Delitos y Cine: Entrevista con el equipo de La Maternal
Jorge Marco, Julio Beltrán, Pablo Gracia//
Como clausura a la serie de entrevistas que estas semanas hemos estado publicando, hoy os traemos las conversaciones que mantuvimos con el equipo que hizo posible una de las obras mas aplaudidas y relevantes del festival. Hablamos, por supuesto, de La Maternal, el segundo largometraje de Pilar Palomero, la directora aragonesa que hace dos años sorprendió a todo un país con su opera prima, Las Niñas.
En esta ocasión, y participando en la sección oficial del festival, Palomero y su equipo nos ofrecen una película que, pese a estar muy alejada temáticamente de su anterior obra, rima en estilo y espíritu con ella. La Maternal sigue la trayectoria vital de Carla, una chica de 14 años que ve su vida completamente trastocada al quedar embarazada. Por intermediación de los servicios sociales, es separada de su madre y trasladada a La Maternal, un centro de acogida para adolescentes embarazadas, donde conocerá a otras jóvenes en su misma situación para avanzar, todas juntas, en esa complicada paradoja que es ser madre siendo aun niña.

Como punto más potente de la película habría que destacar la intensidad emocional que nos transmite como espectadores. Nos abre los ojos y oídos a un mundo, hasta la fecha, ciego y silente para muchos de nosotros. Conciencia desde la sinceridad y el realismo. Sin paternalismos ni florituras argumentales. Es de mención obligada, por ejemplo, que, en pos de alcanzar ese realismo narrativo, se decidió trabajar con adolescentes embarazadas reales en calidad de actrices. Muchas de las jóvenes que vemos en pantalla comparten su situación real con nosotros. Una decisión, desde el punto artístico y de producción, realmente arriesgada pero que funciona increíblemente bien en el visionado del resultado final.
En contraposición a ese realismo narrativo que mencionamos, tenemos una técnica formal muy depurada y estética. Pilar Palomero ha perfeccionado los talentos cinematográficos que ya se percibían fuertemente en Las Niñas. El manejo del color, el encuadre, la cámara en mano e incluso la música diegética, componen una película deliciosa a los sentidos.

Tras el visionado de la película, tuvimos el inmenso placer de poder hablar con Carla Quílez – interprete de Carla y ganadora de La Concha de Plata a mejor actriz protagonista –, con Angela Cervantes – interprete de su madre – y con la propia Pilar Palomero. A continuación, os dejamos las entrevistas que, esperamos, os resulten tan interesantes como a nosotros:
Entrevista a Pilar Palomero
Pregunta: Por segunda vez consecutiva has trabajado con actrices que son mujeres muy jóvenes o niñas. ¿Sientes predilección por este tipo de actrices? ¿A qué se debería?
Respuesta: Ha sido un poco casualidad. Bueno, casualidad no. Me lo propusieron. En Las Niñas hablo de como era ser adolescente en los años 90 y en esta película hablo sobre adolescentes embarazadas. No sé si es predilección o algo inconsciente, en los dos casos me lo he pasado muy bien trabajando con ellas y ha sido una maravilla.

P: Esta película es un altavoz muy importante para un perfil de mujer que suele estar muy estigmatizado socialmente. Es una película que realmente abre los ojos.
R: ¡Qué bien! Cuando empecé a desarrollar esta historia me preguntaban: “¿Tu siguiente película de que va?”. Yo contestaba que trataba sobre la maternidad en la adolescencia y notaba una cierta sorpresa y distanciamiento.
P: Claro, “con lo majica que era la anterior, ahora te metes en este berenjenal”.
R: Claro, a mi incluso me motivaba más. Porque yo misma había tenido esa expresión o visión del tema cuando me lo propusieron. Luego te das cuenta de lo injusto que es.
P: Antes hemos tenido la oportunidad de hablar con Angela y con Carla. Nos contaban como eran, digamos, los procesos de improvisación en las escenas. Hablaban de una suerte de improvisación dirigida. Te quería preguntar por una escena en concreto. Cuando el personaje de Carla, que vuelve de fiesta, llama a su madre en una escena con una inmensa intensidad emocional. ¿Cómo fue el proceso para llevar a una actriz tan joven a una interpretación tan extrema? ¿Cómo fue acompañarla a una situación tan ajena a su realidad personal?
R: Si… Eso sobre todo fue casting, casting y casting. Yo tenía claro que Carla podía con este personaje, que podía llegar a estas emociones, que yo entendía que eran complejísimas y que eran muy cambiantes y extremas. En el casting me demostró que podría hacerlo. En esa escena en concreto, Angela estaba realmente al otro lado del teléfono. Hablando con ella, cantándole… hemos intentado siempre hacer lo que mejor les funciona a ellas. Ha habido muchísimo cariño por parte del equipo y un respeto inmenso hacia lo que estábamos haciendo. Una compenetración que ojalá se sienta que está ahí, porque de verdad que ha sido muy emocionante.

