La luz que habita en la oscuridad. Presentación del último libro de Sandra Andrés Belenguer
María Gregorio González//
La escritora zaragozana Sandra Andrés Belenguer presentó el pasado 20 de abril su última novela en el Museo Provincial de Zaragoza. La noche de tus ojos es un libro juvenil que incluye reflexiones sobre el miedo psicológico que impide a sus protagonistas ver más allá de lo que les rodea.
El cielo comienza a oscurecerse, aunque esta vez no con la prisa con la que lo hace en invierno. Un día cálido y apacible se convierte en una tarde de nubes, aire y cierzo. El tiempo empeora. Una vez dentro del Museo de Zaragoza, donde va a tener lugar la presentación, la sala se va llenando oco a poco de aficionados a la lectura e interesados por la nueva obra de Sandra Andrés Belenguer. En unos pocos instantes, ya no quedan sillas vacías y la gente que no logra conseguir asiento se mantiene de pie, a la espera de que comience la ponencia.
Una mujer con un vestido de flores, con colores cálidos, recorre el pasillo central y se dirige a la mesa de ponentes. Por su apariencia, no es difícil averiguar que se trata de Sandra. De manera espontánea y con una gran sonrisa se sienta justo en medio de la mesa. Dos hombres la custodian. Son Alberto Lafarga, director de la Biblioteca de Aragon y Fernando Rivarés, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, los cuales no dejan de halagar la novela y de comentar la trayectoria profesional de esta licenciada en Filología Hispánica.
Escritora de éxito y nada novel a pesar de su juventud, Sandra es reseñista y articulista literaria. Ha impartido conferencias, talleres y charlas sobre sus novelas a nivel nacional e internacional. Además ha colaborado con Jules Verne de Amiens y Guildhard School of Drama de Londres. Cuenta ya con cuatro obras: Ex-libris, La hija de los sueños, El despertar del mal y El violín negro, que ya va por su cuarta edición.
Y a pesar de que La noche de tus ojos se entiende como un libro juvenil, no lo es en absoluto, afirma Rivarés. “No importan los apellidos infantil o juvenil después del nombre propio Literatura. Aunque seas un adulto encerrado en un cuerpo de niño o una persona del siglo XVI en cuerpos del siglo XXI, también disfrutas de lecturas como esta. Además, esta novela utiliza muchos recursos simbólicos que hay que saber interpretar.”
Existen, por tanto, varias tramas simbólicas: el aroma de enebro simboliza la fortaleza y la naturaleza de los seres que resisten casi todo. El libro se centra en esos aspectos de la vida cuya superación requiere valentía y fuerza, sobre todo en el ámbito social. El maltrato físico y psicológico, la lucha contra una enfermedad terminal o la integración en una sociedad diferente originan la esencia de la obra.
“Hay algunas cosas que pasan en la obra que no deberían pasar, y que ocurren todos los días en las clases sociales, que son desgraciadas y hacen fuertes a las personas. Y es por eso por lo que la mayoría de mujeres dentro de la obra son más fuertes que nadie; porque luchan contra obstáculos de forma continua y nunca tiran la toalla”, reitera Fernando Rivarés.
Ambientada en la ciudad de Dublín del siglo XX, Ciara es una joven que vive una pesadilla en su propia casa y sueña con un futuro mejor: un cambio que la ayude a recuperar la felicidad perdida.
La música también ofrece un papel simbólico fundamental, que sirve como inspiración y exaltación a la fuerza, a la capacidad moral de superar las dificultades que se presenten en el camino. “Los efectos y las creencias de la música, los valores y los sentimientos nos pueden hacer subsistir en cualquier sociedad. La música es fundamental en nuestras vidas; sin ella, no seríamos nada”, comenta.
Las obras de Sandra Andrés Belenguer poseen un enfoque mágico, de fantasía, con algún toque paranormal. La propia autora cuenta cómo surgió esta novela y explica un reto que se le planteó al escribirla y que no supo solventar: “Quise enfrentarme conmigo misma y hacer algo que fuera de carácter realista, aunque creo que no lo he conseguido. Al final, inconscientemente, creando los guiones y las microescenas, ya supe que no lo conseguiría. Tenía que darle siempre ese toque oscuro, de misterio, con un amor tan extraño e imposible pero en el fondo tan hermoso y delicado que es el eje sobre el que gira toda la novela”.
“Los personajes viven su propia noche, una oscuridad física que rodea toda su vida, frente a una oscuridad psicológica, interna, que atan su corazón a unos secretos inconfesables de un pasado complicado”, continúa la autora.
La noche de tus ojos es una novela que trata de la superación de los miedos. Los personajes tienen miedo de lo que han vivido, de ellos mismos y de lo que les rodea. Es un miedo que atenaza y horroriza, pero sin el cual no habrían sido capaces de avanzar y solucionar sus conflictos internos y externos.
La autora transita por esta amalgama de sentimientos, pero recalca una cosa importante: “A pesar de ser una novela envuelta en sombras, también existe luz. Es una novela de mucha luz, de redenciones posibles. Es una luz que se encuentra a lo largo de su lectura, a través de sus palabras y sus páginas, y que ha de interpretarse con el corazón.” Esa luz se convierte en un enigma que sólo podrá ser descifrado a través de los ojos de su protagonista.
El fin de la autora es explotar esos sentimientos de amor, compasión, creencias y esperanza encontrados en el lector. Su mayor pretensión es poder disfrutar y hacer de la lectura un instante mágico, con la posibilidad de evadirse de la propia realidad por unos segundos y entender la lucha contra el miedo como una herramienta de defensa y solución a los conflictos.
Los últimos minutos de la presentación fueron para recordar a Franz Kakfa, que en una carta escrita a un íntimo amigo suyo, decía: “Si un libro no nos despierta como si nos golpeara, ¿para qué lo leemos? Si no nos perturba, no nos sacude, no rompe con un hacha el mar helado que llevamos dentro, ¿por qué lo leemos?”. Hay que guiarse por el instinto y dejar que este libro y todos los que vengan después nos golpeen.
Instantes después, la sala se llenó de aplausos. Pero Sandra interrumpió el sonido de las palmas, en aviso de una sorpresa que estaba a punto de ocurrir: “Como la música es fundamental en mis novelas, tengo algo reservado para vosotros y para finalizar la charla”. Los asistentes se vieron sorprendidos por un grupo de niños, que no tendrían más de ocho años, y que entraron de forma silenciosa desde el fondo de la sala. Se colocaron en tres filas y todos al unísono comenzaron a cantar una pieza musical propia de la ciudad irlandesa en la que está ambienta la novela.