Las divas del feminismo del S.XXI: Beyoncé, Ariana Grande, Bad Gyal, Jessi y (G)I-DLE

Sandra Benedí Lázaro//

El machismo en la industria musical está perdiendo terreno gracias al discurso feminista que se ha ido incorporando en el K-Pop, el Trap y el Pop Comercial. Un camino lleno de polémicas y críticas, que muchas artistas han decidido recorrer para que hoy en día las mujeres puedan escuchar canciones que las hagan sentir libres, empoderadas y sensuales.

El feminismo es mainstream. Pocas son las empresas que todavía no se han incorporado a la corriente feminista. La industria musical es uno de los sectores más involucrados en esta causa. No ha sido hasta el S.XXI que en la música se ha hablado de una mujer independiente, libre y exitosa sin miedo a nada ni a nadie. Detrás del negocio musical siempre ha habitado el sexismo. Los estereotipos de belleza, los roles de género, insultos como “puta” y la sexualización de la mujer que baila moviendo el culo, son cuestiones machistas que las artistas del momento como Jessi, (G)I-DLE, Beyoncé, Ariana Grande y Bad Gyal, tratan de combatir en sus letras y videoclips.

La figura femenina en el K-POP

El boom del Pop surcoreano, más conocido como K-Pop, ha sido una de las grandes sorpresas del mercado musical en Occidente. Este fenómeno forma parte del Hallyu, un movimiento sociocultural originado en Corea del Sur que recoge la estética, la cultura y la tradición surcoreana. La industria del entretenimiento y el gobierno coreano impulsaron esta tendencia con el fin de popularizar el país asiático en el exterior, lo cual se ha conseguido en los últimos años en Europa, así se señala en la obra The Korean Wave: a new pop culture phenomenon.

Según el diario Los Angeles Times, la industria musical del Pop coreano es el sector del entretenimiento audiovisual que genera un mayor número de exportaciones en el país, por encima del cine y las series de televisión. No se trata de mera suerte. El éxito del K-Pop reside en las estrategias de las compañías discográficas para crear desde cero a los idols, quienes desde los 13 años son sometidos a unos entrenamientos y educación que los moldea en la imagen del ídolo surcoreano. A diferencia de los cantantes de género masculino, las mujeres deben cumplir una serie de cánones de belleza y estereotipos sociales.

María José Martín-Montalvo explica en El sexismo en la industria musical de la Ola coreana que, en Corea del Sur, la mujer ideal es delicada, pura, inocente e incluso sumisa. El hombre tiene que mostrarse fuerte y poderoso. Se trata de un sexismo que obliga y presiona a las mujeres a someterse a cirugías estéticas para conseguir rasgos finos como una nariz pequeña o un doble pliegue en el párpado para agrandar la mirada. Junto con otras características que se incluyen en el canon de belleza coreano: el pelo largo y oscuro, la piel clara, una boca pequeña, el maquillaje muy natural, una complexión muy delgada y una estatura media alta. Eunkook Suh, profesor de psicología en la Universidad de Yonsei, en Seúl, resalta en un reportaje de la revista The New Yorker, que el aspecto físico es mucho más importante que las capacidades intelectuales en Corea del Sur.

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Una mujer antes y después de someterse a diversas cirugías estéticas para asemejarse al ideal de belleza femenino en Corea. Fuente: Difundir.org

Las mujeres coreanas sienten esta presión a diario. Las idols son obligadas a estar a la altura. Algunas no lo soportan y derivan en problemas psicológicos graves y, en ocasiones extremas, en el suicidio. El caso más conocido es el de la cantante surcoreana Jang Ja-Yeon, quien antes de suicidarse en 2009, expuso en una carta el abuso sexual y laboral que había recibido por los altos mandos de la industria del K-Pop. Tras este suceso, el gobierno federal abrió una investigación sobre los “contratos esclavos”: aquellos en los que las mujeres eran forzadas a someterse a cirugías estéticas sin su consentimiento y obligadas a trabajar más horas de las estipuladas por un salario muy bajo, entre otras barbaridades. Cada vez son más las idols que tratan de romper los cánones de belleza y los estereotipos femeninos coreanos.

Jessi y (G)I-DLE son un claro ejemplo de ello. La primera es una solista que destaca por sus looks atrevidos, complexión robusta, maquillajes llamativos y actitud rebelde. En canciones como “ZOOM” hace referencias sexuales y se muestra como una mujer fuerte y dominante. Un single en el que ha acumulado 159 millones de reproducciones en YouTube en 10 meses. (G)I-DLE es un grupo de cinco chicas coreanas, quienes han alcanzado la fama tras su sencillo “Nxde”, el cual ha conseguido 180 millones de visitas en YouTube en 4 meses. La letra de esta canción critica la sociedad coreana en la que la mujer es únicamente valorada por su cuerpo, sin importar su intelecto. Otro de sus grandes hits es “TOMBOY”, en el que se muestran como chicas rebeldes, que no se dejan pisotear por ningún hombre y recalcan que no son “muñecas”.

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Jessi con un look atrevido en el videoclip de “ZOOM”. Fuente: Videoclip de “ZOOM”
(G)I-DLE con una actitud rebelde en el videoclip de “TOMBOY”. Fuente: Videoclip de “TOMBOY”
Iconos feministas del Pop comercial: Beyoncé y Ariana Grande

El Pop comercial estadounidense ha tenido por costumbre mostrar a la mujer como un objeto sexual para complacer los caprichos del hombre. Flo Rida y Pitbull son dos de las grandes figuras del Pop más representativas. “Whistle” es uno de los hits de Flo Rida. La letra dice textualmente “¿Puedes soplar mi silbato nena?”, haciendo referencia al sexo, e insiste toda la canción en que la mujer lo satisfaga. En el caso de Pitbull, se muestra de una manera particular en todos los videoclips: Un hombre que es deseado por todas las mujeres. Siempre lo encontramos rodeado de figuras femeninas semidesnudas o incluso desnudas.