P: A lo largo del festival estamos viendo películas que tienen una narrativa naturalista y una estética estilizada y cuidada. ¿Por qué este tipo de película conectan tanto con el público de hoy en día? Historias muy sinceras en su fondo y muy estéticas en su forma.
R: Bueno, creo que es algo que siempre ha estado ahí. En la literatura también. A través de historias, el comprendernos, el aceptarnos… Yo lo pienso en términos de lo que me interesa a mi como espectadora. Sobre todo, me centro en la emoción que pueda despertar en mí. Creo que eso es lo que buscamos todos.
Entrevista a Carla Quílez y Angela Cervantes

Pregunta: Nos ha llamado mucho la atención la juventud de las actrices, algo por lo que Pilar Palomero parece volver a apostar. En concreto el papel de Carla es muy duro y complicado, ¿cómo te has acercado a él a la hora de interpretarlo? Teniendo en cuenta que parece algo muy ajeno a tu vida real.
Carla Quílez: La verdad es que yo nunca había estudiado ni había participado en ningún cursillo de interpretación ni nada. Sí que para mí actuar es como jugar. Tú llegabas allí y Pilar te decía de hacer tal cosa y tú pensabas: “pues vamos a intentarlo”. Porque yo nunca he trabajado con un guion, estaba ahí pero nunca lo he leído. Era llegar y nos ponían en escena y tratábamos de sacar lo mejor que podíamos. Por eso creo que el papel ha jugado mucho y ha salido de la mejor forma posible, pero sin llegar a estudiar.
P: En tu caso Ángela, ¿el procedimiento era similar?
Ángela Cervantes: No, yo sí que había leído el guion y me aprendía la escena. Pero con lo que trabaja Pilar es con hacer mucho curro antes. Estuvimos improvisando mucho sobre los temas, con las chicas, con Carla… para que el día de la escena te sepas el texto, pero te olvides también. Sabes por donde tiene que ir, y si te funcionan distintas frases para llegar a según qué puntos, pero tampoco hay ninguna necesidad de decir lo que está escrito. Así que leíamos el guion con Carla y si había que decir algo en concreto para que continuara la escena se hacía, pero si no nos dejábamos sorprender un poco. Como actriz da un poco de miedo a veces porque nos gusta tenerlo todo muy cuadradito y muy bien estudiado, pero también es super liberador y encuentras cosas mágicas que creo que se trasladan a la película. De repente pasan cosas que no te esperas y te sorprendes. Es como tirarse a la piscina. Es un proceso muy guapo.

P: Así que no había un guion literal sino más bien improvisaciones más o menos dirigidas.
A.C.: Con las chicas en el centro yo creo que sí que había mucha improvisación. Con nuestras escenas, en cambio, cuando van caminando y ella está preocupada sobre si duele parir, está bastante guionizado.
P: Así el resultado también es más naturalista, las interpretaciones se perciben muy naturales y parecen conversaciones completamente espontáneas.
A.C.: Y es guay. Ahora que ves la película no sabrías distinguir qué es guion y qué no lo es. Es un buen ejercicio también.
P: Y ahora que comentabas esa escena en la que hablan sobre si duele parir, en la sala el público se rio mucho ene se momento. ¿Ese humor estaba también presente en el rodaje?
A.C.: Sí que ayer nos sorprendió en algunas secuencias, pero a la vez a mí me encantó porque había algo que me hacía sentir que la gente estaba muy adentro de la historia. Y a veces es una vía de escape que en un drama haya esos momentos en los que te sale reírte. Y en el rodaje, a pesar del dolor que estábamos contando, también había mucho humor y nos lo hemos pasado muy bien. Fue muy divertido y Pilar es una mujer super graciosa, le encanta hacer reír y tiene un humor muy particular. Creo que eso también está en la película, donde los niños tienen algunas salidas que son muy de Pilar también.
P: Partiendo de este tipo tan peculiar de interpretación, ¿habéis tenido a algún intérprete como referencia o modelo? Aunque en el caso de Carla sea su primera película.
C.Q.: Sí, por ejemplo, Miguel Herrán que estuvo aquí hace unos días, o toda la saga de Élite que son actorazos como Rubén Martínez, al que he podido tener de coach y ha sido de gran ayuda. Por ejemplo, en las escenas más duras en las que Carla tiene que explotar y sacar todo lo que lleva dentro, porque es una niña muy explosiva pero también lleva su tristeza y necesita estar con su madre. Y en eso Rubén ha sido una inspiración.
A.C.: Yo me fasciné cuando vi por primera vez Yo soy la Juani y Verónica Echegui me encanta, tanto ella como la forma en la que trabaja sus personajes. Susi Sánchez es también pura inspiración por cómo trabaja. Penélope Cruz igual, por supuesto. Creo que hay mucho talento inspirador que como actriz te ayuda a mejorar y a decir “yo como actriz también quiero esto, quiero contar estas historias”.
P: ¿Y qué significa para vosotras el tema que habéis tratado en esta película? ¿Qué importancia creéis que tiene?
A.C.: Yo creo que mucho porque ya de entrada es un tema del que no hablaba. Sabía que existía, pero no…
P: Sí, es ese tipo de historia que todo el mundo ha oído.
A.C.: Sí, pero que no sabes muy bien y tampoco quieres saber. Porque es doloroso y traumático y tratas de surfearlo un poco. Y a raíz de la película y de hablar el tema han salido muchos casos de amigos y de familiares que han empezado a hablar de estos tabúes y es también la magia de la ficción y del cine, que para eso estamos contándolo y que es transformador. Por ejemplo, el día de ayer fue super emocionante porque a ellas siempre se les había señalado a malas y juzgándolas.
P: Hay una escena precisamente en la que madre e hija hablan sobre el estigma que les supone esto.
A.C: Por la misma situación ahora les están señalando como actrices de esta película, pero de forma positiva. Es una transformación muy bonita.
C.Q: A mí me gusta mucho señalar que para ellas ha sido su vía de escape. Antes de empezar sus escenas decían mucho que por fin podían ser libres, incluso lloraban. Eran ellas mismas las que querían explicar sus historias para que la gente supiera lo que era. Justamente ayer cuando hicimos el pase tenían hasta miedo a salir después, porque pensaban que la gente las juzgaría, ya que habían escuchado sus historias, y todo lo malo que les había pasado antes. Incluso ellas mismas se volvían a emocionar al escucharlas, y estábamos ahí para apoyarlas. Pero el salir y ver que todos las aplaudían fue un momento mágico para ellas. El decirse: todo lo malo siempre tiene algo bueno y todo en esta vida sirve para seguir adelante.

