Gluten free, por favor
Irene Marín//
Los nuevos estilos de vida, consecuencia de la pandemia, no solo están relacionados con nuestro físico sino también con cómo funciona nuestro organismo. Algunos alimentos se sustituyen por otros, nuestro cuerpo cambia y puede rechazar los que antes no podían faltar en nuestra dieta diaria.
Este puede ser el caso de los productos que contienen gluten. Según la Federación de Asociaciones de Celiacos de España, un 1% de la población actual de nuestro país, esto es aproximadamente unas 450.000 personas, son celiacas. También afirma que este año puede aumentar esta cifra, ya que los métodos para detectar la intolerancia a este compuesto han avanzado mucho y los diagnósticos son más precisos.
En la actualidad, no es muy difícil encontrar a una persona de nuestro círculo cercano que sea celiaco o presente molestias al ingerir alimentos con gluten. Pero, ¿Es lo mismo celiaco que intolerante al gluten? La respuesta es clara y sencilla: No. El digestólogo, Luis Miguel Benito, explica que los pacientes que tienen una intolerancia al gluten, presentan molestias después de ingerirlo pero no les daña, como a las personas celiacas, el tubo digestivo.
Esta dolencia no solo es costosa de mantener día a día en nuestra alimentación, también es más peligrosa que antes. Un estudio de la revista JAMA, realizado en colaboración con la Universidad de Columbia y el Instituto Karolinska de Suecia afirma que los pacientes intolerantes al gluten son más propensos a sufrir enfermedades cardiovasculares, respiratorias o cáncer. Es decir, es más fácil que sufran una muerte prematura.
Este estudio también asegura que la mortalidad en las personas con enfermedad celíaca es un 21% mayor, sobre todo en edades comprendidas entre los 18 y los 39 años.
En este rango poblacional se encuentra Ana Estella, estudiante de 22 años, es intolerante al gluten desde hace a penas seis meses. Para ella, ha sido difícil la adaptación de su dieta: «Sospechaba que me ocurría algo raro cuando comía gluten porque la tripa se me hinchaba muchísimo y era incomodísimo. Me hice las pruebas y no solo era al gluten, sino también a la lactosa. En ese momento piensas que vas a tener que dejar de lado alguno de tus platos o comidas favoritas si quieres tener una buena salud digestiva».
Por otro lado, la joven de 24 años, Blanca Illana, es celíaca desde hace dos años y está acostumbrada ya a este tipo de alimentación: «Ahora me sale solo, pero al principio era un mundo. Yo tuve que cambiarla sí o sí porque me producía muchas molestias, desde vómitos a diarreas, no podía seguir mi día normal o hacer mis tareas si comía un poco de gluten».
Aunque cada vez hay mas productos «gluten free», para ambas jóvenes sigue siendo tedioso en el ámbito social: «Ahora casi todos los bares tienen cerveza sin gluten o tienes mucha variedad de bebidas que elegir. Pero a la hora de comer, o vas a un sitio que específicamente sabes o has buscado que tiene opciones sin gluten, o es bastante difícil salir a comer a algún restaurante con los amigos o la familia sin poner pegas», afirma Blanca Illana.
A pesar de no tener ningún problema en relación con la ingesta de gluten, algunas personas optan por llevar este tipo de dietas pensando que les ayuda a adelgazar o que tienen numerosos beneficios para su salud. María Isabel Guallar, Doctora especialista en intolerancias y alergias en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza afirma que «abandonar el gluten sin ser necesario podría llevar a tener un déficit en micronutrientes y vitaminas tan importantes como el ácido fólico, el zinc, el magnesio y la vitamina B12».
También, el doctor Manuel Molina, jefe de sección del servicio de gastroenterología y nutrición pediátricas del hospital La Paz de Madrid explica que «una dieta sin gluten no recomendada por un experto puede provocar problemas graves en la microbiota intestinal, haciendo que nuestro ritmo de digestión y absorción de los nutrientes cambie por completo».
Por ello, la Doctora Guallar manda un mensaje claro: «No hay que seguir este tipo de dieta si no es necesario. Adelgaza porque eliminas fuentes de carbohidratos como los cereales o la pasta, no por el gluten en si. No es saludable».
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