Sed de justicia
Elisa Navarro//
La historia de Burundi contada por un joven aragonés
¿Burundi?
Burundi es uno de esos territorios del planeta que pasan por completo inadvertidos. Por descarte, muchos lo situarían en África, donde desgraciadamente se localizan algunos de los países más ignorados del mundo. Como sus historias.
Burundi no tiene salida al mar y se encuentra en la región de los grandes lagos de África oriental, limitando con tres países algo más conocidos por su pasado: Ruanda, Tanzania y República Democrática del Congo.
La historia de Burundi nunca tuvo peso en la agenda mediática, un país fuera de todo radar cuyo pasado de dolor y crímenes ha sido silenciado e ignorado por el mundo entero. ¿A quién puede importarle lo que ocurra a cientos de kilómetros cuando sus recursos llegan sin problema al primer mundo?

Romper el silencio y exponer la verdad fue desde el inicio el objetivo de Víctor Villavieja (Zaragoza, 1996), codirector y guionista de ‘Voiceless’, un documental que destripa la situación política de Burundi sirviéndose de Lievin Manisha, exiliado burundés, como protagonista del relato.
Las historias de Víctor y Lievin se juntarán muy lejos de sus respectivos hogares, en Luisiana (EEUU), donde el zaragozano llegó para estudiar parte de su carrera y Lievin, por motivos más complejos que se irán desentramando a lo largo del documental.
Unas prácticas en un periódico local y una entrevista a su amigo llevarán al aragonés a descubrir una historia terrible, narrada en primera persona, que merecía ser mejor contada: la historia de un genocidio.
1993, el genocidio de Burundi
Para entender el presente de Burundi hay que recorrer un puñado de fechas que ponen en contexto un entramado político complejo. Un conflicto “étnico” entre hutus y tutsis, -realmente motivado por los intereses económicos del primer mundo-, que su vecino Ruanda nos ayudó a comprender poco tiempo después.
La diferencia entre Ruanda y Burundi, más allá de la magnitud de las cifras, (en el primero murieron 800.000 personas en tres meses y en Burundi, 400.000 en dos o tres años) es que Ruanda consiguió que se volviera a hablar de África debido a la dimensión de lo ocurrido. Silencio para Burundi.
La segunda gran diferencia fue la intervención en el conflicto por parte de la comunidad internacional. Mientras que en Ruanda se hace un esfuerzo por juzgar y condenar a todos los responsables del genocidio, en Burundi, borrón y cuenta nueva. Se establecieron negociaciones de paz entre el gobierno y los grupos rebeldes favoreciendo así que los verdaderos genocidas de la película
tuvieran luz verde para acceder a la cámara legislativa, policía, ejército…
Una metedura de pata por parte de la comunidad internacional que favoreció una inmunidad provisional, que se ha convertido en perpetua, para todos los culpables. El cóctel perfecto de una película de terror: crímenes ignorados y criminales en el poder.
Los vaivenes de Burundi desde entonces han sido constantes. Un momento estelar fue 2015 cuando el país decide abandonar el Tribunal Penal Internacional, -primero en la historia en hacerlo-, siendo la única manera de perpetuar el mandato de su presidente que superaba ya los 10 años en el poder.
‘Voiceless. El genocidio silenciado’
‘Voiceless’ es un intento por desvelar la verdad, por romper un silencio instaurado y exigido por un gobierno negacionista que quiso desde un principio cambiar el curso de la historia a golpe de mutismo. ‘Voiceless’ es en muchos casos una primicia, una descripción de los acontecimientos que nunca antes había salido a la luz. Es un conjunto de voces, de testimonios valientes que, sin importar su posición o sus creencias, hacen un esfuerzo por reconstruir un pasado confuso y lleno de dolor.
16 entrevistas en 7 países distintos que incluyen a nombres conocidos en el panorama español como el del fotoperiodista Gervasio Sánchez o el de Alfonso Armada. Pero también el de otros españoles como el misionero Ángel Eladio “el Yayo”, que supone un maravilloso regalo para el espectador. El común denominador: Burundi.
Un documental que nos hace viajar también a Francia, Alemania, EEUU o Canadá, donde se encuentran políticos burundeses, exiliados o incluso la princesa de Burundi, siendo tan solo una pequeña muestra de los 400.000 refugiados burundeses que un día salieron de sus casas buscando un destino mejor.

