Mandla Maseko: preparado para el despegue
Ana Baquerizo//
Mandla Maseko será el primer africano negro que irá al espacio. Nació hace 25 años. Creció en el gueto negro de Mebopane (Sudáfrica). Firme creyente anglicano. Hijo de herrero y limpiadora, afronta la repentina fama mundial con su sonrisa incombustible. Antes que aspirante a astronauta, era DJ. ¿Alguna preferencia cinematográfica? Gravity, por supuesto.
El 5 de diciembre de 2013 recibió la llamada de su vida. El joven Mandla Maseko (Soshaguve, 1988) era uno de los 23 ganadores de la competición Lynx Apollo Space Academy que selecciona a civiles para viajar al espacio en 2015. Había un millón de candidatos. De familia humilde y con cuatro hermanos, ha pasado de tener que abandonar en 2009 la carrera de Ingeniería Civil en Pretoria por falta de dinero a ocupar portadas. Da las entrevistas en swate, zulú, inglés o tswana ya que, como todo chico sudafricano de a pie, la convivencia con sus vecinos le ha hecho políglota. Proyecta desparpajo y simpatía: «Yo sabía que iba a ser grande algún día, pero no conseguía trabajo o me contrataban solo para dos o tres meses». Ahora, su vida transcurre entre simuladores y gimnasios. Tiene ambiciosos planes de futuro que pasan por terminar la carrera y formarse como astronauta profesional.
¿Cómo hiciste para ser elegido entre un millón de personas?
Concentrándome, siendo como yo soy. Siempre doy el 100%, está en mi naturaleza.
Y, ¿cómo diste la noticia a tus allegados?
Bueno, coincidió que tres horas antes de conocer la noticia había fallecido Mandela. Así que no podía decir nada mientras estábamos de luto. Aun así, era algo demasiado grande para callarme y se lo conté a mi mejor amigo, que me guardó el secreto hasta que se hizo público.
Tuvo que ser emocionante…
Dios mío… Gritamos, nos abrazamos, ¡fue una locura! Pero teníamos a Mandela en el recuerdo.
¿Qué ha significado su figura para ti?
Nuestro primer presidente negro. Alcanzó nuevas metas motivando el rechazo al racismo. Una fuente de inspiración. Cuando oigo «¿quién fue el primer presidente sudafricano negro? Nelson Mandela y, ¿quién es el primer sudafricano negro en ir al espacio? Mandla Maseko» Verme a la misma altura que él es lo máximo para mí.
Es que eres un modelo para muchos. ¿Cuántas entrevistas has concedido ya en estos tres meses?
No lo sé, he atendido a todo tipo de medios: locales, internacionales, radios, teles, periódicos… Solo en los primeros tres meses creo que fueron más de cincuenta.
¿Y ya te has acostumbrado por completo?
Cuando haces algo una y otra vez, te acabas acostumbrando. No me aburre, cada entrevista es distinta y me gusta conocer gente, experimentar cosas nuevas.
Tu vida ha cambiado radicalmente, ¿sientes que eres otro Mandla?
Antes de esto no había salido al extranjero. Ahora viajo, conozco nuevas cosas, pero sigo siendo el chaval de Mebopane que he sido siempre. La gente piensa que cuando tienes éxito cambias y olvidas de dónde vienes. Yo no.
He oído por ahí que te han puesto un mote: «el afronauta». ¡Eres más conocido de esta forma que por tu nombre!
[Risas] Sí, lo sé.
Y, ¿qué te parece?
Creo que no me gusta. Me encanta.
Toda esta popularidad, el viaje al espacio… ¿estás cumpliendo un sueño de la infancia?
Yo era el típico chaval de pueblo, un negro, no podía imaginar algo tan enorme. Quizás trabajar en una gran empresa en mi pueblo, ser médico, policía, abogado o ingeniero civil… pero ir al espacio era algo inalcanzable para alguien como yo.
¿Cuál es tu siguiente meta?
Acabar la carrera de Ingeniería Civil y, después, convertirme en un ingeniero aeronáutico, algo relacionado con el espacio. Quiero colocar la bandera sudafricana y panafricana en la Luna.
Da la impresión de que esto sea lo mejor que te ha pasado en la vida
Ciertamente. El lema de la competición era «Sal como un hombre, vuelve como un héroe», ¿no es asombroso? Creo que no solo es lo mejor que me ha pasado a mí, también lo mejor que le ha pasado a Sudáfrica y a África.
¿Realmente ya has podido asimilar que estás haciendo historia?
Sí y me encanta el hecho de que la gente me recuerde como el chico que fue al espacio, que no tenía nada, pero que lo logró.
Supongo que te refieres a tus orígenes humildes
Especialmente por parte de mi padre. Él nació en Sudáfrica pero emigró de niño a Suazilandia y pasó mucha hambre. Se acostaba por la noche sin haber cenado, solo bebía agua. Tuvo sus primeros zapatos a los 16 años. Así que él se propuso que sus cinco hijos no pasaran por lo mismo. Y, pese a no tener mucho, nunca me ha faltado un techo ni un plato de comida.
Y eso es un motivo más para sentirse orgulloso, ¿no?
Sí, lo que tengo hoy se lo debo a él. Me enseñó a ser un hombre fuerte. Y mi madre me ha educado muy bien, siempre está detrás de mí y me da mucha fuerza.
¿Sientes que las cosas están cambiando y que es la hora de que los africanos reclamen su protagonismo en el mundo?
Claro. Mi país, mi continente… están evolucionando. Este año celebramos los 10 años de democracia en Sudáfrica. Ahora ha aparecido el afronauta. El mundo está cambiando y la gente aquí comienza a adaptarse al cambio.
Sin embargo, en los informativos europeos, cuando hablan de África, prevalecen las noticias negativas, como el conflicto en la República Centroafricana o la ley antihomosexual en Uganda… ¿Estás enterado de todo esto?
Esta misma mañana he oído acerca de la ley homófoba pero hay que entender que no ocurre en toda África. En ese sentido, Sudáfrica es diferente. Nos adaptamos mejor que otros países al cambio, somos el Nueva York de África. Mucha gente todavía piensa que esto es una jungla pero usamos ropa, hay iPads, estamos desarrollándonos como cualquier otro continente.
Y tú formas parte de las escasas noticias positivas que salen de África hacia el exterior…
[Se queda pensativo] ¡Guau! Gracias. Espero que eso ayude a que África pueda crear su bandera, que la gente reconozca que África se representa a sí misma. Y yo quiero formar parte de eso.
En tus apariciones públicas llevas como bandera ese orgullo africano pero también destacas por tu simpatía y sencillez, ¿eres así en tu día a día?
[Carcajada] Sí… no recuerdo haber hecho ninguna cosa mala en mi vida y no me consta ninguna queja de las madres de las novias que he tenido [risas]. Pues sí, creo que soy una buena persona, buen hijo, buen hermano, buen amigo y espero que, cuando llegue el momento, un buen marido.
Autor:
![]() |
![]() Ciudadana del mundo, rebelde con -y por- muchas causas, fan de las historias de la gente corriente. Hace quince años, de mayor quería ser periodista. Ahora, además, soy activista por los derechos humanos y apasionada por los países del sur, aunque vivo en Londres.
|