Cómo arruinarte la Navidad en cinco películas (y un cuento)
Dani Calavera//
Cine convenientemente inconveniente para estos días de paz, amor y felicidad, y una historia irresponsable para regalar a tus seres queridos.
[[Érase una vez, en la víspera de Nochebuena…
El Polo Norte estaba repleto de felicidad. Todos los duendecillos estaban muy contentos, Mamá Noel preparaba galletas con formas navideñas para todos y los renos descansaban en el establo preparándose para la gran noche… Pero no todo eran risas: Papá Noel estaba algo enfurruñado. No ha parado de trabajar en todo el año, ha engordado mucho por comer tantas galletas y el tener que cuidarse más que antaño debido a su edad le había provocado una profunda ansiedad. Y, para colmo, los duendecillos no dejaban de molestarle, con sus «Santa esto, Santa lo otro». Curiosamente, a Papá Noel le había salido un ligero ‘tic’ nervioso en un ojo y ya estaba cansado de reír y sonreír siempre; también se estaba hartando de ocultar a Mamá Noel y a los duendecillos los botes de Prozac vacíos que escondía por toda la casa.
¡Pero por fin llegó la gran noche! Los duendecillos ya lo tienen todo listo para que Papá Noel recorra el mundo entero en Nochebuena, y pueda repartir regalos a todos los niños buenos. Papá Noel respiró profundamente antes de salir a la pista de despegue del trineo; al ver a un adorable duendecillo guiñarle un ojo en señal de ánimo, Papá Noel imaginó al duendecillo estampado contra el suelo. Avanzó con toda la calma que pudo y llegó hasta el trineo arropado por los aplausos y vítores de los duendecillos. Pero justo cuando Papá Noel puso un pie en el trineo, algo en su interior le pidió whisky, patatas fritas y tabaco y sintió cómo el sofá rojo de su casa del Polo Norte le llamaba. «Ven aquí, culo gordo, sabes que quieres apalancarte en mi y poner la tele», decía. ¡Los duendecillos no daban crédito! Papá Noel salió corriendo hacia su casa, con una sonrisa de oreja a oreja. ‘Tocapelotaschaun’, el duendecillo encargado de los duendecillos, se interpuso en su camino contundente: “¿¡A dónde crees que vas!?”, soltó con un gruñido. Y Papá Noel, sin disimular su felicidad, le propinó una patada en los cascabeles del pantalón que hizo que el duendecillo saliera volando.
Papá Noel entró en casa, se quitó el traje quedando en ropa interior, cogió una botella de whisky, tres bolsas de grasientas de patatas fritas y dos paquetes de tabaco. Y, con un grácil movimiento y sin que se le cayese nada, se tumbó en el sofá, agarró el mando a distancia y puso la tele… ¡donde justo empezaba un programa especial en Polotv!: “Ahora que Santa Claus está ocupado… les ofrecemos las películas más convenientemente inconvenientes para la Navidad”. Papá Noel abrió la primera bolsa de patatas y se la hincó entera de puro subidón. “Querido, ¿quieres que haga cinco bandejas de galletitas con ron?” le preguntó Mamá Noel desde la cocina. “¡Por la cuenta que te trae!”, le contestó Papá Noel a su mujercita. Noel se encendió un cigarro, se marcó un buen chupitazo de whisky y se preparó para el programa especial.]]
Si tuviéramos que empezar a arruinarnos la Navidad con una película, esa sería El día de la bestia de Álex de la Iglesia. Estamos hablando seguramente una de las mejores películas de la historia del cine español, no sólo por su originalidad sino también por su valentía. En el momento de su estreno varios críticos resaltaron que pudo gustarles más o menos, pero que lo que era intachable que a pesar de la carencia de medios, De la Iglesia compuso a base de mucha imaginación y buen hacer una gran comedia de acción. “Comedia de acción satánica” como él la describió. Un cura -monumental Álex Angulo- descubre que el anticristo nacerá en Madrid el día de Nochebuena. Sin parar de hacer el mal para atraer al diablo y con la ayuda de un joven satánico -descubrimiento de Santiago Segura, nunca ha estado mejor-, el bueno del cura pedirá ayuda a Cavan, un mentalista charlatán de televisión -Armando de Razza, elegante hasta decir basta- y los tres juntos evitarán el Apocalipsis rodeados de escenas y momentos memorables y brutales: la huida por el cartel de Schweeps de la Gran vía madrileña, la pelea con Teréle Pávez -que aquí interpreta seguramente a la mejor villana del cine español junto a su Ramona de La comunidad también dirigida por De la Iglesia-, la advertencia de Cavan por televisión (“Este es un mensaje para los diez millones de gilipollas que están viendo este puto programa”) hasta culminar en ese gran -y con más miga de la que parece- final en las torres Quio… Este film brillante no solo supuso un avance de gigante para nuestro cine; también fue el descubrimiento definitivo de un cineasta que, aunque no siempre cumpla, acierta con su humor salvaje y personajes decadentes introduciéndolos en un contexto fílmico que bebe de un montaje acelerado y americanizado, diálogos inverosímiles e imposibles pero tan caricaturizados que cobran todo el sentido, y una mala leche tras la cámara que borda la perfección. Y disfruten de la canción de Def con dos a toda castaña, por favor.