Pitbull rodeado de mujeres que lo desean en el videoclip de “Don’t Stop The Party”. Fuente: Videoclip de “Don’t Stop The Party”

En contra de este panorama, han surgido artistas que tratan de dar un vuelco al Pop comercial. Irene Rodríguez Porras señala en La representación de la mujer en el videoclip del siglo XXI: de Beyoncé a Dua Lipa, que el amor propio, la libertad, el empoderamiento y el amor sano son las temáticas de esta ola feminista en el Pop encabezada por solistas como Beyoncé y Ariana Grande.

En el libro Beyoncé, Clayton Perry describe la imagen de la cantante afroamericana como una combinación de lo sexy y provocativo con la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Una posición que permite a la solista reivindicarse como mujer y predicar el feel-good feminism. Por el cual intenta transmitir a sus seguidoras que pueden ser feministas y a la vez sentirse sexys, casarse, ser madres y tener éxito laboral. Este mensaje lo podemos escuchar en diversos hits de Beyoncé como Run the World (Girls). En el videoclip, la artista de Houston lidera una revolución de mujeres frente a un ejército de hombres. Una pieza audiovisual que refuerza el late motiv de la canción: Las mujeres son capaces de hacer lo mismo que los hombres. Beyoncé continúa siendo una de las referentes del empoderamiento femenino, temática constante en sus últimos discos, Lemonade (2016) y Renaissance (2022).

Ariana Grande dio un salto a la fama de la industria musical en 2014, desde entonces ha lanzado canciones que promueven la idea de mujer independiente, libre y fuerte. Para hablar de Grande como icono feminista, no podemos olvidarnos de su obra culmen: God is a woman. La cantante americana afirma con diversas imágenes feministas y de empoderamiento que Dios es una mujer. En una parte con la voz de Madonna de fondo, recita un discurso de sororidad: “Castigaré furiosamente a todo aquel que intente destruir a mis hermanas. Y sabrás que mi nombre es Dios, cuando lance mi venganza sobre ti”.

Después de esta canción, la solista continuó cantando sobre estos temas en su álbum Thank U Next (2019). En la misma línea, la cantante de Boca Ratón se muestra como una mujer sensual con deseos sexuales. En 34+35 y nasty, dos singles de su último disco Positions (2020), Ariana Grande trata de demostrar a su audiencia que las mujeres pueden expresar sus fantasías, desde una perspectiva feminista que no cosifica a los hombres.

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Ariana Grande representado a Dios junto a más mujeres imitando “La creación de Adán” de Miguel Ángel en el videoclip de “God is a woman”. Fuente: Videoclip de “God is a woman”
¿Empoderamiento o sexualización femenina?: El caso de Bad Gyal en el Trap español

En el género urbano, el machismo ha estado siempre presente en sus letras y estéticas. Al igual que en el K-Pop y en el Pop comercial, han aparecido una serie de artistas que tratan de reivindicar la figura de la mujer. Al contrario de los géneros musicales anteriores, las artistas de Trap español han optado por una estrategia diferente. Ernesto Castro, en su obra El trap: filosofía millenial para la crisis en España, explica que las cantantes de este género no solo reafirman su sexualidad, sino que también se reapropian de los descalificativos con los que los raperos se han referido siempre a las mujeres: puta, zorra, bitch, pussy, etc. En el caso de Bad Gyal, nos encontramos con canciones como Pussy, en la que habla de sí misma como una mujer independiente e inalcanzable para los hombres y hace una constante referencia sexual a que nunca “la probarán”.

Bad Gyal en el videoclip de “Pussy”. Fuente: Videoclip de “Pussy”

Castro asegura que se trata de una estrategia de empoderamiento un poco confusa, ya que “por mucho que las mujeres digan que ellas no se hipersexualizan para los hombres, sino para sí mismas, al patriarcado le dan igual tus intenciones: el caso es que la mayoría de las artistas urbanas ofrece en sus vídeos justo lo que los babosos y los pajilleros compulsivos demandan de ellas (mujeres ligeras de ropa moviendo las tetas y el culo)”. Esta otra cuestión convierte el famoso “perreo” en un baile controvertido.

A pesar de las palabras de Castro, Bad Gyal, nombrada mejor artista en español por los MTV Awards de 2022, resuelve esta cuestión en una entrevista realizada por RTVE a principios del pasado mes de febrero: “El baile es sensual y la generación anterior tiende a sexualizarlo, cuando muchos de nosotros que somos más jóvenes no lo hacemos. Cuando yo empecé bailaba así y ahora es lo más normal. En cualquier video de recopilación de una fiesta saldrán chavalas moviendo el culo. Es como se baila, ya no se baila de otra forma.”

Desde sus inicios en 2016, la artista catalana ha defendido este mensaje de empoderamiento femenino en todo su repertorio discográfico. De Mercadona, su salto a la fama con Fiebre hasta llegar a su última canción Chulo, Alba Farelo, alias Bad Gyal, ha logrado crear un hueco para que las mujeres puedan sentirse libres y sexys en el Trap español.

La música está presente en nuestro día a día: en los centros comerciales, cafeterías, restaurantes, programas de televisión y radio, películas, redes sociales, etc. De manera consciente e inconsciente nos transmite mensajes. Para luchar contra las grandes y pequeñas manifestaciones de machismo hace falta mucho más que canciones acerca del empoderamiento femenino y la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, si la escena musical, que es un reflejo de nuestra sociedad, está cambiando, significa que el mundo también lo está haciendo.

 

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