Una innovadora historia entre cuatro esquinas

Pablo Mateo Blázquez//

Nunca imaginé que podría disfrutar del wrestling en Zaragoza. Recuerdo aficionarme a él durante mi infancia viéndolo por televisión desde el sofá de mi casa. Después llegaron los cromos, los viajes a diferentes jugueterías en busca de las figuras de acción de mis luchadores favoritos y los highlights en YouTube de los shows más importantes. Por aquel entonces, consideraba al wrestling como un mundo muy lejano, prácticamente inalcanzable, ya que tenía sus puntales en países como Estados Unidos, México o Japón. En España, conocido como pressing catch, surgió una incipiente afición a principios de los 2000, pero quedaba mucho camino por recorrer todavía.

Estoy nervioso. Aunque me hago una ligera idea, no sé con exactitud qué me voy a encontrar. Las expectativas y la incertidumbre recorren mi cuerpo. Ocupo uno de los asientos de la línea 28 del autobús urbano de Zaragoza, y toca tener paciencia. Desde la calle céntrica del Coso me dirijo a Peñaflor de Gállego a través de la A-123. Diría que he visto mejores paisajes en mi vida. Las vistas no me acompañan, pero la música siempre es una buena compañera de viaje. Allí, en una nave de un semi polígono de Peñaflor, me esperan Daniel Gallego y ACW (Aragón Championship Wrestling).

¿Qué es el wrestling?

A algunos les pillará por sorpresa y desconocerán su existencia. Mientras otros optarán por desprestigiarlo porque lo consideran un deporte falso.

El wrestling es un deporte-espectáculo que combina disciplinas de combate y lucha libre con habilidades de interpretación y performance. Se basa en enfrentamientos cuerpo a cuerpo, en los que los golpes entre luchadores no se llegan a producir, únicamente  dan lugar a una actuación.

Resulta complejo describirlo, pero es una actividad que cobra todo el sentido cuando los protagonistas están encima del ring y los aficionados abarrotan los estadios para presenciar los eventos. Es un fenómeno de masas en algunos países y un negocio que no cesa su crecimiento. Las líneas narrativas, los guiones, los arcos argumentales y el dramatismo de las mejores obras se mezclan con las acrobacias aéreas, los físicos de colosos deportistas y el carisma de los protagonistas en un cóctel que consumen millones de personas por todo el mundo. Responde a una innovadora manera de contar una historia, pero, en este caso, interpretada por atletas que ejecutan movimientos asombrosos en los cuadriláteros.

El wrestling encuentra su mayor exponente en la WWE (World Wrestling Entertainment) de Estados Unidos. Bajo la tutela de la familia McMahon, la WWE se ha convertido en el epicentro de la lucha libre y en un negocio capaz de congregar a más de 150.000 personas en WrestleMania 38, su pay per view cumbre, a principios de abril.

La WWE no es la única institución de lucha libre estadounidense, ya que existen otras empresas como All Elite Wrestling o Impact Wrestling. Pero esta es la que goza con mayor prestigio y reconocimiento: pensar en wrestling es, inevitablemente, pensar en la WWE con sus shows y luchadores. Asimismo, esta actividad deportiva se complementa con las visiones más tradicionales de la lucha libre mexicana o la estética, técnica y purismo de Japón.  

El wrestling es un deporte-espectáculo que ya cuenta con cierta historia a sus espaldas, pero que se encamina sin límites hacia una trayectoria con valiosos capítulos. Ya es una potencia en varios países y en otros, como España, su afición viene pisando fuerte.

ACW: Los orígenes de una asociación humilde

Todo comenzó en enero de 2022. Bueno, en realidad, debemos remontarnos hasta el verano del 2021. Tras unos meses formando parte del elenco de otra compañía, los integrantes de la roster actual de ACW decidieron librar su propia batalla. Consideraron que había llegado el momento de abandonar la empresa que supuso el punto de partida. Necesitaban dar un paso al costado para continuar su aprendizaje. 

“Nos formaron en las nociones básicas del wrestling y estamos agradecidos por ello. También porque gracias a aquella entidad nos conocimos todo el grupo. Sin embargo, sabíamos que seguir allí era perder dinero y tiempo. No podían enseñarnos nada más y nosotros queríamos seguir progresando”, cuenta Gallego.

Entonces llegaron los pájaros del emprendimiento. La iniciativa de desarrollar un proyecto propio estaba cada vez más presente. Aquel grupo tomó las riendas de sus propias pasiones y se lanzó a la aventura. Tras cuatro largos meses protagonizados por trámites burocráticos, ACW se hizo realidad en diciembre del 2021. Una asociación sin ánimo de lucro fundada por trece hombres y mujeres de diferentes edades, que proyecta el wrestling como un reflejo del ocio, la profesionalidad y el sentimiento de comunidad.

Daniel Gallego define ACW como una asociación cultural porque “a pesar de que la lucha libre sea deporte, el wrestling realmente es entretenimiento”. Una nave humilde, escasamente decorada y con un ring de lona verde y cuerdas amarillas, es aquí donde se desarrolla el roster de Aragón Championship Wrestling. Además, trabaja con tesón para crecer en la escena de una práctica deportiva en auge dentro de España. 