La intención de todos ellos, lejos de sus creencias étnicas, es contar la catástrofe que vivieron y que, en muchos casos, se llevó consigo a buena parte de sus familias. Personajes que, a pesar de que ponen en peligro sus vidas contando sus vivencias, exigen justicia y el establecimiento de una verdad histórica inexistente en el país.
Un lugar de honor merece la vida del protagonista, Leivin Manhisa. Un joven que a punto estuvo de morir en numerosas ocasiones. Huérfano desde los seis años y secuestrado a los 12 en el Congo, huyó después a Sudáfrica -a pie y con lo puesto- en un viaje de más de 3.400 kilómetros. Un golpe de suerte lo dirigiófinalmente a los EEUU, donde decidió comenzar de cero. Su valentía y ahínco lo condujeron después hasta la mismísima ONU donde luchó por defender la memoria de un país que estaba patas arriba. Y su batalla continúa.

Un documental ambicioso para dos jóvenes recién egresados
La dimensión de esta historia es XXL, no solo por lo vasto del tema y por la poca documentación existente, sino porque sus testimonios se encontraban muy dispersos entre sí. Un proyecto, sin duda, ambicioso, especialmente por tratarse del primer trabajo de estos dos jóvenes recién graduados, Víctor Villavieja y Martín Soto, al que deciden aventurarse con pocos recursos, poca experiencia, pero mucho empeño.

Un documental por 7 países que costean por su cuenta después de un verano trabajando como camareros. Una película que consiguen completar después de tres años de verdadero compromiso con la historia. “Creo que es el tema del que más me he informado en los últimos años. Casi sé más de Burundi que de España”, bromea Víctor y no le falta razón. Los 90 minutos de su documental hablan por sí mismos.
La productora zaragozana ‘Cosmos Fan Comunicación’ es la que les ha ayudado en todo el proceso final de postproducción y les ha puesto en contacto con otros tantos profesionales aragoneses que han contribuido a completar un trabajo que venía muy bien enfilado.“Sabíamos el valor que tenía la historia, pero al ser nuestro primer documental, ignorábamos cómo llamar a la puerta de los que nos tenían que apoyar y convencerles, además, para que lo hicieran. Lo conseguimos con argumentos de peso: un buen producto, descubrimientos inéditos y testimonios muy potentes”, explica el codirector.

Un documental cargado de realidad que se está convirtiendo en sueño. Al año que viene se estrenará por todo lo alto en Televisión Española y su objetivo es abrirse paso en algunas de las plataformas internacionales más conocidas para garantizar la mejor difusión del relato. Además, pretende llegar a los países en los que fue grabado, ya que por su parte, el documental original dispone de testimonios en cinco idiomas distintos. Mientras tanto, su visión y trabajo los están acercando a diversos festivales internacionales y también a los premios Goya; las siete candidaturas por ‘Voiceless’ hacen que las estatuillas más importantes del cine español ya no estén tan lejos de su alcance.
“Sabemos que con este documental no vamos a cambiar el mundo, ni la situación del país en sí, pero lo que sí podemos hacer es que la gente conozca la historia y condicionar así a la opinión pública, a la comunidad internacional. Presionar de la manera que sea”, asegura.
Y lo están consiguiendo.
FICHA TECNICA:
Título: ‘Voiceless. El genocidio silenciado”
Directores: Victor G. Villavieja
Director de fotografía: Martín Soto
Guión: Víctor G. Villavieja
Productor: José Ángel Delgado. Cosmos Fan Comunicación
Duración: 95 minutos
Protagonista: Lievin Manhisa.
Estreno: año 2021