Unos minutos de reconexión con los bosques del Pirineo

Victoria Cazcarro//

El jueves 2 de noviembre, el espacio del Auditorio de Etopia se preparaba para la proyección de los dos cortometrajes producidos dentro de la segunda edición del programa de residencias de Etopia y Access Cultures, Fronteras Nómadas. La videoartista Marta López Lázaro acercó a los espectadores a los valles hermanados de Borce y Ansó con su obra “ReconoceR. Un alto en Casa Mirallo”. Los Pirineos también protagonizaron el corto de los artistas franceses Chloé Mossessian y Hank Mittnach con su producción“In search of old growth #3. Parler forêt”.

Se concedieron unos minutos de cortesía antes de que la voz de Daniel Sarasa, director de la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento, abriese la charla. La luz se centró en el escenario y se hizo el silencio. Sentadas estaban las protagonistas de la tarde. Sarasa agradeció el trabajo de las instituciones impulsoras del evento, el Ayuntamiento, la Universidad de Zaragoza y Fundación Ibercaja y la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento.

Bosque
Daniel Sarasa, Marta L. Lázaro, Chloe Mosessian, Anaïs Lanas y Pilar Pallás de derecha a izquierda, en el Auditorio de Etopia antes de la proyección.

Antes de las proyecciones, López destacó el duro trabajo detrás de ambos cortometrajes y se dirigió a la audiencia: “Yo creo que el tiempo se va a parar durante un segundo. A mí me gustaría que disfrutaseis y que estemos todos en calma”. Añadió: “Trabajar en el paisaje, trabajar con la naturaleza te da una visión de la vida completamente diferente y me gustaría compartirla con todas vosotras”. Con estas palabras, se apagaron todas las luces y dejó que su obra hablase por sí sola. 

El sonido del agua fluyendo fue lo primero que los espectadores escucharon, sumergiéndoles de cabeza en el paisaje sonoro de las montañas. Los videos de larga duración que conforman el cortometraje ponían el foco en la naturaleza en estado puro y en la relación de mujeres viviendo en un entorno real con el bosque. María José o, como se la conoce en Ansó, Fina, explicaba en aragonés: “El bosque hay que cuidarlo, el bosque hay que limpiarlo, el bosque hay que pasearlo y el bosque hay que disfrutarlo”. La obra de trece minutos tiene la capacidad de, una vez superada la sensación de incomodidad, envolver a su audiencia en un estado de tranquilidad y sosiego. Conseguir algo así con tan pocas palabras, es un auténtico logro audiovisual. Tras los créditos, el final fue recibido con un aplauso.

Bosques
Cartel Proyecto Fronteras Nómadas #2 | @marta_l_lazaro

Chloe Mosessian tomó el relevo y, gracias a la traducción al español por parte de Anaïs Lanas, destacó la variedad lingüística presentes en su residencia artística: castellano, francés, bearnés, gitano y aragonés. Describió su obra como la creación de un “diario de sueños”. Con esta premisa, se proyectó el corto “In search of old growth #3. Parler forêt”. Tras los primeros segundos, se proyectaron imágenes vinculadas con la naturaleza, destacando los planos cerrados de una fogata, con el fuego avivandose con un oscuro cielo nocturno de fondo. Alternando imágenes de arte y esculturas, aparecían pequeños poemas escritos con máquina de escribir, traducidos al castellano mediante subtítulos. El sonido de las manecillas de un reloj se entremezclaba con el sonido similar a estar bajo el agua mientras se proyectaban diversas imágenes de árboles. Al terminar esta segunda proyección, se logró crear un “entorno íntimo” que destacó la propia Marta L. Lázaro. 

Proyección de uno de los cortos sobre bosques
Proyección de “Parler forêt” en el festival de Access Cultures | @in.search.of.old.growth

Las autoras de los cortos volvieron a sentarse en el escenario para hablar de su trabajo. Lázaro nos adentró en su proceso creativo: “Tenía unas ideas, pero ha ido modificándose y amoldándose a lo que íbamos encontrando en el camino”. Destacó también la ardua labor que supuso trabajar en la naturaleza, teniendo que levantarse pronto para poder capturar y registrar todo lo que pudieran en lugares de difícil acceso. 

Mosseisnan y Mittnach han querido tratar el límite que existe entre la naturaleza y el espacio que ocupa el hombre en ella. Ambas han trabajado el concepto de fronteras, más allá del geográfico y administrativo. En su corto, han trabajado con la figura y la cultura del cuentacuentos que es bastante fuerte en el valle de Osseau, y en el Pirineo en general, dando importancia a las tradiciones orales y también a los cantos tradicionales. Ha querido abordar la comunicación tanto entre personas como entre árboles, junto a la idea de que el lenguaje contribuye a la comunicación, pero a veces también puede aislar. Lanas traducía las palabras de Mossessian: “El corto se llama ‘Parler forêt’ porque el bosque es algo que hay que escuchar, que hay que observar y quizás también hay que tomar ejemplo”. 

La charla llegaba a su fin con las preguntas y reflexiones de la audiencia sobre los temas tratados. La mujer que participó en el corto de Lazaro, Fina, clasificó la obra como muy relajante y bonita, una opinión que muchos espectadores compartieron. Habló de que no se esperaba el resultado de la proyección: “Me ha sorprendido, pero gratamente”. Entre la audiencia también se encontraba el padre de Marta, que admitió que cuando lo vio al inicio, pensaba que los planos eran demasiado largos pero después entendió que “había que meditar, pensar y escuchar las imágenes”. Pilar Pallás comentaba en esta misma línea: “Esos planos más lentos te cuestan al principio, pero luego te llevan a un estado muy disfrutón”. El tercer y último aplauso puso punto final al evento. Los cortos fueron proyectados con anterioridad el 6 de octubre en el cine francés Le Méliès con motivo del festival de Access Cultures.

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