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Imagen de presentación de Daniel Gallego, alias Gallas. Vía @reimonrei (ACW)

Gracias a su entrenador, conocido en el mundillo como Red Amethyst, los contactos de la asociación van en aumento, al igual que la formación de sus fundadores. Nadie mejor que una persona experimentada en el wrestling y con vivencias en Reino Unido y Alemania para potenciar el proyecto de una asociación joven y ambiciosa a partes iguales.

ACW representa tanto la incipiente afición por el espectáculo desde principios de siglo como la complejidad que supone transmitir y difundir el wrestling en España, donde hay poca cultura y escasos referentes. Ante la falta de recursos, la ilusión por la bandera es el motivo que lleva a estos modestos luchadores a subirse al ring, soportar los golpes y formarse para mejorar paso a paso.

A-Kid como referente español en la cima

Carlos Ruiz, conocido en el panorama del wrestling como A-Kid, es un luchador profesional de la compañía WWE. El madrileño de 24 años inició en circuitos independientes estadounidenses y europeos. Sus destacadas actuaciones en compañías como Chikara o White Wolf Wrestling fueron lo que le permitieron dar el salto a la WWE de la mano de NXT UK en 2019.

En esta última marca Ruiz se enfrentó a algunos de los luchadores más destacados del roster y, pese a la suspensión por la COVID-19, su trayectoria continuó al alza llegando a proclamarse campeón de la Heritage Cup y aspirante al título del NXT UK Championship.

Hoy por hoy Ruíz forma parte de NXT 2.0, tercer programa más importante de WWE tras Raw y SmackDown, y está teniendo un gran protagonismo en su nueva aventura por Estados Unidos. Debutó en marzo del 2022 con victoria y suele participar en combates y segmentos de los shows semanales. También estará disponible como personaje jugable en el videojuego de WWE 2K22 a partir de junio.

A-Kid ha puesto a España en el panorama del wrestling mundial. Ya no hay estereotipo que valga. Para Daniel Gallego, o Gallas dentro del espectáculo, ahora “es un referente no solo por su habilidad dentro del ring, sino también por lo que transmite y los valores que difunde a todos los que estamos empezando”. Además, el joven zaragozano considera que la labor de A-Kid en WWE está siendo clave para impulsar el deporte en nuestro país y dar visibilidad a su práctica.

“Dentro de unos años, conforme vaya avanzando su trayectoria, todos aquí querrán ser como él”, comenta Gallego. Y es que esto son palabras mayores, algo que vale más que cualquier título o campeonato. El reconocimiento de toda una comunidad como ejemplo y líder al que seguir no se consigue fácilmente. A-Kid ha pasado de ser un vallecano más a representar el espejo en el que la bisoña ACW quiere verse reflejada.

Paso a paso, pero con firmeza

Impresiona vivir un entrenamiento en primera persona y a pie de ring. Las pisadas. El temblor de la lona. Los sonidos de un golpe o una caída. Por lo que puedo ver, aunque sea a un nivel amateur, es que el wrestling requiere un sacrificio y habilidad que no tengo. Me gustaría ver cómo quedan los cuerpos de los luchadores y las marcas que dejan después de una sesión como esta. No parece sencillo despertarse al día siguiente tras levantar a un compañero, chocar con él, ejecutar acrobacias de todo tipo y caer a la lona en múltiples ocasiones.

Del mismo modo, con solo unos minutos ya basta para averiguar qué hacen allí y por qué acuden por voluntad propia. El ambiente es cercano y cálido. La relación entre los integrantes de ACW es envidiable para cualquier grupo de trabajo. Pese a ser una simple nave de un polígono de la periferia de Zaragoza, es un espacio bonito. En ocasiones, la belleza de un sitio procede de sus historias, gente o actividades. La recepción que he tenido ha sido muy acogedora. Cualquiera puede sentirse uno más aquí.

Los entrenamientos, tras superar todas las trabas burocráticas y tener todo aprobado en el registro de asociaciones, comenzaron en enero del actual año. Los primeros resultados no tardaron en llegar, y ACW ya ha conseguido visibilidad en medios de comunicación como TVE, Aragón TV, Radio Marca o AS. Asimismo, algunos de sus luchadores ya han viajado a Madrid y Barcelona para competir y la compañía ha sido invitada a eventos en País Vasco y Andalucía.

Ahora los retos de Aragón Championship Wrestling ya son deportivos. La asociación busca financiación para continuar su desarrollo, ofrecer espectáculos y acudir a citas destacadas del wrestling español. 

En un país con escasa tradición en la materia, darse a conocer es clave para expandirse. Para conseguirlo, Daniel Gallego tiene clara la hoja de ruta a seguir: “Estamos haciendo las cosas muy bien y muy profesionalmente. Tenemos personalidad y queremos centrarnos en nosotros mismos, sin fijarnos en otras empresas, y hacer nuestro trabajo. Eso es lo que nos importa”.

ACW tiene fijadas sus metas y las cumplirá, aunque por ilusión y esfuerzo no será. Ya han dado los pasos más complicados con la creación de su asociación. Ahora les queda disfrutar. Continuar con su formación en el wrestling y con el desarrollo de su producto como espectáculo. Les veremos siendo protagonistas en la lucha libre española con el paso del tiempo. Con A-Kid como ejemplo y con la reivindicación del deporte-espectáculo ante los críticos que intentan desprestigiar esta actividad. Poco a poco, pero con firmeza. Sobre una lona verde y apoyados en tres cuerdas amarillas. ACW tiene muchas historias que contar entre sus cuatro esquinas.

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