P: Así que su caso era real. Me he quedado de piedra.
A.C: Todas son reales excepto Raqui, que es Claudia Dalmau. Ella es actriz, pero no es madre. Es decir, cuenta una historia real pero no es la suya. Me encanta porque se tiene que decir ya que la gente suele pensar que es una de las chicas.
P: ¿Cómo ha sido el proceso de documentación para un tema tan complejo y con tan poca visibilidad?
A.C: Todo surgió porque Valérie Delpierre, la productora de La maternal -que también produjo Las niñas-, le propuso esta historia a Pilar Palomero. Ella fue a un centro en Barcelona que se llama Antaviana y se fue documentando con chicas que habían pasado por ese centro y con la educadora que es Carol. Quedaba con ellas, charlaban… y ahí se dio cuenta de que quería hacer la película sobre ellas. Después, Pilar empezó a imaginar esta película con las propias chicas y decidió que tenían que estar en la película.
P: Estamos viendo en este festival un cierto estilo basado en una naturalidad interpretativa cercana a la improvisación. ¿Por qué crees que funciona tan bien y llega tanto a la gente esta combinación de historias reales interpretadas de forma casi espontánea?
A.C: Creo que necesitamos sinceridad. Vivimos en un mundo de redes sociales donde hay una tendencia de aparentar y no mostrar lo que realmente nos pasa, exagerar lo bueno y no contar las miserias. El cine puede funcionar como una vía de escape para que la gente canalice sus problemas que no puede hacer en la vida real. Hay un atractivo en ello que a mí también me engancha como espectadora porque es una manera casi de terapia para poder expresarse.
P: ¿Hay alguna escena que os resultó especialmente difícil de interpretar?
C.Q: Para mí hay dos escenas que no es que me costaran, sino que yo misma me ponía mi propia barrera y eso es lo que tuve que superar. Es cuando Carla explota y muestra lo que siente de verdad. Se rodaron una tras otra en continuidad y eso lo hizo un pelín más fácil porque yo ya estaba en la situación de: Vale, has llegado hasta aquí y ahora tienes que subir arriba y reventar como puedas. Ahí es donde me apoyé en Rubén, que fue de gran ayuda. Porque es una situación complicada cuando un intérprete se intenta meter en el papel de la tristeza y de saber de verdad lo que sientes. Es complicado hacer que el público sienta lo que de verdad tienes que sentir en el papel, y mi vía de escape fue con Rubén.

Este año nuestros compañeros de Delitos y cine han estado cubriendo el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y nos traen una serie de entrevistas que concluyen con esta al equipo de La Maternal. Os dejamos por aquí con su TOP de las películas que se presentaron en dicho festival y podéis leer todas las entrevistas en la sección de Personas.