Mitología y contemporaneidad en el Riordanverso
Andrea García//
Hace dos años, se puso cierre a otra saga más de uno de los universos literarios más grandes de la literatura infantil/juvenil: Pruebas de Apolo. Rick Riordan había conectado algunas de las mitologías más famosas: como la griega, la egipcia y la nórdica; creando un mundo fantástico único, donde lo antiguo se mezcla con lo moderno.

El conocido por los fans como Riordanverso (Riordanverse en inglés) tiene su origen en los cuentos que el autor le contaba a su hijo antes de dormir. Rick Riordan es, aparte de escritor, profesor. Como tal, trató de inculcar a sus hijos su amor por la lectura y las historias. Al ser un fanático de la mitología, los dioses antiguos siempre tenían un lugar en sus cuentos. Cuando su hijo mayor fue diagnosticado con dislexia y THDA, Riordan creó un protagonista que compartiera estas mismas características, pero, aun así, fuera capaz de mezclarse con dioses y monstruos ancestrales. Fue así como, poco a poco, se creó el personaje que lo lanzaría a la fama.
Este universo comienza con la que es su saga más famosa: Percy Jackson y los dioses del Olimpo, también conocida como Percy Jackson a secas. La historia gira alrededor de este personaje, quien un día descubre que es hijo de uno de los antiguos dioses griegos y que estos llevan siglos existiendo, ocultos a los ojos de los mortales. Cinco libros que toman la pregunta “¿qué pasaría si los dioses griegos existieran hoy en día y siguieran teniendo hijos?” como concepto base y desarrollan una trama plagada de profecías, poderes sobrenaturales, heroicidad y lazos de unión.
Le sigue la saga Las Crónicas de Kane, una trilogía en la que dos hermanos entran en contacto con los antiguos dioses egipcios, cuyo mundo está entremezclado con la realidad de los mortales. Se explora un universo con su propia magia, personajes y dimensiones que, sin embargo, no nos es totalmente ajeno. Una rama conectada a Percy Jackson que es difícil captar sin conocer la saga anterior.
Algo que no ocurre con la saga Héroes del Olimpo, centrada en la mitología romana. Esta sí toma Percy Jackson como precuela: presenta nuevas tramas y personajes, pero desarrolla todavía más a aquellos que el lector ya conoce. Una pentalogía que aporta novedades a este universo mientras cierra lo que en su momento quedó sin resolver.
Aunque no es el final, pues le sigue la trilogía de Magnus Chase y los dioses de Asgard. Una historia que gira en torno a la mitología nórdica. Sus protagonistas deben evitar la llegada del Ragnarok, el apocalipsis según las creencias de esta mitología.
La última saga es Las Pruebas de Apolo, pentalogía que toma al dios Apolo como protagonista y actúa de cierre para este universo. Comienza con el final de Héroes del Olimpo, dando respuestas a su final abierto. Además, a lo largo de estos libros, se da cierre a los arcos de los personajes de Dioses del Olimpo y Héroes del Olimpo. Nos muestra las vidas que van a llevar a partir de ahora y sus deseos para el futuro.

Además de estas sagas principales, el mismo autor ha publicado libros individuales que conectan también con este universo: spin offs, crossovers, flashbacks… Pequeñas historias autoconclusivas que amplían el canon y lore de este mundo. Además, no son ignoradas por el resto de los libros puesto que estas son a veces referenciadas e, incluso, ampliadas dentro de las tramas principales. Una auténtica delicia para los fans que buscan todavía más contenido.
Aún queda mucho por explorar
Pese a que Las Pruebas de Apolo se planteó como el cierre del universo, algunas tramas abiertas parecen indicar que todavía quedan libros por salir; queda por ver si serán tomos individuales o una nueva saga. Lo que sí es seguro que saldrá a la luz es una serie basada en Percy Jackson y los Dioses del Olimpo.
El proyecto había sido fuente de rumores desde hace varios años, con el propio autor alimentando la llama a través de las redes sociales. Sin embargo, no fue hasta hace unos pocos días que se anunció que la plataforma Disney + había dado luz verde a esta iniciativa. Aún no hay fecha de estreno, pero se sabe que constará de cinco temporadas (una por libro) y que el piloto será dirigido por James Bobin, quien dirigió el piloto de Mysterious Benedict Society. El único actor confirmado es Walker Scobell, que encarnará a Percy Jackson.
Esta serie no será la primera adaptación de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo. Este universo cuenta con un musical que se estrenó por completo en 2017 y tuvo un relativo éxito dentro del fandom de los libros, además de que obtuvo tres nominaciones para los Drama Desk Awards. Pero las adaptaciones más conocidas son, sin duda, las películas Percy Jackson y el Ladrón del Rayo (2010) y Percy Jackson y el Mar de los Monstruos (2013). Pese a que en un principio se planeaba continuar con esta franquicia cinematográfica, los malos resultados en taquilla y las malas críticas llevaron a cancelar la continuación.
Los fallos de las películas
El fracaso de las películas se debió principalmente a la falta de conexión con la obra original. Se eliminaron muchas de las escenas clave del libro y se añadieron otras que no existían en primer lugar. También se modificaron elementos del lore de ese mundo, cambiando las leyes establecidas en los libros y generando mucha confusión en los fans. Los personajes también sufrieron cambios en su físico y personalidad, lo que afectó gravemente a la dinámica que se mantenía entre ellos.

En definitiva, las películas buscaron crear su propia historia a partir de los libros, enfadando tanto a los fans como al propio autor. Rick Riordan siempre ha sido una de las voces más críticas hacia estas adaptaciones, afirmando no haber sido capaz de verlas tras recibir el guion y haciendo públicos los correos que envió a la productora con consejos para mejorar la película.
Esta actitud contrasta radicalmente con la que muestra cada vez que habla acerca de la nueva serie, en la que está muy implicado y parece tener plena confianza. Esto ha llevado a que los propios fans mantengan sus esperanzas de ver su mundo de dioses, héroes y profecías transmitido fielmente a la pantalla.