Seguiríamos, si aún tuviéramos ganas, con Rare Exports. Un cuento gamberro de navidad llegada desde Finlandia y ganadora del Premio a la mejor película en el festival de cine de Sitges. Se trata de un largo basado en el cortometraje del mismo nombre y que nos muestra a Santa Claus como una criatura totalmente salvaje que vive en los bosques finlandeses, y que es capturada por un grupo de cazadores que se dedican a educarlo para su buen comportamiento en centros comerciales en la época navideña. ¿A que parece una broma? La película no va más allá del chiste negro, pero el cortometraje del mismo nombre no puede ser mejor. Altamente recomendable, quizás, para los que desayunen en casa el día de Nochebuena.
Y vayamos más allá. ¿Una película perfecta para mandar toda la Navidad a hacer puñetas? Sin duda, Bad Santa. Billy Bob Thornton, guionista, productor, actor… el ex de Angelina Jolie nunca ha estado mejor que en este film. Genial comedia negra sobre atracos y “buenos sentimientos” navideños. De hecho, el único pero que se le puede sacar a esta película es que corres el riesgo de que te dé un infarto de tanto reírte mientras la ves, gracias no solo a las interpretaciones de Thornton y los geniales secundarios -entre ellos los fallecidos Bernie Mac y el genial John Ritter, en el que fue su último papel en el cine- sino también gracias a un guión lleno de momentos memorables y diálogos brillantes; por algo se basa en una historia de los hermanos Coen… De idea sencilla y eficaz, es mejor no desvelar más para sorprenderse todo lo posible viéndola. Imprescindible.
Y… ¿qué es eso de que unos ladrones quieren amargarnos la fiesta de Navidad de la empresa? Si hay un film imprescindible que nuestro Santa Claus mamoncete debe ver tumbado en su sofá y con varias copas de más es Jungla de cristal, de John Mctiernan. Una dirección brutal ayudada por un guión perfecto, por este film nunca pasa el tiempo. Bruce Willis en su mejor versión, más auténtico, y un villano de película de acción a una altura que nunca hemos visto ni veremos, sin nada que envidiar a un malvado Bond e interpretado por el enorme actor británico Alan Rickman, que hasta entonces no había hecho más que teatro. Explosiones, tiros y persecuciones. Sacudido todo ello con un ambiente inigualablemente navideño y totalmente ochentero. Porque desde el día de su estreno en el año 1988, ¿qué sería de una Navidad sin el himno de la alegría como banda sonora?
Eso sí. Teniendo en cuenta que hasta ahora hemos tenido alcohol, armas, violencia e incluso derivaciones satánicas, lo normal sería que ninguna otra película pudiese superar el nivel de salvajismo ya visto… pero la hay. Pensad bien en una gran productora cinematográfica -Steven Spielberg está detrás de todo, junto a su apadrinado Chris Columbus- que estrena una película para el verano, una película ambientada en Navidad sobre unos seres tan caóticos como graciosos que atacan a un típico pueblo americano. Hasta ahí todo es normal, será un gran éxito… pero el mérito de Gremlins de Joe Dante, va mucho más allá. Estamos hablando de un film altamente comercial que nos mostraba a unos antagonistas que casi caían mejor que los protagonistas y que divierten, no incordiando, sino directamente matando salvajemente a todos los que se interponen en su camino; están locos, tienen hambre y solo quieren caos, caos y más caos. Ni caso a la fallida y casi paródica segunda parte, esta película de Dante estrenada en el año mágico del cine (1984) es uno de los mayores triunfos artísticos del negocio cinematográfico de toda la historia. ¡Sangre y asesinatos para toda la familia, y sin que nadie lo censure! Bravo.
[[La tele sigue puesta, empieza un especial de tele tienda… Mamá Noel se acerca a su marido, que está roncando en el sofá con la botella de whisky abrazada cual osito de peluche. La anciana se la quita de encima, lo tapa con una manta y con un comprensivo “Feliz Navidad” le da un beso y se va a dormir pensando: “Este año, que se las arreglen como puedan”.]]*
*Aunque parezca mentira, este Papá Noel NO es real, repetimos, NO es real. El de verdad es mucho peor.
Autor:
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![]() Crítico de cine en ZTV y Heraldo.es. Creador, presentador y realizador del programa más extra-elegante de cine: «Unas cuantas Pelis». ¿Lo único que importa? Cine, música, escribir, mucho café, cine y música. Apasionado de la música y el cine tanto escrito como realizado, rodado y proyectado. Emocional y moralmente incapaz de escoger un género ¡Todos son buenos mientras sea buen cine!
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