Laureano Debat: “Hay muchas variantes en las historias de prostitución, esta es su historia, la de Sonia y Gimena”
María Ondo//
El miércoles 14 de diciembre Laureano Debat presentó su obra más reciente, ‘Casa de nadie’ (Cándala, 2022), en la librería Antígona de Zaragoza, espacio especializado en Humanidades y en activo desde el año 1998.
A las 19:20 la librería Antígona pasaba de murmullos cortos y por lo bajo a charlas amigables y animadas, que iban desde conversaciones sobre cómo han cambiado las cosas con la pandemia a comentar los resultados de los partidos del mundial de Catar. La tinta escrita sobre el papel trasladaba a todo el que entraba en el establecimiento a un espacio alterno: libros de historia de España, varios ejemplares de Hamlet o un ensayo sobre cómo sería España en 2050.
A las 19:32 los interesados se empezaron a desplazar hacia el interior de la librería para tomar asiento. La gente se acomodaba en pequeños taburetes, quedando cercados por estanterías repletas de libros y, a su vez, rodeaban una mesa igual de llena de obras. La presentación no empezó hasta las 19:36, lo que animó a los que llegaron con algo de retraso, ya que disfrutaron de todo el relato desde el principio, aunque fuese de pie.
Julia Millán, una de las propietarias de la librería junto a Pepe Fernández, presentó la novela y a su autor, al mismo tiempo que agradeció a los asistentes su presencia y a “Laure” la decisión de presentar la novela en su librería, lugar que decía ser su casa. También recordaba que el escritor siempre se ha ofrecido a ser “anfitrión y presentador” de otras obras. En este encuentro, asimismo, incluía a la conductora del evento: Ana Usieto, a la que la propietaria describió como una persona “sobradamente válida para hacer este tipo de lecturas de libros tan chulos”.
La introducción de Millán sirvió como toma de contacto y rápidamente la conversación pasó a manos de Ana Usieto y Laureano Debat. “Julita”, como llamó amigablemente a Julia Millán, animó el ambiente con su comentario sobre el paso de Argentina a la final del mundial de Catar: “Nos temíamos que no fueses a venir si perdía Argentina, así que yo apoyaba a la selección argentina hasta el final”. Y así, con las risas que ayudaron a caldear el clima del encuentro, Usieto comenzó con una tanda de preguntas referente a ‘Casa de nadie’.
El libro traslada al lector a las vivencias de Debat en un piso de Barcelona con dos prostitutas. Y es que algo curioso que muestra esta monografía es que, cuando hablamos de la prostitución “solo hablamos de cliente, pero no de calidad de compañero”. Él mismo lo cuenta: “solo tenía 28 años y era un privilegiado, un becado argentino que pisaba por primera vez Europa para hacer su máster en Escritura”. Mientras buscaba un lugar donde poder quedarse por la ciudad condal, investigaba a su vez una historia ya que era un periodista freelance. Fue entonces cuando se encontró con la casa de nadie, lugar en el que vio desde el “camerino” la historia de Gimena y Sonia, dos prostitutas chilenas con la peculiar relación de madre e hija.
Su estancia en Barcelona duró nueve meses, cosa con la que Laureano Debat hacía un paralelismo con “un parto”. Acostumbrado a “producir su propio trabajo”, el escritor tuvo clara la forma de contar el relato a los tres meses de convivir con ellas: Gimena y Sonia. Una pareja de madre e hija, ambas prostitutas, con edades distintas y contextos particulares que les llevaron a esa situación. Aunque su estancia solo duró nueve meses, el proceso de documentación le llevó diez años y varios de los autores que participaron en la obra le aportaron un tono empático: que pudiesen normalizar su modelo de vida. Porque como asegura Laureano Debat, “hay muchas variantes en las historias de prostitución, esta es solo su historia: la de Sonia y Gimena”.
La novela cuenta con varias particularidades, pero lo principal, como afirma Usieto, es que en esta novela “Laureano es un voyeur particular, sin morbo”. Una cosa que en el ámbito de la prostitución no suele ocurrir, añadía, porque “solo hablamos de cliente” y “no de calidad de compañero”.
Uno de los objetivos del libro es que el lector se sienta en la piel de Laureano: “acabas viviendo en esa casa y su experiencia se convierte en la nuestra”. Es decir, el libro no las juzga en ningún momento, como aseguraba la propia Usieto.
“No hay explicación de por qué me quedé”, repitió varias veces a lo largo de la presentación. Muchos de los asistentes le preguntaron por la historia: “¿por qué te quedaste?” “¿Supiste que querías redactar la novela desde el primer momento que las conociste?” Sin embargo, Laureano no puede dar una explicación racional o lo suficientemente argumentativa. Las anotaciones en su libreta comenzaron gradualmente: “los primeros meses viví con ellas y a partir de que se soltaban, empecé a verla como una historia para contar”. Él se llama así mismo “cazador de historias” y resalta que el relato era digno de contar porque no veía las cosas que haría un universitario normal. Y además, las conversaciones que tenía con Gimena y Sonia le generaban la inquietud y ganas para contar su historias.
Otro de los objetivos que persigue el escritor es que “el lector se fascine”. Sorprende que relatos del siglo XIX se puedan comparar con la Barcelona del siglo XXI en el ámbito de prostíbulos.
Unos 45 minutos después de empezar la charla, Ana Usieto dio paso a una ronda de preguntas entre los asistentes. Varias de ellas iban enfocados en la visión de la prostitución y a la dificultad que hay a la hora de tratarlo. Entre risas y ritmo divulgativo surgía un pequeño debate en cuanto a la naturaleza del libro. ¿Una novela? ¿Una crónica? ¿Un ensayo? Entre todas las aportaciones hechas, Laureano concretaba que ‘Casa de nadie’ cuenta con una estructura y elementos de novela junto con intercambios de varios géneros.
La presentación se cerraba entre bromas sobre un posible segundo volumen para pulir ciertos aspectos de la vida de Gimena y Sonia. Arrullado por una ronda de aplausos, la presentación de ‘Casa de nadie’ finalizaba en el rincón de la Librería Antígona con varios de los espectadores haciéndose un hueco para hablar con Laureano Debat.