadana y planta de árboles: cómo sacarle partido a tu smartphone
Marta Sofía Ruiz//
Nuestro teléfono –siempre que esté cargado– es una ventana abierta al arte, a un nuevo idioma e incluso a la investigación científica. Con él, no solo es un poco más fácil encontrar aquello que andamos buscando –sea un lugar o un dato–, sino que podemos aportar nuestro granito de arena para mejorar la ciencia o el medio ambiente.
Poder publicar una foto en Instagram, recibir los últimos cotilleos a través del chat de amigos o poder usar Google Maps para encontrar el bar que estás buscando son solo algunas de las razones que hacen que la idea de quedarnos sin batería móvil haya comenzado a parecernos descabellada.
En la era de la conexión permanente, en la que el miedo irracional a salir de casa sin nuestro smartphone o a quedarnos sin batería ya tiene nombre –la nomofobia–, cada vez son más las voces que apuntan a que una excesiva dependencia del teléfono puede terminar generando problemas sociales.
Sin embargo, y siempre que se recuerde que más allá de la pantalla hay un mundo real al que merece la pena seguir mirando, nuestros smartphone son una ventana a toda una amalgama de servicios e iniciativas por los que merece la pena pasar unos minutos al día conectados.
Con aplicaciones como DailyArt, por ejemplo, podemos aprender sobre una obra de arte cada día, y soñar –o planear– con ir a verlas a los museos que las guardan. Gracias a aplicaciones como Duolingo, aquellos que quieran aprender un nuevo idioma pueden dar sus primeros pasos, incluso sentados en el metro, camino del trabajo. Y usando el buscador Ecosia en tu teléfono –sea para consultar la cartelera o para buscar ese dato que te ayudará a tener la última palabra en la discusión con tus amigos–, contribuyes a que se planten árboles.
Un teléfono con batería también te permitirá aportar tu granito de arena a la ciencia ciudadana. Con Mosquito Alert, una aplicación móvil desarrollada por varios centros de investigación españoles, se pudo rastrear a los mosquitos tigre, y en ella se registran datos muy valiosos sobre todo tipo de mosquitos en la península. Otras, como Floodup, sirven para almacenar datos sobre tormentas e inundaciones. Los aficionados a la astronomía cuentan con Meteor Counter, con la que pueden informar sobre lluvias de meteoritos directamente a la NASA.
Además, y más allá de pagos, servicios culturales, iniciativas científicas y acceso permanente a las redes sociales, tener batería en el teléfono también implica que podemos hacer esa llamada para avisar de que hemos llegado. No todo depende de los datos.
Autora:
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![]() ![]() Estudié periodismo porque creía, y aún creo, que la información puede cambiar el mundo. Devoro libros y series, vivo con los cascos y la sonrisa puestos y consumo los podcast más extravagantes. También discuto sobre política y tengo un cuaderno lleno de notas sobre todas las cosas de las que quiero escribir.
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