Israel y Palestina: la cara oculta de un drama sin fin

Fran Giménez Escalona //

La Frontera Imposible: Israel-Palestina, último libro de la periodista argentina Sonia Budassi, presenta la dimensión menos mediatizada del conflicto entre Israel y Palestina. Siguiendo la ruta de sus viajes a Oriente Próximo en 2011 y 2013, la obra se adentra en territorio hebreo y palestino y recoge las voces de quienes conocen de primera mano el enfrentamiento.
El libro de Sonia Budassi sobre el mapa de Israel y Palestina. Foto: Fran Giménez
El libro de Sonia Budassi sobre el mapa de Israel y Palestina. Foto: Fran Giménez

 “Pasa la mitad del día leyendo cuentos, novelas, notas periodísticas, reseñas, mails, post en redes sociales. Leer, además de trabajo, es su pasatiempo preferido. Después se queja: me gustaría andar más en bicicleta, pasear, ir de compras”. Es el breve perfil que la revista Anfibia dedica a Sonia Budassi -Bahía Blanca, 1978-, autora de la obra La Frontera Imposible: Israel-Palestina, que la periodista argentina y actual subeditora de este medio digital terminó en octubre de 2014 y ahora publica Marea Editorial. Es su quinto libro, después de los relatos de cuentos Los domingos son para dormir y Periodismo y los de crónica Mujeres de Dios y Apache y En Busca de Carlos Tévez. Su carrera ha oscilado entre el periodismo narrativo –sus reseñas han aparecido en diferentes medios impresos y digitales- y la literatura de ficción –ha participado también en antologías de cuentos, como Hablar de mí, que se publicó en España-.

Jerusalén, punto de comienzo de La Frontera Imposible: Israel-Palestina. En primer plano, la cúpula de la Mezquita de Al-Aqsa -La Roca, en árabe.
Jerusalén, punto de comienzo de La Frontera Imposible: Israel-Palestina. En primer plano, la cúpula de la Mezquita de Al-Aqsa -La Roca, en árabe.

Con La Frontera Imposible, Sonia Budassi concibe un relato sobre dos viajes realizados a Israel y Palestina en 2011 y 2013, como parte de sendos grupos de profesionales invitados, respectivamente, por la fundación argentina TESA –que se centra en el desarrollo económico sostenible- y la asociación Diálogo por la Paz de Argentina. Durante el primero, Budassi y la expedición de la que forma parte visitan Jerusalén –capital en discordia de Israel-, Belén –en territorio palestino– y puntos del Estado judío como Galilea y la frontera con la Franja de Gaza. En el segundo, la periodista de Bahía Blanca tiene la oportunidad de sumergirse en Cisjordania y los principales bastiones del Estado no constituido de Palestina: Ramala, Qalqilya o la legendaria Hebrón.

La Frontera Imposible es el retrato de la vida cotidiana en Israel y Palestina en la actualidad: cómo son las ciudades palestinas, qué recorridos turísticos frecuentan los extranjeros de todo el mundo en Jerusalén, por qué los soldados israelíes escoltan a los judíos en Hebrón hasta las sinagogas, qué sienten los habitantes de Cisjordania cuyas vidas divide el muro que el gobierno de Israel ordenó levantar en 2002, qué piensan unos y otros cuando Israel bombardea Gaza o qué clima se crea tras la muerte en la cárcel de un preso palestino.

De la mano de Budassi y con las vivencias de profesores, comunicadores, políticos y personas y voces de autoridad sobre el terreno, el lector construye su propio rompecabezas del conflicto palestino-israelí.

El testimonio de Sonia Budassi sigue un estricto orden cronológico de su experiencia vivida. El tono tan particularmente argentino que aporta la omnipresencia del yo aleja al texto de su aparente carácter periodístico y enmarca a la obra en una producción más propia de la narrativa de no ficción. Cuando ella habla con su compañera de habitación, sube al autobús del grupo, se entrevista con funcionarios palestinos o, simplemente, enciende un cigarrillo, nos invita a pensar como ella, a experimentar sus mismas sensaciones, a ponernos en su piel. Esta sucesión de gestos y de actos tan mundanos en medio de la complejidad que envuelve su visita a Israel y Palestina organiza la estructura interna y permite al lector no perder el hilo narrativo.

El siguiente fragmento del libro es muy representativo de la intención narrativa de la autora:

“En las abandonadas callecitas -de Hebrón-, casi tan agostas como pasillos, dos chicos de unos diez años corren delante de mí. Descubro que juegan a tirarse piedras. Algún alerta interior se enciende. Toda violencia se naturaliza y, después del peso inevitable, se continúa en la vida cotidiana, diría alguien. Los niños palestinos pueden jugar a la Intifada, a la guerra, a hacerse daño”.

Un grupo de niños palestinos en una calle de Yenin, en Cisjordania.
Un grupo de niños palestinos en una calle de Yenin, en Cisjordania.

A diferencia de lo que sucede con la novela de Mario Vargas Llosa, Paz o guerra santa, donde desde el principio el Premio Nobel de Literatura se declara proisraelí, aquí Sonia Budassi sigue una evolución muy visible a lo largo del texto. Cuando llega a Israel en 2011, durante su primera visita, su discurso es más frío que al final de la obra, donde se percibe un ligero posicionamiento del lado palestino, evidentemente como resultado de sus vivencias en Cisjordania. Ocurre algo similar en el libro El conflicto palestino-israelí: 100 preguntas y respuesta, que publicó en 2010 Pedro Brieger, otro periodista argentino. Brieger, que vivió varios años en Israel, por momentos se aleja de la tan perseguida neutralidad y es muy detectable su sensibilidad hacia Palestina.

No obstante, en algunas ocasiones se echan de menos los comentarios de la Budassi narradora. Como en este pasaje de la obra, en la que relata la visita del grupo a Sderot, una ciudad hebrea cercana a Gaza. Allí conocen de cerca qué sucede cuando se producen ataques entre los israelíes y los palestinos de la Franja.

-¿Cómo están de estado físico? ¿Bien? Yo quisiera ver qué tan lejos llegan en 15 segundos –dice Itzik Horn, argentino e israelí, hoy en Sderot, una de las ciudades israelíes más cercanas a Gaza cuando lo visitamos en 2011.

Nos reímos.

– No, no se rían… porque si no llegan a un refugio en 15 segundos… más vale que tengan el testamento listo.

La narración de Budassi es interrumpida en numerosas ocasiones por anotaciones personales sobre pensamientos o consideraciones tras sus dos visitas a Oriente Próximo. La periodista escoge muy a conciencia los momentos en los que cortar la narración de cada jornada del viaje, ya que responden a acontecimientos históricos que es necesario aclarar a los lectores menos familiarizados con Israel y Palestina. En este sentido, son muy acertados y amenos los tuits que recoge sobre el ataque israelí a Gaza durante la llamada Operación Pilar Defensivo –noviembre de 2012-, y a la que ella misma bautiza “la primera guerra twitteada”.

Un niño mira a un soldado israelí que patrulla delante del Muro de Cisjordania
Un niño mira a un soldado israelí que patrulla delante del Muro de Cisjordania

Con una narrativa salpicada de pinceladas periodísticas y gracias a la variedad de escenarios que retrata y de testimonios que recopila, Sonia Budassi consigue hilar y ofrecer al lector una reconstrucción de la cara más desconocida y apasionante de dos pueblos que, sin un final cercano en el horizonte, continúan su lucha por una frontera que garantice la independencia, la libertad y la paz. Una frontera, por desgracia, que se antoja hoy imposible.

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