Todo es culpa de los videojuegos
Quique Sánchez Renedo //
Hace unos meses los medios de comunicación volvieron a relacionar la violencia con los videojuegos. El 15 de marzo la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, sufrió un atentado. Cuatro supremacistas blancos perpetraron una matanza en dos mezquitas que se saldó con 50 muertos. Uno de los asesinos, Brenton Tarrant, transmitió la masacre en directo por Facebook gracias a su cámara GoPro. La plataforma cortó la emisión en cuanto se dio cuenta, pero el vídeo ya había circulado por las redes.
Horas antes del atentado, Tarrant había publicado un extenso “manifiesto” en el que explicaban las razones del ataque. En este mostraba que los motivos eran xenófobos y citaba a otros asesinos como inspiración. Pero los medios encontraron un gancho mejor para sus artículos.
“- Were you taught violence and extremism by video games, music, literature, cinema? – Yes, Spyro the dragon 3 taught me ethno-nationalism. Fortnite trained me to be a killer and to floss on the corpses of my enemies… No”.
El texto incluye una entrevista a sí mismo donde explica que el Fortnite le entrenó para ser un asesino y bailar sobre el cuerpo de sus enemigos. Seguido de un tajante no. Y hablando justo antes del amigable dragón morado Spyro. ¿De verdad no se nota la ironía? Parece que en algunos medios no la captaron. O les daba igual. ¿Qué más da el rigor periodístico cuando podemos generar visitas fáciles incluyendo el videojuego de moda en nuestros artículos?
Clarín, uno de los diarios argentinos más seguidos, publicaba un artículo que generó mucha controversia en las redes sociales bajo el titular Los muertos como en el Fortnite, pero en la vida real. “El video es muy parecido a las imágenes del Fortnite, el juego que apasiona a miles de jóvenes adolescentes del planeta”, recoge uno de sus párrafos. Añade que, “como esos soldados virtuales”, el terrorista llevaba una cámara Go Pro en la frente.
Dejando a un lado la idoneidad de comparar un atentado terrorista con cualquier videojuego, las imágenes grabadas y el Fortnite no comparten ni la perspectiva. Si esos “soldados virtuales” llevasen una cámara Go Pro el juego se vería en primera persona: solo se les vería el arma. Y no es el caso. En el shooter en cuestión se ve el cuerpo entero de los personajes. Un dato que puede parecer insignificante, pero que deja más en evidencia la poca profesionalidad de los autores de artículos como el de Clarín. Porque debe costar mucho “googlear” para comprobar si realmente las imágenes se asemejan. O, de nuevo, resulta más cómodo echar la culpa a los videojuegos y de paso ganar unas visitas con el Fortnite que ser coherente.
En España, aún sobre la masacre de Nueva Zelanda, se publicó una columna en el País titulada Matar a lo Call of Duty. También aquí se apuntó hacia los videojuegos como instigadores de crímenes de forma errónea. Que una persona tenga videojuegos y esta sea violenta no se traduce en que los videojuegos sean culpables. Y no me lo invento: un estudio del Oxford Internet Institute publicado en febrero revela que no existe relación entre las horas jugadas a videojuegos y la agresividad que desarrollan ciertos adolescentes. Andrew K. Przybylski, profesor y director de investigaciones del Oxford Internet Institute, comenta que, aunque la idea de que los videojuegos violentos trasladan esas actitudes a la vida real sea muy popular, sus investigaciones han demostrado que la afirmación es falsa.
El caso de Nueva Zelanda no fue ni la primera ni la última vez que se iba a culpar a los videojuegos de cualquier actividad negativa. No solo violencia. Ya en 2008 se tildaba a los videojuegos como “Sudokus de Satanás”. En la actualidad, medios como Antena 3 son expertos en publicar artículos sin ningún rigor científico. Por poner dos ejemplos recientes, puede culpar tanto al GTA de violaciones como comparar la adicción al Fortnite (cómo no) con la heroína.
En cuanto a la relación directa entre la afición a los videojuegos y las conductas violentas observadas en los jóvenes, parece que la industria de los videojuegos ha tomado definitivamente el relevo del rock and roll; es lo que llama ahora la atención, es lo que está de moda. Las críticas que recibían en los 80 grupos como AC/DC o Black Sabbath les llegan ahora al Fortnite o al Call of Duty. Casualmente, menciones a términos que ayudan a los medios a potenciar su SEO y sus visitas. Lo importante es evadir todas las demás responsabilidades. No es culpable el vendedor de armas, ni el de drogas, ni la educación recibida. Todo es culpa de los videojuegos.