Un partido que ganar

Marta García Castro//

En un mundo donde las mujeres todavía luchan por la igualdad en materia de derechos y trato ante la ley, el deporte no es una excepción.

La entrada de las mujeres en el ámbito del deporte ha sido tardía y ha estado llena de dificultades. Es cierto que, al igual que en la sociedad en general, la mujer ha conseguido muchos progresos, pero todavía le queda mucho por hacer. Y es que el deporte femenino se merece el mismo respeto y consideración que el masculino y, además, debería contar con la misma repercusión que este.

Es indudable la importancia que tiene en nuestra sociedad el deporte, ya no solo como práctica, sino también como uno de los mayores espectáculos de nuestros tiempos. También es uno de los medios de entretenimiento más económicos y accesibles en la sociedad de masas, por lo que su consumo es bastante elevado. Sin embargo, los deportes que más expectación e interés suelen generar en los aficionados son los masculinos. Los medios de comunicación son altamente responsables de que esto ocurra, ya que se dedican a seguir una inercia y rutina que se puede comprobar con datos.

Tratamiento de las noticias deportivas en función del género

En el caso del diario Marca (diario deportivo más leído en España), en el 92,24% de las noticias que publica el protagonista es un hombre, además, mientras que en titulares el nombre masculino propio aparece en un 63,95%, el femenino lo hace solo en un 1,99%. 

Y no solo eso. La representación del deporte femenino en la sección dedicada al deporte se reduce a un 0,44% de las páginas. Tampoco se muestran suficientes imágenes de las deportistas, quienes ocupan un 7% de todas las fotografías que publica el diario. 

Según el informe El deporte femenino en televisión, realizado por Barlovento, los equipos femeninos únicamente representan el 2% del total de retransmisiones deportivas en España. Bienmujeres es cierto que no todos los deportes son tratados de la misma manera, y en algunos existe más equidad de género que en otros. Esto ocurre con el atletismo (donde el 85% de las noticias son mixtas), el tenis (un 47% de las noticias son femeninas), o el baloncesto (donde el 33% del contenido es femenino). Pero hay otros deportes donde la diferencia es abismal, como es el caso del fútbol. Es el deporte que más dinero mueve además del que más lectores y espectadores atrae en nuestro país. Pero también es uno de los deportes en los que el trato de hombres y mujeres supone una gran diferencia. El dominio del fútbol en la información es muy alto, ya que solo él ocupa el 67% de las noticias y el 73% del tiempo informativo destinado al deporte. Aunque el fútbol ocupa la mayor parte del contenido deportivo en los medios de comunicación (un 39%), al fútbol femenino no le dedican más del 2% de dichos contenidos. 

Ahora bien, la desigualdad no se reduce al tratamiento de los medios de comunicación, también se refleja en los salarios. Volviendo al fútbol, sabemos que solo la industria futbolística genera más de 500.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, el 49% de las jugadoras de fútbol profesional ni siquiera reciben un salario, es más, la gran mayoría se retira a edades tempranas ante la imposibilidad de vivir de ello. 

Lionel Messi cobra 130 millones de euros al año, mientras que la mejor jugadora del mundo según la FIFA, Ada Hegerberg, recibe solamente 400.000 euros al año, un sueldo 325 veces menor que el del argentino.

Otra anécdota curiosa que respalda esto, es el hecho de que en 2012 el Santos de Brasil eliminó la selección femenina simplemente para poder incrementar el salario de un jugador, Neymar, y retrasar así su marcha al Fútbol Club Barcelona. Este mismo jugador cobró en 2018 más que todas las jugadoras de las 7 grandes ligas femeninas del mundo (Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Suecia, Australia y México). Es decir, el salario de 1.693 jugadoras era inferior al sueldo que cobraba una sola persona (Neymar) en el Paris Saint-Germain. Las reivindicaciones de las profesionales futbolistas representan una esperanza para multitud de mujeres en un ámbito en el que la resistencia al cambio es grande pero no irrefutable. 

Un buen síntoma y esperamos que se repita fue que en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019 pagaron las mismas primas que habían cobrado los hombres en el mundial de Rusia de 2018.

Desigualdad en todos los ámbitos

La desigualdad de género en el mundo futbolístico no solo se reduce al deporte como práctica, sino que está presente en todos los ámbitos. La ONU ha luchado con decisión contra esto y ha prestado especial atención a la participación de la mujer en el deporte. Incluso insisten en la necesidad de promover y aumentar la presencia de la mujer en el deporte a través de políticas educativas. 

Según datos del Comité Olímpico Español (COE), en 2019 los puestos de responsabilidad de su propia asamblea estaban ocupados por 105 hombres y tan solo 15 mujeres, y el comité ejecutivo estaba formado por 19 hombres y 5 mujeres. Estos datos son un claro ejemplo de la gran desigualdad que hay todavía en el ámbito deportivo, pero no son los únicos. En los deportes masculinos no hay presencia femenina, pero sí que ocurre al revés, hay presencia masculina en los deportes femeninos. Las entrenadoras también ven reducida su participación en comparación con los hombres. Según el IOC (Institut Obert de Catalunya), desde los juegos olímpicos de 2010 hasta los de 2016 la presencia de la mujer entrenadora solo aumentó un 1%.

Es cierto que los medios de comunicación juegan un papel importante y le deberían dar más visibilidad al deporte femenino, pero la desigualdad está presente en todos los cargos y ámbitos del deporte: desde los propios deportistas hasta los miembros de la junta o periodistas. Y es que hasta que la sociedad en conjunto, no sea consciente del problema y se quiera luchar por cambiarlo, nada cambiará.  A la mujer se le exige más para demostrar que tiene las capacidades y habilidades suficientes para participar en el deporte cuando no debería de ser así. Cada cargo debería ocuparlo la persona que esté más preparada para ello, sin necesidad de exigir a las mujeres el doble que a los hombres. 

Sin duda el deporte es un reflejo de la desigualdad que sigue existiendo en la sociedad entre hombres y mujeres. Aunque cada vez las desigualdades son menores, todos deberíamos intentar poner nuestro granito de arena para que la situación cambie. En este partido deberíamos estar todos en el mismo equipo. 


No te pierdas otros ensayos de Zero Grados en nuestra sección de Narrativas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *