Novedades Paquita: el Inditex de La Jota
Texto: Nerea Monte, Marta Ortiz, Jorge Domec, David Docón, Giada Garau y Lorena García//
Novedades Paquita lleva surtiendo de trapitos a los vestidores de las vecinas del barrio de la Jota de Zaragoza desde tiempos inmemoriales. Lo que empezó siendo un puestecillo de ropa en el rastro ahora se ha convertido en un auténtico entramado textil, catalogado por sus parroquianas más veteranas como “el Inditex de La Jota”. Sus dependientas aseguran que cuentan con seis locales en Zaragoza y otro en Monzón; lo que no pueden asegurar es por cuánto tiempo se mantendrá esta cifra. Familiaridad, cercanía, precios “anticrisis” y, sobre todo, currar, currar y currar. Estos son los ingredientes de la exitosa receta que durante un porrón de años ha seguido este ¿imperio de la moda?
Su epicentro, su génesis, no se sabe a ciencia cierta de qué fecha data, pero sí que se encuentra en la Avenida de La Jota, en pleno meollo del distrito homónimo. Novedades Paquita –si es que puede considerarse tal– convive con otras dos más: una justo enfrente y otra situada en una calle paralela –Pascuala Perié–.

En la planta baja de una casa de dos alturas, a la derecha de la entrada a la vivienda, un cartel llamativo en el escaparate anuncia rebajas –la propaganda consumista de las navidades todavía se hace notar–. El nuevo letrero le da unos aires de boutique cara, pero le resta todo el encanto que tenía el anterior, cuya cutrez se amoldaba mejor al entorno.
Una vez has abierto la puerta y entras, un olor a perfume barato de señora te invade las fosas nasales; es agradable. Novedades Paquita, de pequeñas dimensiones –unos 30 m2–, da el pego de establecimiento comercial, aunque no ha perdido su esencia de sala de estar amueblada con lo indispensable para atender al público: una caja registradora, varias hileras de prendas y un par de probadores.
Detrás de este curioso emprendimiento está el clan de los Gabarre, comandado por Paquita. Volviendo al símil con la multinacional, es la Amancio Ortega de este particular Inditex. Una mujer que a pesar de vivir en luto constante desde que falleció su marido conserva ese carácter –a veces excesivo– propio de una matriarca gitana. Sin embargo, su muerte le ha marcado para siempre. Su salud se ha deteriorado tanto que sus hijos han tomado el relevo al frente del negocio.
Si hay que describir a la clientela de Novedades Paquita con un adjetivo, «fiel» encajaría a la perfección. En gran medida, es gracias al ambiente tan cercano que se respira. Aquí no se saluda diciendo “Encantada, ¿en qué puedo ayudarle?”, sino más bien con un “Buenos días, ¿qué tal tu madre? Hace mucho tiempo que no la veo”. Estas clientas suelen rondar edades próximas a la jubilación. No obstante, como puede ser la pasión por el flamenco o la vocación por la medicina, la adoración por Novedades Paquita se transmite de generación en generación. Las “nietecicas” van a comprar cogidas de la mano de su abuela.
Pero esta tienda no se ha visto exenta de dificultades. Primero tuvo que luchar contra el comercio electrónico: de nuevo un David frente a Goliat. Pero han sido sus devotas quienes vienen derrotando al poderoso Internet. La comodidad de comprar mientras estás tumbado en el sofá ha embaucado a mucha gente. En cambio, ellas tienen otra mentalidad, la de probarse la ropa antes de comprarla, como se ha hecho toda la vida.
La pandemia tampoco derrumbó a Novedades Paquita. Tuvieron que cerrar todas las tiendas durante el confinamiento, eso sí. Pero, mientras otros comercios no subieron la persiana cuando las medidas se relajaron, Novedades Paquita se arriesgó e inauguró un nuevo establecimiento. Sus clientas acudieron en manada nada más reabrirse. No defraudaron. Las limitaciones de aforo hicieron que incluso se formaran colas en la calle.
Novedades Paquita es una rara avis. En estos últimos años los comercios de barrio han intentado nadar a contracorriente, pero pocos han salido a flote. La cercanía, los “precios anticrisis” y el trabajo duro han permitido que el negocio de la familia Gabarre haya sobrevivido.