La llamada del miedo
Antonio Carreras//
“La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido» H.P Lovecraft
Un joven universitario sin nombre ni recursos llega a la desconocida Rue d´Auseil, donde alquila la habitación más barata de un caserón prácticamente abandonado. Cada noche, su mente se nubla con las extrañas melodías de violín procedentes de la buhardilla. Su obsesión por estos sonidos le lleva a conocer al músico mudo Erich Zann. Este desgarbado anciano de ojos vidriosos cede y le permite acompañarle en sus sesiones. Lo que verá en esa habitación es algo que nunca podrá olvidar.
Durante las sesiones del viejo puede oír notas imposibles, que no pertenecen a este mundo, ecos que parecen burlarse de él provenientes de la ventana. En uno de los frenesíes musicales de Zann, se abre de par en par, pero el joven no ve nada; solo la más absoluta oscuridad, un terror enloquecedor propio del pandemonio y el silbido de esas notas infernales que se alejan debido a la melodía del violín.
La música de Erich Zann es uno de los relatos más populares de Howard Phillips (1890-1937), más conocido como H.P. Lovecraft, que intentó, a través de sus cuentos de terror, que sus lectores entendieran por qué no pueden comprender el miedo. Los relatos de Lovecraft siempre pasaron desapercibidos en revistas en una Inglaterra obsesionada con libros de Christie y Berkeley y sus ¿quién fue?; sin embargo, sus escritos se fueron abriendo paso por sus increíbles descripciones de un terror en estado puro y el deterioro de la psique humana al afrontarlo.
Un terror sin forma, una atmósfera que se cierne sobre las personas sin que puedan hacer nada por evitarlo, una nube de oscuridad más allá del entendimiento humano que conduce a la locura: eso es el terror para Lovecraft. Su fascinación por la locura y el pánico por lo que no se puede ver quedan plasmados en todos sus relatos, como en La llamada de Cthulhu o Azathoth.
En sus escritos se describen criaturas fantásticas que van más allá del entendimiento humano; monstruos que, con solo mirarlos, conseguían volver loco al más cuerdo de los mortales. Al igual que en La música de Erich Zann, apenas hay descripciones de ninguna de estas bestias; del Cthulhu solo se dice que es “algo parecido a un pulpo, un dragón… y la caricatura de un ser humano”.
La llamada de Cthulhu trata lo que sucede cuando uno de ellos se deja ver en su estado natural por seres humanos, los cuales son inmediatamente embargados por un sentimiento sobrecogedor de pánico y conducidos, inevitablemente, a la locura. Estas abominaciones de Eldritch se sobreponen al sentido común y obligan a los personajes a actuar fuera de lo que es normal y razonable.
Howard Phillips deja un legado firme como uno de los autores de literatura de terror más influyentes del pasado siglo, con cientos de escritores dispuestos a continuar trabajando en su mundo y su misión de enseñar a la gente por qué el miedo no es algo que haya que comprender.





