Delitos y cine: programación de la Filmoteca para la próxima quincena
Jorge Marco, Pablo Gracia y Julio Beltrán//
Programación cinematográfica para la próxima quincena disponible en la Filmoteca de Zaragoza
-
El tiempo de los gitanos (Emir Kusturica, 1988)
En su tercera película, el realizador yugoslavo nos traslada a una barriada pobre habitada por romaníes que sobreviven con lo que pueden. Así conocemos a Perhan, un joven con poderes telequinésicos que, bajo la promesa de curación de su hermana, emprenderá un viaje con una banda de mafiosos que le llevará a Italia, donde poco a poco sucumbirá al poder del dinero.
El tiempo de los gitanos es una película amarga y dura, pero poblada de elementos mágicos que al final provocan que todo lo que viven sus protagonistas valga la pena. Aun así, la mirada pesimista que acompaña todo el metraje, en la que somos testigos de la explotación infantil, de la delincuencia más ruin y de la miseria que atosiga por todas partes, parece adivinar el terrible futuro que le esperaba a Yugoslavia unos pocos años después, sometida a una guerra que acabaría por destruirla y durante la que Davor Dujmović —el actor que interpreta a Perhan— acabaría suicidándose en una espiral autodestructiva de alcohol y drogas, mientras los aviones de la OTAN bombardeaban Serbia.
Kusturica consigue con esta película humanizar a aquellos que la sociedad suele expulsar y dejar de lado. El mimo por un pueblo tan antiguo como perseguido se percibe en cada fotograma de una cinta que consigue transmitir una forma de vida milenaria, pasada por un filtro de nostalgia y pobreza que empuja a las buenas personas a cometer actos infames. Por suerte, la música, el amor y los abuelos siempre estarán ahí para ayudar a tomar el camino correcto.
Lugar: Filmoteca de Zaragoza
Proyección: días 31 de octubre y 1 de noviembre, a las 17:30 y 19:45 horas, respectivamente
-
Gato negro, gato blanco (Emir Kusturica, 1998)
Quizás lo que mejor defina a esta película sea la forma en la que Kusturica la presentó en el festival de Venecia: bajo la bandera yugoslava cuando Yugoslavia ya no existía.
Si El tiempo de los gitanos vaticinaba con su pesimismo lo que iba a ocurrir en la patria del director, esta película, rodada al final del conflicto, apuesta por todo lo contario. Volviendo a tomar al pueblo romaní como protagonista, lo que empezó siendo un documental sobre una población gitana del Danubio acabó por convertirse en una película de dos horas en la que todo resulta ser una explosión de color, música y alegría. Aquí no encontraremos un virtuosismo en el manejo de la cámara o un sólido guión, pero qué importa cuando casi todo en la película es tan improvisado y divertido como una noche de bares con tus mejores amigos. Y es en este punto donde Gato negro, gato blanco se transforma en un éxito absoluto, porque tú deseas ser uno más de los personajes que aparecen en la pantalla. Da igual que sea un anciano con el hígado destrozado o un mafioso cocainómano que casa a su hermana por interés; al final uno montará una fiesta en el hospital al ritmo de Bubamara y el otro cantará y bailará subido a las mesas de una boda. Mientras, el poderoso patriarca Grga Pitic solo tiene dos deseos antes de morir: ver continuamente Casablanca y casar a su hijo, aunque todavía esté esperando el amor verdadero.
Posiblemente en manos de otro director esta película habría acabado siendo una tontería sin gracia que se olvida fácilmente, pero Emir Kusturica consigue transmitir con actores que no son actores unas auténticas ganas de vivir, una pasión por aprovechar y disfrutar el momento que provocarán en el espectador una ganas terribles de ir al antro más cercano para beber y cantar en serbio o en búlgaro, o en lo que le apetezca.
Es difícil acotar la trama de Gato negro, gato blanco porque es lo que menos importa. Son los destellos de alegría y barroquismo que impregna la vida de estos personajes los que se recuerdan una vez el film ha terminado, como el amor juvenil entre girasoles, la banda de músicos atada al tronco de un árbol o Dadan esnifando de un crucifijo. Pero llegado a un punto, el espectador solo quiere ser un invitado más de la boda, en la que cantará y comerá y bailará durante, seguramente, más de un día, deseando ser uno más de esos inolvidables gitanos que para siempre le acompañarán en la memoria.
En tiempos donde la xenofobia y el racismo vuelven a estar en auge, una película en la que el pueblo romaní se muestra en su mayor esplendor haciendo visible una cultura viva y rica es más necesaria que nunca.
Lugar: Filmoteca de Zaragoza
Proyección: días 31 de octubre y 1 de noviembre, a las 20:00 y 17:30, respectivamente
-
Underground (Emir Kusturica, 1995)
Con este film, Kusturica realiza un recorrido metafórico a través de cincuenta años de la historia yugoslava (1941-1991). Tres carteles anuncian tres partes de esta historia: 1. La guerra (se entiende la 2ºGuerra Mundial). 2. La guerra fría. 3. La guerra (aquí la Guerra de los Balcanes).
Toda esta historia se nos relata en un tono tragicómico y satírico, ya que como señaló el mismo director: «cuando una guerra estalla es imposible hablar de ella directamente en un filme.» Así se nos presentan las aventuras de dos amigos, Blaky y Marko. Blaky tiene un romance con Natalijia, una actriz de teatro desaprensiva y algo frívola. A su vez, Marko también está enamorado de ella, y aprovecha la situación caótica de la guerra para mantener a Blaky junto a otros varios escondidos en un sótano bajo el pretexto de que la guerra continúa.
En este film tiene un papel especial el trabajo realizado por Goran Bregović, responsable de la música, ya que es un elemento muy estable en la película. Con su ritmo gitano crea una estructura a partir de la cual se sostiene el drama, lo cual nos recuerda quizá a una concepción de la música en el cine como la que tenía Visconti. No nos debe sorprender, por tanto, que algunos hayan etiquetado la película como una «ópera-rock» sobre la nostalgia.
Por último, cabe destacar la afinidad respecto a la narración entre este film y otros de Fellini en lo referente a la manipulación de imágenes, el rechazo del naturalismo y la simpatía por todo lo relacionado con el circo. Con ello Kusturica realiza una fuerte crítica al cine propagandístico propio de los países totalitarios del este, que se servían del naturalismo para presentar un “arte oficial” desde el cual inculcar un modelo estético, político y de comportamiento. Así lo describe el propio autor: «Mi filme es exactamente lo contrario de un filme de propaganda. Hago películas que están al lado de los perdedores y no de los que utilizan la máquina de propaganda para sus intereses personales».
Recomendamos sin duda el visionado de esta película, que a pesar de su éxito -ganó la Palma de Oro en Cannes en 1995- no es fácil de encontrar proyectada en el cine.
Lugar: Filmoteca de Zaragoza
Proyección: día 8 de noviembre a las 18:00 horas
-
Al Nakba (Rawan Al Damen, 2008)
Al Nakba, “La catastrofe”. Este es el nombre con el que los palestinos se refieren a su expulsión de los territorios que hoy en día componen Israel. En este minucioso documental, Rawan Al Damen nos relata la historia de un conflicto que, en la actualidad, ha desembocado en una de las mayores vergüenzas humanitarias y geopolíticas de las que tenemos constancia. Desde 1799 hasta prácticamente la actualidad, Al Nakba retrata cómo, con el paso de los años, las irresponsables ambiciones de unos pocos se impusieron abusivamente al derecho inherente a todo ser humano a poseer algo tan básico como una nacionalidad y un estado. Una historia triste, controvertida y muy desconocida pese a lo que se pueda suponer.
En sus más de tres horas de duración, el documental hace un repaso de los eventos más destacados del conflicto, crónica que complementa con entrevistas a refugiados y a personalidades palestinas. Es una obra realmente recomendable para aquellos que deseen un primer acercamiento a las complejidades históricas y políticas de esta confrontación.
Ahora bien, no debe uno confundirse. Al Nakba no es un análisis frío y neutral de las hostilidades que han tenido y tienen lugar en el territorio. Al Nakba es, ante todo, la denuncia activa de una injustica. Un grito desesperado que exige socorro hacia las víctimas y una firme condena hacia ese imperialismo particularmente cruel que, no contento con oprimir y agredir a un pueblo, lo expulsa de sus tierras y destruye sus hogares. Una postura dura y firme que, sin embargo, no impide al metraje contar con un inestimable valor pedagógico e instructor.
Quien acuda a la proyección de este extraordinario documental se enfrentará un dilema que, pese a parecer muy concreto, alude de raíz a otros más antiguos que aún resuenan entre las paredes de la historia. Dioses y poderes políticos que enfrentan a los hombres y parten la tierra en fracciones y facciones.
Lugar: Filmoteca de Zaragoza
Proyección: día 7 de noviembre (Parte 1) a las 18:00 y 20:00 horas; y el día 9 de noviembre (Parte 2) a las 18:00 y 20:00 horas